Con un juego desordenado y sin ideas, el equipo de La Paz Fútbol Club apenas pudo rescatar un punto al empatar en casa con Wilstermann 0 a 0 en una ratificación de que le cuesta mucho ganar de local.
Pese al magro empate mantiene la punta del grupo “B” del Torneo Clausura de la Liga del Fútbol Profesional Boliviano.
El equipo de Sergio Apaza no tuvo los argumentos necesarios como para justificar un resultado diferente y desaprovechó la oportunidad de aumentar la diferencia como líder de su grupo, ante un rival también disminuido y con problemas futbolísticos.
A lo que habrá que agregarle la poca contundencia en la ofensiva que facilitó la tarea del plantel “aviador” en defensa.
El encuentro invitó al bostezo, pues el 0-0 no corrió peligro alguno en ningún momento, ya que los argumentos de ambos planteles fueron muy frágiles, los elencos no mostraron la calidad de fútbol de los pasados compromisos, menos consiguieron inquietar a uno y otro guardameta, que pasaron a ser parte del público.
Pese al magro empate mantiene la punta del grupo “B” del Torneo Clausura de la Liga del Fútbol Profesional Boliviano.
El equipo de Sergio Apaza no tuvo los argumentos necesarios como para justificar un resultado diferente y desaprovechó la oportunidad de aumentar la diferencia como líder de su grupo, ante un rival también disminuido y con problemas futbolísticos.
A lo que habrá que agregarle la poca contundencia en la ofensiva que facilitó la tarea del plantel “aviador” en defensa.
El encuentro invitó al bostezo, pues el 0-0 no corrió peligro alguno en ningún momento, ya que los argumentos de ambos planteles fueron muy frágiles, los elencos no mostraron la calidad de fútbol de los pasados compromisos, menos consiguieron inquietar a uno y otro guardameta, que pasaron a ser parte del público.
No fue un partido trabado, con jugadores que trataron de buscar la diferencia, el encuentro se jugó más entre la imprecisión y los toques de balón, Wilstermann durante los primeros minutos trató de acorralar al local, pero cayó en las redes de La Paz Fútbol Club, que después de 20 minutos de juego dominó el encuentro, pero nada más.
Los “azulgranas”, no mostraron el orden de juego al que se había acostumbrado, apeló más a los toques de balón, con jugadas aéreas, que por minutos complicó la vida a los “rojos”, aunque la visita en esta ocasión jugó con el uniforme alterno, (gris con vivos rojos).
El aviador tampoco mostró mucho, jugó con 10 hombres tras la expulsión de Amilcar Sánchez, quien salió por doble amarilla que le mostró Joaquín Antequera.
Los dos equipos no tuvieron muchas ‘herramientas’ como para sumar los puntos en disputa, los ataques que crearon fueron anulados. No hubo desborde, solo pelotazos que contribuyeron a la mala producción de los locales, quienes al final salieron abucheados por los pocos hinchas que se dieron cita al estadio de Miraflores.
Los “azulgranas”, no mostraron el orden de juego al que se había acostumbrado, apeló más a los toques de balón, con jugadas aéreas, que por minutos complicó la vida a los “rojos”, aunque la visita en esta ocasión jugó con el uniforme alterno, (gris con vivos rojos).
El aviador tampoco mostró mucho, jugó con 10 hombres tras la expulsión de Amilcar Sánchez, quien salió por doble amarilla que le mostró Joaquín Antequera.
Los dos equipos no tuvieron muchas ‘herramientas’ como para sumar los puntos en disputa, los ataques que crearon fueron anulados. No hubo desborde, solo pelotazos que contribuyeron a la mala producción de los locales, quienes al final salieron abucheados por los pocos hinchas que se dieron cita al estadio de Miraflores.
Durante el segundo tiempo Wilstermann, evitó que los jugadores del elenco local tuvieran el balón, imprimió velocidad, que al final no sirvió de mucho, porque no encontraron la ruta del gol.
Poco a poco los rivales cayeron en la imprecisión, y hasta los técnicos de ambos elencos se cansaron de dar instrucciones, porque los jugadores no obedecían los consejos de los entrenadores. La Paz Fútbol Club no supo aprovechar la superioridad numérica, no encontró la ruta del gol fue un plantel que perdió el libreto, que había escrito Sergio Apaza.
Durante los últimos minutos de juego hubo equilibrio, pero nadie tuvo la capacidad de crear y definir los goles, que son los que definen en un partido de fútbol. Wilstermann retornó a Cochabamba, con un punto valioso, que puede ser transcendental a la hora de sumar para cumplir con su objetivo.
Poco a poco los rivales cayeron en la imprecisión, y hasta los técnicos de ambos elencos se cansaron de dar instrucciones, porque los jugadores no obedecían los consejos de los entrenadores. La Paz Fútbol Club no supo aprovechar la superioridad numérica, no encontró la ruta del gol fue un plantel que perdió el libreto, que había escrito Sergio Apaza.
Durante los últimos minutos de juego hubo equilibrio, pero nadie tuvo la capacidad de crear y definir los goles, que son los que definen en un partido de fútbol. Wilstermann retornó a Cochabamba, con un punto valioso, que puede ser transcendental a la hora de sumar para cumplir con su objetivo.
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