Los tres puntos ganados por The Strongest sobre La Paz Fútbol Club (1-0), gracias a un disparo pifiado de su goleador Pablo Escobar, son lo único rescatable para un “Tigre” que regresó ayer a Miraflores después de algunas semanas y como si eso influyera reavivó el fútbol reñido con el espectáculo que ya practicó otras veces, aunque para sus integrantes eso no importe, y en las actuales circunstancias lo único valioso sea la victoria.
Convertir un gol bastante temprano y luego meterse atrás a defender esa magra diferencia, como si al frente estuviera el Inter italiano, aunque no va con un grande como el “aurinegro”, es la realidad que futbolísticamente muestra este The Strongest, echando por tierra las creencias de que se podía empezar a ver un “Tigre” mejorado, tal cual parecía ocurrir durante el “tour” por el interior en el que sumó de manera consecutiva en tres partidos siete de nueve puntos posibles.
Las declaraciones del técnico Bernardo Redín al final del partido, como también de algunos jugadores, son reveladoras en sentido de que, por ahora, no importa cómo, la cuestión es ganar, y si es por eso, bien merecido tiene este conjunto centenario el tercer lugar en el que figura en la tabla de posiciones, a sólo dos unidades del puntero Universitario.
La cuestión es que The Strongest se amparó ayer en el disparo de derecha —la pierna que menos utiliza— de Pablo Escobar, con el que logró el único tanto a los 9 minutos de iniciada la brega; en la entrega, que tal vez sea lo más rescatable de la mayoría de sus jugadores; en unos cuantos contragolpes en el segundo periodo con sello de gol, que el propio goleador paraguayo marró de buena posición, y sobre todo en las tres o cuatro atajadas de su arquero que impidieron que el rival lograra al menos empatarle.
Todo lo demás fue de La Paz Fútbol Club: el control de la pelota, el dominio territorial, la mayor cantidad de opciones de gol, como también la improductividad de todo eso junto a la hora de finalizar, algo que ya no resulta novedad si uno se remite a los magros resultados que le han perseguido en sus anteriores tres presentaciones, incluida la de ayer.
En la primera etapa, Cortez, que suele disparar bien hacia el arco, apuntó un par de veces al cielo, aunque en una tercera exigió a Jemio, el arquero “atigrado” que previamente vio cómo el balón impulsado por Álvarez se iba juntito a uno de los palos, y luego, ante el propio Erland, se la jugó para evitar la caída de su pórtico, cuando La Paz FC más buscaba el empate.
En la segunda mitad, en la que se notó menos el dominio del “azulgrana” y se reavivó la escasez de fútbol por parte de ambos equipos, Escobar —lo anotado— perdió tres ocasiones de convertir y por poco le cuestan caro, pues La Paz FC estuvo muy cerca de igualar con un cabezazo de Regis y sobre todo un balonazo a quemarropa de Andaveris, que Jemio sacó de manera notable para que el 1-0 no se moviera hasta que el árbitro Alaín Chávez pitó el final del partido.
A The Strongest le costó sobremanera jugar (tener el balón, hacer tres pases seguidos, desmarcarse, relajarse ante la presión), demostrando demasiadas limitaciones como para imponer un buen fútbol, aunque por encima de eso y sin que importe la silbatina que le dispensó su afición, se embolsilló como sea las tres unidades, pero deberá pensar que en otra quizás no tenga tanta suerte como la tuvo ayer.
Por el lado de La Paz FC, está bien que su técnico defienda el comportamiento táctico de su equipo —más allá de que tenga o no razón—, pero también debe preguntarse por qué eso que él dice que está bien al final no desemboca en otra cosa que no sea una derrota, y con la de ayer van tres al hilo...
Otra mirada
PIFIADO Y GOL
Pablo Escobar tuvo bastante suerte para convertir ayer su séptimo gol en el torneo Apertura de la Liga. Bengolea, mandando el centro, y Silvera, que bajó el balón con el pecho, hicieron gran parte de la jugada. El esférico le quedó al paraguayo para la pierna que menos usa en el fútbol, la derecha, y su remate, pifiado, fue a clavarse a donde Machado no pudo llegar a pesar de su gran estirada. De parte de Escobar fue lo único rescatable, pues con su mejor pierna, la zurda, perdió tres tantos que parecían cantados.
PENAL I
Corría el minuto 26 de la primera etapa. Silvera, metido en el área “azulgrana”, sintió un fuerte empujón por la espalda que le hizo caer. Era Édgar Clavijo quien se lo llevó por delante. Para el referí Alaín Chávez no pasó absolutamente nada.
PENAL II
Jugada en la otra área. Erland Álvarez llega antes que todos al balón y cae trabado por el paraguayo Rolón. Según Chávez, tampoco hubo infracción, y esta vez añadió a su repertorio una tarjeta amarilla contra el jugador “azulgrana”, supuestamente por haber fingido una falta.
¿ERA PARA ROJA?
Dio la impresión de que sí. Apenas 8 minutos del segundo tiempo, Regis se va, enfrenta a Jemio, lo elimina y a punto de rematar, el golero lo baja. El brasileño estaba a tiro de gol y el arquero, vencido, apeló al recurso que, por ser último hombre, debió ser sancionado con tarjeta roja. Chávez sólo sacó amarilla. Cabe apuntar que la jugada nació en un quite de los “azulgranas” con falta sobre Cardozo, que el árbitro tampoco cobró.
LAS AMARILLAS
A quien sí mostró tarjeta roja fue a Christian Vargas, por doble amonestación. Fue a los 44 minutos del segundo periodo. Antes mostró tarjetas amarillas a: Jemio, Flores, Escobar, Silvera y Galindo, de The Strongest; Paz García, Bastos, Álvarez y Pinilla, de La Paz Fútbol Club.
UN DEBUTANTE
Simón Bastos, nacido en Argentina pero boliviano por sus padres, debutó ayer en La Paz Fútbol Club. Durante los días previos al partido nadie habló nada sobre su probable actuación. Fue una sorpresa que el técnico Sergio Apaza se la tenía guardada, haciendo creer, además, que iba a jugar ante The Strongest con tres delanteros. Sacrificó al colombiano Mauricio Pinilla para alinear a un jugador que hizo bastante poco en su primera aparición.
El Árbitro
Mal
Alaín Chávez vio ayer el fútbol al revés. Cobró mal para ambos lados. Cuando menos, pasó por alto un par de penales. Hubo agresiones muy claras ante las que se hizo de la vista gorda. Sacó amarillas por tonterías, y cuando ameritaba amonestar, para él no pasaba nada. Expulsó sólo a un jugador, siendo que al menos dos más hicieron méritos.
La figura
Jemio
Lo más rescatable en materia de individualidades fue Andrés Jemio. Con buenos reflejos, unas tres atajadas suyas salvaron a The Strongest del empate. Faltando 10 minutos para la conclusión del partido, sacó espectacularmente un bombazo de Andaveris. De no haber sido por él, el “Tigre” no hubiera celebrado el triunfo.
La furia de los “azulgranas”
Al finalizar el compromiso, jugadores y miembros del cuerpo técnico de La Paz Fútbol Club le reclamaron airadamente al árbitro Alaín Chávez (semitapado a la derecha) por considerar que sus decisiones los perjudicaron sobremanera y que su actuación influyó en el resultado final. Uno de los más exaltados fue Carlos Ardaya (tercero a la derecha), el preparador físico, quien junto con Helmuth Gutiérrez (8) descargaron su furia sobre Chávez.
La dirigencia “azulgrana” anticipó que presentará una recusación contra el referí.
Síntesis
The Strongest 1
Andrés Jemio
Christian Vargas
Ignacio Rolón
Doile Vaca
Álvaro Ricaldi
Diego Bengolea
(27’ST Sacha Lima)
Wílder Arévalo
Wálter Flores
A. Chumacero
(1’ST Jaime Cardozo)
Pablo Escobar
Santiago Silvera
(14’ST R. Galindo)
DT: Bernardo Redín
La Paz FC 0
Mauro Machado
Didí Torrico
Rómulo Alaca
Juan Carlos Paz
Édgar Clavijo
Helmuth Gutiérrez
Édgar Olivares
Simón Bastos
(32’ST E. Vargas)
Julio C. Cortez
(15’ST M. Pinilla)
Erland Álvarez
(1’ST R. de Souza)
Augusto Andaveris
DT: Sergio Apaza
Gol Min. Autor
1-0 9’PT Escobar
Estadio: Hernando Siles
Recaudación: Bs 122.660.-
Público: 6.920 entradas vendidas, 1.302 libres y 523 socios
Árbitro: Alaín Chávez
Asistentes: Humberto Paz y Javier Bustillos
Expulsado: Vargas (TS), 44’ST
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