Pese a que lo daban por muerto tras la derrota en el clásico, Oriente Petrolero avisó anoche que sigue con vida y que con su victoria sobre Wilstermann (2-1) se aferra más que nunca a una posible clasificación.
El domingo en la última fecha los albiverdes irán a buscar la victoria ante La Paz Fútbol Club, y si plasma ese objetivo tendrá que cruzar los dedos para que el fallo pendiente del Tribunal de Justicia Deportiva de la Liga salga a su favor y que, además, se dé la combinación de otros resultados. Sólo así se meterá en el hexagonal. La figura no es nada fácil, pero matemáticamente invita a soñar.
Oriente tenía la obligación moral de ganar después de cinco derrotas al hilo y al final del túnel encontró el camino, aunque le costó más de la cuenta porque la visita se plantó defensivamente y respondió a través de punzantes contragolpes.
Tuvo que ser un defensor el que señalara la ruta del triunfo. José Loayza, como en el clásico, subió a buscar un tiro de esquina lanzado por ‘Sucha’ Suárez y metió la cabeza tan fuerte que hizo inútil la volada del arquero Hugo Suárez. Ocurrió a los 12 minutos del segundo tiempo; del primero mejor ni acordarse porque ni Oriente ni Wilstermann pudieron transformar en gol las opciones que generaron.
A los 15, también del segundo, Marcelo Aguirre fusiló a Suárez para ampliar la cuenta a 2-0, tras una triangulación entre Palavicini y Suárez, pero a los 22 minutos Wilstermann le puso un toque de emoción al partido a través de un tanto de Pedriel. Los últimos 15 minutos fueron de ida y vuelta, pero sin efectividad. Oriente ganó y todavía sigue soñando.
Opinión
Una vez más se acuchilla la pelota
Mauricio Cambará F. / Periodista
Vuelve a rayar en lo inadmisible, en lo insoportable, en lo que el hincha, usted, yo y ellos, ya no aguantamos más. Agárrense de nuevo, va a acabar la primera fase del Clausura 2007 y no se sabrá, en la serie B, cuáles son -a excepción de La Paz F.C.- los equipos clasificados al hexagonal final. Nuevamente los dardos apuntan al Tribunal de Justicia Deportiva (TJD), que preside el cochabambino Fernando Ledezma, porque hasta ahora, transcurrido casi todo septiembre, ha fallado por la impugnación de Bolívar a Oriente, por los 5 extranjeros que incluyó en La Paz (los albiverdes perderían tres unidades), y de Oriente a Bolívar, por la supuesta mala habilitación de los jugadores Rubén Melgar y Ovidio Guatía, ex Unión Central. Desde el 5 de septiembre, día del partido de vuelta, los cinco miembros del TJD se han reunido en más de tres ocasiones y las únicas resoluciones emitidas han sido los casos de las expulsiones. Lo de Bolívar y Oriente les quema en las manos como una brasa ardiente, y en procura de quedar bien con Dios y con el diablo, optaron el miércoles pasado por dejar el tema para el lunes, cuando se juegue la última fecha de la fase inicial y tengan un mejor panorama para inclinarse. ¿Dónde está el respeto a la norma que tanto pregonan los miembros de este tribunal? Así sea que fallen a favor o en contra de los implicados, el que se sienta afectado, de seguro apelará al Tribunal Disciplinario de la FBF, lo que alargará diez días más la incógnita para saber quiénes clasifican al hexagonal. Exigir la entrega a la FBF de la documentación de si estos jugadores estaban o no bien habilitados, ¿da para que se dilate el tema más de la cuenta? La Liga ya dijo que estaban bien habilitados, pero la ANF, a través de su presidente Jorge Justiniano y de Wilge Lizarazu, de la comisión técnica, dijeron lo contrario. ¿Por qué la demora entonces? Como son los mismos clubes los que proponen a los miembros del TJD (el comité ejecutivo de la Liga lo ratifica), ahora esta anormalidad les pasa la factura. Lo mismo viene sucediendo desde hace años, y como están las cosas, ¡agárrense, porque no será la última vez!
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