El DeberLo enterró Blooming en pleno 24 de septiembre. Sí, porque Oriente no llegaba bien en lo anímico y en lo futbolístico, y buscaba en el clásico de anoche en el Tahuichi, un alivio a sus heridas tras la difícil semana vivida luego de la salida del técnico Arturo García. Pero tropezó con un Blooming efectivo, que en dos jugadas de pelota parada sacó provecho de su mejor juego aéreo y festejó por partida triple: por la efeméride departamental, por la clasificación al hexagonal final y porque ‘mató’ a su clásico rival ganándole por 2-1.
Pero acabar arriba en el marcador no fue fácil, porque Oriente jugó como no lo hizo en todo el campeonato, con vergüenza deportiva, con garra en casi todas sus líneas, pero sin un norte claro para liquidar a su rival. Blooming tuvo más ‘cuerpo’ como equipo, supo aguantar con creces los embates albiverdes (Schiapparelli y Blanco, casi impecables), y cuando parecía que la estantería se caía, estuvieron las manos del meta Jorge Ruth para evitar cualquier sorpresa. El clásico por momentos estuvo para cualquiera, porque en la primera etapa Oriente también presionó.
La más clara se dio a los 15’ cuando ‘Sucha’ Suárez logró cabecear un centro cruzado de Jiménez, la pelota dio un pique y se le vino a Palavicini que solo frente a Ruth, le pegó despacio y el meta logró sacar la pelota con la mano derecha cuando parecía que entraba. El susto originó que el técnico Gustavo Quinteros impartiera con más nervios sus instrucciones. A Boyero en ataque le costaba controlar la pelota y Gutiérrez no tenía lucidez para inquietar a Galarza. Lo mejor salía de los pies de Vaca, que a los 22’ inquietó pero Loayza sacó de cabeza un centro que quemaba.
Antes de que se cerrara la primera etapa sucedió un hecho inusual. Jhasmani Campos, que ya estaba amonestado, cayó dentro del área en una jugada de riesgo tras trabar con Ortiz. ¡Penal! gritaron los albiverdes, sin embargo, el juez Paniagua dijo que el volante había fingido y que debía recibir la segunda amarilla. El jugador se salió de la cancha. Desesperado el técnico Celio Alves y cuatro miembros de la comisión técnica, ordenaron un cambio que Paniagua no se tragó. Le mostró a Galarza (el capitán) la otra amarilla y automáticamente expulsó a Campos.
Esto originó un tremendo lío en el entretiempo, ya que incluso Víctor Hugo Pérez y otros hinchas, quebraron vidrios y patearon la puerta de los árbitros tras el final. En el complemento y con Paniagua nervioso, vino una segunda expulsión (Ortiz por dura falta) y Oriente se le encimó. Loayza, de cabeza a los 68’ puso el 1-0, provocando el delirio de sus hinchas. Era un premio al empuje y al esfuerzo individual del plantel, aunqué la alegría no duró mucho, porque Boyero, a quien no le había salido una en casi todo el partido, conectó de cabeza un tiro de esquina de Vaca (72’) y a cobrar. Galarza había salido mal. Seis minutos después y por la misma vía, Schiapparelli logró el 2-1 con otro testazo. Nada que hacer para Oriente, que desesperado y con De Souza en frente, buscó igualar. Pero otra vez Ruth fue monumental para al final entregarle la victoria a Blooming. Fue festejo celeste y bronca albiverde.
El ojo crítico
Caído del cielo
Jorge Ruth / Arquero
Manos seguras
Le ahogó el grito de gol a Oriente en cuatro ocasiones. Las más claras se las tapó a Palavicini, Suárez y Regis de Souza. Jorge Ruth mostró solvencia y se convirtió en uno de los mejores de un Blooming que apunta a candidato.
El duro
Jorge Ortiz / Lateral
Fue el más recio
El lateral se fue a las duchas por dos faltas que merecían amarilla. La primer patada se la dio a Jiménez que ingresaba por su carril y la segunda fue a Palavicini, cuando apenas se habían jugado 4 minutos del complemento.
Premio limón
Limberg Gutiérrez / Delantero
Otro penal y van...
No es el mismo de antes. Falló un penal a los 25’ y prácticamente deambuló en ofensiva. Las pelotas que le llegaron y que pudieron haber sido opciones de riesgo, las desperdició. Se cansó rápido y acabó siendo cambiado.
Pero acabar arriba en el marcador no fue fácil, porque Oriente jugó como no lo hizo en todo el campeonato, con vergüenza deportiva, con garra en casi todas sus líneas, pero sin un norte claro para liquidar a su rival. Blooming tuvo más ‘cuerpo’ como equipo, supo aguantar con creces los embates albiverdes (Schiapparelli y Blanco, casi impecables), y cuando parecía que la estantería se caía, estuvieron las manos del meta Jorge Ruth para evitar cualquier sorpresa. El clásico por momentos estuvo para cualquiera, porque en la primera etapa Oriente también presionó.
La más clara se dio a los 15’ cuando ‘Sucha’ Suárez logró cabecear un centro cruzado de Jiménez, la pelota dio un pique y se le vino a Palavicini que solo frente a Ruth, le pegó despacio y el meta logró sacar la pelota con la mano derecha cuando parecía que entraba. El susto originó que el técnico Gustavo Quinteros impartiera con más nervios sus instrucciones. A Boyero en ataque le costaba controlar la pelota y Gutiérrez no tenía lucidez para inquietar a Galarza. Lo mejor salía de los pies de Vaca, que a los 22’ inquietó pero Loayza sacó de cabeza un centro que quemaba.
Antes de que se cerrara la primera etapa sucedió un hecho inusual. Jhasmani Campos, que ya estaba amonestado, cayó dentro del área en una jugada de riesgo tras trabar con Ortiz. ¡Penal! gritaron los albiverdes, sin embargo, el juez Paniagua dijo que el volante había fingido y que debía recibir la segunda amarilla. El jugador se salió de la cancha. Desesperado el técnico Celio Alves y cuatro miembros de la comisión técnica, ordenaron un cambio que Paniagua no se tragó. Le mostró a Galarza (el capitán) la otra amarilla y automáticamente expulsó a Campos.
Esto originó un tremendo lío en el entretiempo, ya que incluso Víctor Hugo Pérez y otros hinchas, quebraron vidrios y patearon la puerta de los árbitros tras el final. En el complemento y con Paniagua nervioso, vino una segunda expulsión (Ortiz por dura falta) y Oriente se le encimó. Loayza, de cabeza a los 68’ puso el 1-0, provocando el delirio de sus hinchas. Era un premio al empuje y al esfuerzo individual del plantel, aunqué la alegría no duró mucho, porque Boyero, a quien no le había salido una en casi todo el partido, conectó de cabeza un tiro de esquina de Vaca (72’) y a cobrar. Galarza había salido mal. Seis minutos después y por la misma vía, Schiapparelli logró el 2-1 con otro testazo. Nada que hacer para Oriente, que desesperado y con De Souza en frente, buscó igualar. Pero otra vez Ruth fue monumental para al final entregarle la victoria a Blooming. Fue festejo celeste y bronca albiverde.
El ojo crítico
Caído del cielo
Jorge Ruth / Arquero
Manos seguras
Le ahogó el grito de gol a Oriente en cuatro ocasiones. Las más claras se las tapó a Palavicini, Suárez y Regis de Souza. Jorge Ruth mostró solvencia y se convirtió en uno de los mejores de un Blooming que apunta a candidato.
El duro
Jorge Ortiz / Lateral
Fue el más recio
El lateral se fue a las duchas por dos faltas que merecían amarilla. La primer patada se la dio a Jiménez que ingresaba por su carril y la segunda fue a Palavicini, cuando apenas se habían jugado 4 minutos del complemento.
Premio limón
Limberg Gutiérrez / Delantero
Otro penal y van...
No es el mismo de antes. Falló un penal a los 25’ y prácticamente deambuló en ofensiva. Las pelotas que le llegaron y que pudieron haber sido opciones de riesgo, las desperdició. Se cansó rápido y acabó siendo cambiado.
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