Hexagonal 2007: Blooming 5 - Wilstermann 0

Lo mejor, sin duda que fueron los goles. Blooming, urgido de una victoria y siendo efectivo como pocas veces este año, apabulló anoche a Wilstermann en el Tahuichi (5-0) y levantó vuelo en el hexagonal tras un comienzo discreto luego del 0-0 ante Mamoré la semana pasada. No hay dudas de que le hacía falta un triunfo así, más allá de que, pese a la goleada, fue evidente que al equipo le falta pulir los detalles para consolidarse como un onceno peligroso a nivel de conjunto.
Pero la victoria valió y mucho. Wilster, que llegó al encuentro enfrentado con su dirigencia por deudas económicas y con denuncias incluso de que algunos habrían cobrado ‘por debajo’, como lo dijo Hugo Suárez, fue un equipo sin ambición, que se conformó con manejarle la pelota a su rival en varios pasajes del partido, pero sin tener la efectividad que se le reclamó. Pedriel y Pachi estuvieron a tiro de marcar rematando cruzado, pero las buenas intenciones quedaron ahí.
Blooming, en cambio, y a diferencia de otros partidos, capitalizó en gol la primera jugada clara que tuvo. El espigado Boyero se llevó por delante a Méndez y Vargas en el área rival, centró de derecha para Gutiérrez (10’) y el volante puso el 1-0. Era el principio del fin para la visita, que pese a todo intentó reaccionar cinco minutos después con remate de Sossa que cruzó a tiempo Schiapparelli. La zaga local por ratos hacía aguas, pero no pasaba calores porque en ofensiva Wilster fue decayendo. A los 24’ Limberg Gutiérrez le devolvió gentilezas a Boyero y el delantero liquidó a Suárez (2-0).
Hasta ahí todo bien. Lo que ya comenzó a parecer increíble se dio a los 38’ con el 3-0 marcado por Dimas, que quedó frente al arco rival ante la desconcentración de la zaga. Y ni qué decir cuando Vaca (41’), llevándose el balón con la mano, puso el 4-0. Los hinchas celebraban, porque, como pocas veces, Blooming era efectivo, dinámico de media cancha hacia arriba cuando se lo proponía (Dimas y Vaca fueron clave) y contundente. Con el partido en el bolsillo para la academia se fueron al descanso.
En el complemento el local se dejó encajonar, pero Wilster no encontró la llave para romper la línea defensiva y optó por los remates de larga distancia de Sacha Lima y Sossa. En procura de cuidar piernas de cara al partido del domingo en La Paz frente al Tigre, la academia bajó el acelerador, apelando al contragolpe y tuvo su premio con el 5-0 definitivo. Verduguez dejó atrás a Vargas y Méndez, centró para Gutiérrez (84’) y de nuevo a celebrar. Estaba todo dicho.
Tras el quinto gol, los hinchas comenzaron a marcharse, además de que el espectáculo decayó en un pozo y nada lo levantó. Blooming tuvo su premio porque logró una merecida victoria, sobre todo porque fue contundente. “Esto nos hacía falta, porque no es que juguemos mal”, se justificó Quinteros. Los hinchas saludaron el 5-0 tras el final con un cerrado aplauso al grupo.

Tiro Libre

La sirena de la suerte
Volvió la sirena de Blooming y coincidentemente el equipo, después de mucho tiempo, ganó y por goleada. Por esta razón, los hinchas comenzaron a comentar que es la sirena de la suerte y que debería utilizarse siempre. El instrumento fue estrenado por la barra anoche, ya que la anterior se la robaron del estadio.
No sirvió el tablero
El nuevo tablero para indicar el número del que entra y sale de la cancha no sirvió. Incluso tuvo que acercarse el fiscal de cancha, José Luis Nurnberg, al cuarto arbitro, Óscar Saucedo, para darle algunas indicaciones para utilizarlo. Al final, el tablero nuevo tuvo que ser guardado y se volvió a utilizar el antiguo.
Un inadaptado
En el sector de la preferencia se apostó un grupo de muchachos, de donde se levantó uno de ellos para lanzar un botellazo a la humanidad de Daner Pachi, cuando fue cambiado. El envase estaba lleno de líquido y por suerte no dio en el blanco. Los policías se hicieron los de la vista gorda.