Llevar adelante estudios que demuestren que la práctica del deporte en la altura no hace daño a la salud requiere de un presupuesto de unos 300 mil dólares, que el Gobierno debe financiarlos. Mientras tanto, los médicos del Instituto Boliviano de Biología de la Altura (IBBA) no pueden poner en marcha el proyecto.
El IBBA se propone elaborar un estudio que evalúe y mida el comportamiento cardiovascular, respiratorio y metabólico; los componentes aeróbicos y la participación anaeróbica de futbolistas profesionales cuando están jugando al fútbol a nivel del mar y en ciudades andinas a más de 2.500 metros sobre el nivel del mar.
En Bolivia se elegirán dos ciudades para poner en ejecución el plan: Santa Cruz y La Paz, y lo propio acontecerá en otros países afectados por el veto de la FIFA.
Según el viceministro de Deportes, Milton Melgar, el Gobierno está haciendo gestiones para financiar el dinero requerido. “Hay algunos instrumentos científicos que llegan a costar unos 50 mil dólares”.
Bolivia quiere llevar al consejo médico mundial de la FIFA, que se reunirá en Zúrich durante el mes de octubre, un estudio que destierre por completo el fantasma del veto a la altura y que nunca más el asunto vuelva a ser tratado.
“Estamos gestionando el financiamiento, también es nuestro interés que de una buena vez por todas se demuestre que la práctica del deporte y el fútbol en la altura no provoca ningún daño ni tiene ninguna consecuencia”, dijo Melgar.
El IBBA e instituciones médicas de los países andinos de Sudamérica trabajarán conjuntamente en la investigación.
El médico del Instituto Boliviano de Biología de la Altura Enrique Vargas confirmó que “en tanto no exista el presupuesto no podremos empezar el proyecto. Lo que tenemos es insuficiente”.
Recordó que el IBBA cuenta con una buena base de datos y estudios realizados en el pasado, que sirvieron para luchar contra el veto a la altura, pero ahora “los estudios complementarios son necesarios”, si el objetivo es demostrar definitivamente que no hay razones médico-científicas para vetar la práctica del fútbol en la altura.
La Prensa
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