El Deber
Con la bronca a flor de piel terminaron los más de 15 mil hinchas de Oriente, que descargaron toda su bronca contra el árbitro cochabambino Óscar Maldonado, que tuvo una pésima actuación en el empate entre albiverdes y Real Potosí (0-0), ayer en el Tahuichi. Por suerte, la jornada futbolística no terminó en desgracia, aunque no estuvo lejos de que así fuera, porque el control de las botellas de plástico y de los petardos fue ‘nulo’. Un juez de línea, el técnico potosino y un jugador albiverde sufrieron en carne propia proyectiles que lanzaron desde la tribuna.
Por lo visto en la primera etapa, en la que Oriente fue una ‘avalancha’, se pensó que la victoria llegaría en cuestión de tiempo. Los dirigidos por Buenaventura Ferreira buscaron la apertura del marcador desde el inicio, lateralizando el juego por las dos bandas con los inspirados Marcelo Aguirre, por la derecha, y Jhasmani Campos, por la izquierda. A ello se sumó la velocidad de Robson y la habilidad de Limberg Gutiérrez.
Entonces, ¿qué faltaba? lo más importante: el gol. Nadie podía meterla; Limberg envió un derechazo que dio en el travesaño y, para colmo de males, erró un penal, o mejor dicho, el arquero Hugo Suárez se lo tapó tras una gran actuación. El uno de los lilas fue la figura de la noche, le dijo no a Campos, a Robson y a Aguirre, que se cansaron de intentar romper el cerrojo.
A pesar del empate de los primeros 45 minutos, los jugadores albiverdes se fueron al camerino con aplausos y cánticos, el ambiente en las tribunas era de confianza, aunque el árbitro ya había mostrado muchos errores de apreciación y falta de autoridad sobre los jugadores de ambos equipos.
El segundo tiempo comenzó con Oriente nuevamente volcado al ataque, pero fue sólo por los primeros cinco minutos, luego los visitantes comenzaron a controlar el juego, aunque con poca profundidad. Por lo visto, el objetivo de los lilas no iba más allá del empate, ni cuando quedó con superioridad numérica tras la expulsión de Aguirre (m. 62) y luego de Gutiérrez (m. 87).
Hay que dejar claro que la expulsión de Aguirre, por doble amonestación, fue correcta porque reclamó airadamente (tiró el balón con fuerza) la falta que cobró Maldonado a favor de Real Potosí.
Los ánimos estaban calientes por la actuación de juez y los jugadores de ambos equipos no cesaban de insultarlo, porque se equivocaba seguido.
Un inadaptado, en preferencia, lanzó un petardo contra la humanidad del juez de línea Néstor Aguilar, que estuvo a punto de caer. Maldonado quiso suspender el partido, pero el veedor, Édgar Menacho, le dijo que continúe. La gente estaba enardecida y continuó agrediendo; esta vez desde general salió un petardo que impactó en la pierna de Melgar, que tuvo que ser atendido; aún así el juez decidió seguir.
Ni siquiera la agresión con un botellazo, que sufrió Tito Montaño (m. 85), inmutó a Maldonado, que al final terminó escoltado por la Policía ante los insultos de los jugadores, cuerpo técnico y dirigentes albiverdes, que anunciaron que recusarán a árbitro, que no dejó que se entonará el himno cruceño.
Los técnicos
Lamentablemente, en el primer tiempo no pudimos definir y en el segundo el mal arbitraje impidió que juguemos
Buenaventura Ferreira / Oriente
El empate es un resultado que nos ayuda a levantarnos. Oriente siempre es difícil, más cuando juega de local
Tito Montaño/ Real Potosí
Recusarán a Maldonado
El presidente de Oriente Petrolero, Miguel Ángel Antelo, aseguró que hoy presentará una queja formal a la Liga, pidiendo que Óscar Maldonado no dirija más partidos de los albiverdes y, si es necesario, también sugerirá que el presidente de la comisión nacional de árbitros de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), Alfonso Seligman, sea removido del cargo.
“Los clubes hacemos una gran inversión económica y no es posible que por la mala actuación de un árbitro todo se vaya a borda”, señaló ‘Choco’. El titular refinero aclaró que eso no significa que un juez se parcialice con el equipo albiverde, sino que cumpla con su función de llevar adelante un encuentro de manera ecuánime, algo que, según él, no tuvo Maldonado.
“Yo respeto a los árbitros nacionales, pero si esto continúa de esa manera, vamos a pedir que se contrate a jueces de otros países”, afirmó Antelo a un programa radial, tras el partido.
Hoy, la dirigencia albiverde se reunirá para hacer un análisis sobre el trabajo que viene realizando Seligman. “Queremos que se termine el compadrerío en la dirigencia nacional” dijo.
De taquito
Pidió seguir
El veedor del partido, Édgar Menacho (dirigente de Guabirá), le dijo al árbitro que no suspenda el encuentro, a pesar que desde la tribuna lanzaban petardos y botellas de plástico. “Le dije que siga con su trabajo, que estaba muy mal, y que yo con la Policía trataríamos de poner orden atrás (en la gradería)”, señaló Menacho.
‘keko’, enfurecido
El presidente de la comisión técnica de Oriente, Ernesto ‘Keko’ Álvarez, le dijo de todo al juez Maldonado, que pidió al dirigente albiverde que abandone el campo. “Estos tipos son los que le hacen daño al fútbol. El árbitro fue un ‘desastre’; nos robó el partido”, expresó con mucha bronca Álvarez, que destacó el juego de su equipo.
Por otra puerta
Los jueces del encuentro tuvieron que esperar más de 20 minutos en el centro de la cancha, escoltados por varios policías. Luego se retiraron por el túnel del medio, sin ir a su camerino, que está en frente del equipo local (Oriente). El cuarto árbitro, Félix Pinedo, fue el que recogió los bolsos de sus colegas cochabambinos.
La figura
Hugo Suárez
El arquero de Real Potosí fue una muralla impenetrable para los albiverdes, que intentaron por todos los medios romper el cerrojo. Suárez le ganó varios mano a mano a Limberg Gutiérrez, Jhasmani Campos, Robson y Marcelo Aguirre. Para coronar su actuación, Suárez le tapó un tiro penal al ‘Bomba’. La meta del portero lila es volver a la selección nacional.
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