El Deber
The Strongest dejó escapar dos puntos valiosos al empatar ayer frente a Blooming (0-0), igualdad que sumada a las dos derrotas fuera de casa lo dejan mal parado a la conclusión de la tercera fecha del hexagonal del torneo Clausura.
El Tigre dio la sensación de haber vuelto a ser el de antes, un equipo liviano -no por nombres, sino por fútbol-, con poco volumen ofensivo y escaso poder de resolución, a lo que Blooming, muy ordenado en todas sus filas, supo sacarle provecho, y quien sabe si el equipo cruceño pudo haberse llevado algo más del Hernando Siles, si se hubiera animado a ir un poco más al ataque.
La primera mitad del partido fue equilibrada con equipos, primero temerosos y luego poco arriesgados. Los centros, buscando la cabeza de Jara, los remates a la desesperada y una atajada meritoria de Arias resumen lo que hizo ofensivamente el Tigre en esa primera fracción.
En cambio la academia contó con un disparo de Gutiérrez, que salvó Jemio, y otra atajada del arquero en un mano a mano con Verduguez fueron las situaciones de gol a favor de Blooming, más de que las creadas por The Strongest.
Al The Strongest de la segunda mitad no se le puede negar que tuvo la fuerza como para ser persistente en ofensiva, en procura del gol, pero una cosa es eso y otra, diferente, crear y generar ataques con criterio, lo que le faltó; y aunque dominó, el gol nunca llegó.
El cambio de Araúz por Jara no dio el resultado esperado, es más, facilitó el trabajo de la defensa cruceña, que tuvo más espacio para salir jugando y dar el contragolpe.
El tiempo pasaba y los nervios se apoderaron de los jugadores atigrados, que no encontraban la serenidad para concretar las situaciones que creaban. Sin embargo, Blooming, con un remate de Vaca y un cabezazo de Boyero, pudo llevarse tres puntos en vez de uno.
Antes del partido, los atigrados habían repetido, empezando por el técnico, que no se podían dar el lujo de perder puntos de local si la aspiración era pelear por los sitiales de privilegio. Tomándoles la palabra, el Tigre está al borde del precipicio, y no por lo que falte por jugar, sino porque, en lo futbolístico, el equipo ha vuelto a perder el rumbo.
Las frases
“Aprovechamos su desesperación y nos paramos bien”
Gustavo Quinteros / Dt de Blooming
“Buscamos por todos lados, pero muy desordenados”
Herman Soliz / Jugador de T. Strongest
4 Fecha
The Strongest dejó escapar dos puntos valiosos al empatar ayer frente a Blooming (0-0), igualdad que sumada a las dos derrotas fuera de casa lo dejan mal parado a la conclusión de la tercera fecha del hexagonal del torneo Clausura.
El Tigre dio la sensación de haber vuelto a ser el de antes, un equipo liviano -no por nombres, sino por fútbol-, con poco volumen ofensivo y escaso poder de resolución, a lo que Blooming, muy ordenado en todas sus filas, supo sacarle provecho, y quien sabe si el equipo cruceño pudo haberse llevado algo más del Hernando Siles, si se hubiera animado a ir un poco más al ataque.
La primera mitad del partido fue equilibrada con equipos, primero temerosos y luego poco arriesgados. Los centros, buscando la cabeza de Jara, los remates a la desesperada y una atajada meritoria de Arias resumen lo que hizo ofensivamente el Tigre en esa primera fracción.
En cambio la academia contó con un disparo de Gutiérrez, que salvó Jemio, y otra atajada del arquero en un mano a mano con Verduguez fueron las situaciones de gol a favor de Blooming, más de que las creadas por The Strongest.
Al The Strongest de la segunda mitad no se le puede negar que tuvo la fuerza como para ser persistente en ofensiva, en procura del gol, pero una cosa es eso y otra, diferente, crear y generar ataques con criterio, lo que le faltó; y aunque dominó, el gol nunca llegó.
El cambio de Araúz por Jara no dio el resultado esperado, es más, facilitó el trabajo de la defensa cruceña, que tuvo más espacio para salir jugando y dar el contragolpe.
El tiempo pasaba y los nervios se apoderaron de los jugadores atigrados, que no encontraban la serenidad para concretar las situaciones que creaban. Sin embargo, Blooming, con un remate de Vaca y un cabezazo de Boyero, pudo llevarse tres puntos en vez de uno.
Antes del partido, los atigrados habían repetido, empezando por el técnico, que no se podían dar el lujo de perder puntos de local si la aspiración era pelear por los sitiales de privilegio. Tomándoles la palabra, el Tigre está al borde del precipicio, y no por lo que falte por jugar, sino porque, en lo futbolístico, el equipo ha vuelto a perder el rumbo.
Las frases
“Aprovechamos su desesperación y nos paramos bien”
Gustavo Quinteros / Dt de Blooming
“Buscamos por todos lados, pero muy desordenados”
Herman Soliz / Jugador de T. Strongest
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