Wilstermann logró una victoria de 2-1, desesperada y angustiosa frente a Real Mamoré, al completarse la novena fecha del campeonato Clausura de la Liga y que le significan tres puntos valiosos para alcanzar la clasificación al hexagonal.
El primer tiempo terminó con el marcador igualado 1-1, anotaciones de Cristian Reynaldo a los 37 minutos y Daniel Juárez a los 43.
En la etapa final, Juárez de buena producción, ejecutó la pena máxima sancionada por Joaquín Antequera a los 37 minutos y decretó el triunfo aviador.
Boris Montaño y Luis Galarza, el primero jugador y el otro técnico del cuadro beniano fueron expulsados.
El comienzo del encuentro fue más que complicado para Wilstermann por la forma como planteó su accionar el elenco visitante, que agrupándose correctamente de medio campo hacia atrás, cerró todos los caminos que conducían al arco de Pablo Lanz, que además fue pieza segura y valor destacado en la custodia de su arco.
Los aviadores fueron dominadores casi absolutos del juego y del terreno, pero sus acciones carecieron de contundencia perdiendo oportunidades inmejorables de abrir el marcador.
Cuando el cuadro local había generado las mayores situaciones de gol, la visita se puso en ventaja de manera sorpresiva, un centro de Niño de Guzmán, la oportunidad de Cristian Reynaldo para conectar con golpe de cabeza anotó el 1-0, mal ubicado Hugo Suárez.
Menos mal que cerca del epílogo del primer tiempo Juárez marcó la igualdad 1-1, un centro de Pedriel y el argentino con golpe de cabeza envió el balón al fondo de las redes.
Con este marcador terminó el primer tiempo, un duro castigo para Wilstermann.
La etapa final del juego se convirtió en un monólogo, con un dominio improductivo aviador, teniendo al frente un equipo con oficio y disciplina táctica que desbarató todos los intentos del cuadro local.
Pablo Lanz fue exigido al máximo y respondió con solvencia para evitar la caída de su arco.
A los jugadores de Wilstermann, les faltó ideas, imaginación y sobre todo tener la mente y los ojos abiertos para no desperdiciar las oportunidades de gol.
A los 37 minutos se produjo la jugada del penal, Adhemar Arias comete la infracción contra Pedriel, Antequera de frente a la acción no dubita en sancionar la pena y que Juárez se encarga de concretar 2-1.
El gol dio el respiro que esperaban los jugadores de Wilstermann, y cargo de desesperación y bronca a los visitantes, al paso del tiempo se fueron diluyendo las esperanzas de la visita y se consolidaba la victoria de los aviadores que al final festejaron a todo pulmón el triunfo.
En síntesis, un partido complicado para Wilstermann, porque al frente tuvo un equipo con garra, con fuerza y mucho amor propio que merecía otro final, lastimosamente el fútbol se gana con goles y no con merecimientos.
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