La Prensa
El argentino Luis Alberto Islas decidió dar por concluido su ciclo como director técnico de Aurora, como consecuencia de la mala relación que existe entre varios de los jugadores del plantel, que ha derivado en el último tiempo en continuas peleas durante las prácticas.
El DT agredió ayer a su compatriota Emiliano Capella, en su afán de evitar un enfrentamiento entre Óliver Fernández y Fernando Batiste, que en reiteradas ocasiones chocaron durante el entrenamiento y estuvieron a punto de irse a las manos.
Islas llamó la atención de modo enérgico a ambos jugadores y también a Capella, que era uno de los que más reclamaban. El defensor argentino respondió de mala manera al llamado de atención del técnico, quien fuera de sí le aplicó un golpe de puño en el cuello.
Tras el incidente llegó hasta el Complejo de la Laguna Alalay el dirigente Manuel Pérez, quien intentó un acercamiento entre el DT y los futbolistas, situación que fue rechazada rotundamente por Islas.
El ex golero de las selecciones argentinas manifestó que es imposible continuar después de lo ocurrido. “Ya está, basta, no voy más”, dijo evidentemente molesto.
Contó que “hay jugadores que quieren pelearse cada día, estamos trabajando bien pero Óliver (Fernández) y Batiste se golpean, van a las manos. Les pedí tranquilidad varias veces y cuando veo que hay otros en lo mismo les digo que se calmen. Entonces viene Capella y me encara de mala manera increpándome. Yo no aguanto más”.
“Me levanto todos los días a las siete, trabajo el día entero, estudio posibilidades para sacar adelante este proyecto hasta tarde en la noche, pero a un grupo de jugadores de mala leche no le interesa nada, yo no puedo trabajar así”, añadió Islas haciendo alusión directa a futbolistas extranjeros que integran la plantilla, aunque evitó individualizarlos.
Dijo que todo tiene un límite “y yo llegué al mío. Me voy”.
El propio Islas comunicó su decisión al directorio. “Yo soy el técnico, no el padre de los jugadores ni su psicólogo”, concluyó.
El resto del cuerpo técnico respaldó plenamente al técnico y aseguró que la actitud de los futbolistas “es incomprensible, y que si hay que irse, hay que irse”.
Malas relaciones
El hecho ha desencadenado un clima de incertidumbre en el “Equipo del pueblo”, que intenta salir de una crisis provocada por las malas relaciones entre jugadores nacionales y extranjeros, que se arrastra desde los primeros meses del año y que en el último tiempo ha provocado el alejamiento de varios futbolistas y multas a otros, pese a los varios intentos del cuerpo técnico por mejorar el relacionamiento al interior del plantel.
En muchos entrenamientos los futbolistas llegaron a los golpes, dejando clara la inestabilidad emocional del grupo que luego de un inicio brillante en el actual torneo fue cayendo en su producción y corre el riesgo de descender.
El argentino Luis Alberto Islas decidió dar por concluido su ciclo como director técnico de Aurora, como consecuencia de la mala relación que existe entre varios de los jugadores del plantel, que ha derivado en el último tiempo en continuas peleas durante las prácticas.
El DT agredió ayer a su compatriota Emiliano Capella, en su afán de evitar un enfrentamiento entre Óliver Fernández y Fernando Batiste, que en reiteradas ocasiones chocaron durante el entrenamiento y estuvieron a punto de irse a las manos.
Islas llamó la atención de modo enérgico a ambos jugadores y también a Capella, que era uno de los que más reclamaban. El defensor argentino respondió de mala manera al llamado de atención del técnico, quien fuera de sí le aplicó un golpe de puño en el cuello.
Tras el incidente llegó hasta el Complejo de la Laguna Alalay el dirigente Manuel Pérez, quien intentó un acercamiento entre el DT y los futbolistas, situación que fue rechazada rotundamente por Islas.
El ex golero de las selecciones argentinas manifestó que es imposible continuar después de lo ocurrido. “Ya está, basta, no voy más”, dijo evidentemente molesto.
Contó que “hay jugadores que quieren pelearse cada día, estamos trabajando bien pero Óliver (Fernández) y Batiste se golpean, van a las manos. Les pedí tranquilidad varias veces y cuando veo que hay otros en lo mismo les digo que se calmen. Entonces viene Capella y me encara de mala manera increpándome. Yo no aguanto más”.
“Me levanto todos los días a las siete, trabajo el día entero, estudio posibilidades para sacar adelante este proyecto hasta tarde en la noche, pero a un grupo de jugadores de mala leche no le interesa nada, yo no puedo trabajar así”, añadió Islas haciendo alusión directa a futbolistas extranjeros que integran la plantilla, aunque evitó individualizarlos.
Dijo que todo tiene un límite “y yo llegué al mío. Me voy”.
El propio Islas comunicó su decisión al directorio. “Yo soy el técnico, no el padre de los jugadores ni su psicólogo”, concluyó.
El resto del cuerpo técnico respaldó plenamente al técnico y aseguró que la actitud de los futbolistas “es incomprensible, y que si hay que irse, hay que irse”.
Malas relaciones
El hecho ha desencadenado un clima de incertidumbre en el “Equipo del pueblo”, que intenta salir de una crisis provocada por las malas relaciones entre jugadores nacionales y extranjeros, que se arrastra desde los primeros meses del año y que en el último tiempo ha provocado el alejamiento de varios futbolistas y multas a otros, pese a los varios intentos del cuerpo técnico por mejorar el relacionamiento al interior del plantel.
En muchos entrenamientos los futbolistas llegaron a los golpes, dejando clara la inestabilidad emocional del grupo que luego de un inicio brillante en el actual torneo fue cayendo en su producción y corre el riesgo de descender.
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