Con siete bajas obligadas y ante un rival que casi siempre complica, Blooming consiguió anoche una trabajosa victoria en el Tahuichi sobre Destroyers. El 1-0 se dio en una noche fría y ante poca cantidad de espectadores. La academia sacó provecho de una buena jugada de Dimas que, tras escurrirse al filo de la etapa inicial, le hizo un preciso pase a Joselito Vaca para salir airoso en el estreno de ambos en el Clausura de la Liga.
Lo del canario es preocupante, no sólo porque anoche fue poco lo que mostró en materia colectiva, sino porque cada punto que ceda en casa le resulta grave en su lucha por salvarse del fantasma del descenso que lo agobia. Pero vamos por partes. La academia en la primera etapa fue más, con Angulo y Vaca agresivos en el medio; con Bowles y Dimas que, cuando encararon, complicaron a la zaga rival, pero sobre todo porque tuvieron espacios para jugar sin problemas de medio hacia arriba aprovechando el ‘peso’ del equipo contrario.
Sí, porque Uriona, Miranda y Quiroz están demasiado gordos como para controlar el balón en velocidad y eso más bien les facilita la labor a los contrarios en la lucha por hacerse del juego. Lo mejor del canario se dio a los 28’, cuando Quiroz habilitó a Gil Bala, pero el brasileño definió mal ante el achique de Carlos Arias. El empuje de Blooming, liderado por Angulo y Vaca, tuvo su premio cuando Andia recuperó el balón en el medio, cedió a Dimas que desbordó e hizo el centro para que aparezca Vaca (44’) y logre el 1-0.
Con ese resultado se fueron al descanso. En el complemento Destroyers apretó más, pero no tuvo la contundencia para igualar. A los 65’ pudo llegar el empate, cuando Espínola apareció solo por izquierda y con el arco vacío se entrometió Gil Bala y le pegó al fondo del arco, pero estaba en offside. El paraguayo se le fue con todo a su compañero reclamándole por la situación, pero ya nada se podía hacer. Y no fue sólo esa arremetida con claridad, porque a los 75’ Cazagrande sacó un zurdazo de otro partido tras centro de Viruez que había ingresado, pero Arias salvó con gran tapada.
Con el canario jugado en ofensiva, Blooming pudo liquidar el pleito sobre el final pero Joselito Vaca falló ante Jordán y el resultado no se movió. La academia acabó feliz porque los tres puntos, en un torneo corto, le sirven de mucho para tomar aire para lo que se viene. Destroyers está obligado a mejorar si es que no quiere volver a la Asociación Cruceña de Fútbol en 2008.
Negrete se descargó
“No se justifica. Con la inversión que se hizo, no es como para que Destroyers esté en la situación que está, y en esto tiene mucho que ver el técnico, que hace sus cambios demasiado tarde”. La frase le corresponde a Luciano Negrete, uno de los ‘hombres fuertes’ del directorio canario. Es obvio que existe cierta disconformidad con el entrenador David Avilés, aunque no se refirió a si lo moverían del cargo.
El entrenador, tras el final del encuentro, dijo que la falta de concentración y de comunicación en cancha impidió que Destroyers se llevara un buen resultado, pero lo que dijo Negrete no lo deja tranquilo. “Al equipo le faltó actitud, porque no es que Blooming hubiera ganado por su ‘grandeza’, sino porque corrió más y listo”, se descargó molesto el directivo.
La figura
Alexandre
El brasileño, obligado por las circunstancias, hizo pareja en la zaga junto a Sergio Jáuregui. Anticipó bien, cortó en más de una ocasión los avances de Gil Bala y Anderson y le dio tranquilidad al arquero Carlos Arias. Alexandre fue de lejos el mejor de la cancha. Otro que también se destacó fue Dimas.
EL ojo crítico
Caído del cielo
Joselito Vaca / Volante
Estuvo oportuno para anotar
La gran jugada de Dimas da Silva sobre el epílogo del primer tiempo acabó en el gol de la victoria. Joselito Vaca, que volvió a lucir el cintillo de capitán, apareció sin marca y no hizo más que empujar la pelota a la red.
El duro
Damir Miranda / Volante
Una fuerte falta contra Vaca
El mediocampista de Destroyers, que no jugó un buen partido, le dio un fuerte puntapié a Joselito Vaca en el minuto 52, cuando el 10 celeste dominaba el balón en la mitad de la cancha. La falta intencional le costó la amarilla.
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