La Prensa
Según el dicho, tantas veces va el agua al cántaro, que éste se rompe, pero anoche eso no ocurrió. Bolívar jugó mejor que otras veces, sin embargo su pecado fue no embocar unas cuantas de las innumerables ocasiones de las que dispuso, de manera que tuvo que resignarse con un empate sin goles frente a un Blooming que vino a defenderse, y que de contragolpe por poco se lleva un premio mayor.
La “Academia” fue un equipo distinto a partidos anteriores por varias razones: experimentó una notoria actitud de cada uno de sus integrantes por mejorar futbolísticamente, y mostró varias virtudes combinadas entre el rendimiento físico y el juego colectivo, que lo hicieron a ratos muy superior a Blooming; empero, con una carencia de definición que pasó por errores propios muy notorios, como también, algunas otras veces, por la buena performance del guardameta Lanz de la visita.
Los que en los vestuarios al final del partido dijeron que la victoria pudo ser para cualquiera tenían razón. Lo pudo ganar Bolívar por tantas veces que llegó con claridad hasta el área contraria, incluyendo alguna pelota que pegó en el palo, como para también atribuir el resultado a la mala fortuna. Lo pudo ganar Blooming, porque, aunque fueron muchas menos sus oportunidades, hubo alguna demasiado clara que la desperdició cuando lo más sencillo parecía ser que el esférico llegaba al fondo del arco.
Bolívar debió terminar la primera fracción con al menos dos goles a favor, como para marcar un equilibrio entre lo que hizo ofensivamente y el resultado, pues virtualmente tuvo a su oponente cruceño contra las cuerdas. Ese dominio, la fuerza con la que pasó por encima a su rival y las posibilidades ante el arco de enfrente debieron haberle dado algún rédito en el marcador.
Sus mejores ocasiones fueron un remate del chico Vargas, que no fue gol porque el balón fue desviado por un zaguero; dos entradas de Valentierra, ambas atajadas por Lanz, y la última de Pachi, que con el pie cambiado remató alto. Pero hay que recalcar que llegó bastante más.
En esa primera fracción Bolívar extrañó a Botero, que miró el partido desde el banco, y cuando al goleador le tocó entrar en la segunda mitad, las presunciones apuntaban a que las cosas cambiarían; empero, el tiempo fue pasando, como también se fueron desperdiciando las oportunidades.
Martínez, mediante un cabezazo, hizo creer que la pelota iba por fin hacia la red; no contaba con un manotazo de Lanz, que desvió el esférico ligeramente, ni con el parante izquierdo, donde rebotó y se fue de la cancha.
¿Cuál había sido el mérito de Blooming hasta entonces para mantener el marcador en cero? Quizás el orden táctico del que no se salió nunca, aunque esto tal vez se hubiera desbaratado por completo si los “celestes” paceños embocaban.
Tampoco tuvo puntería el brasileño Patrick Alves a los 17 minutos del complemento, cuando solito frente a Arias, lo pescó a éste en mitad del camino, pero su remate de derecha increíblemente se fue al lado del parante. Blooming se lo perdió.
Medio minuto después, Valentierra remató muy débil y Lanz contuvo el esférico, y cuando justo se cumplía la media hora, Abdón Reyes escapó por la izquierda, eludió al arquero que había salido lejos de su área, y cuando mandó el centro no encontró un oportuno receptor.
El convencimiento de que no era un partido para los goles llegó a los 38", con Botero bien proyectado, solo frente al golero, y una definición que a todos les pareció que era como para que por fin se abriera la cuenta; sin embargo, el balón no entró.
Blooming se perdió una chance más para llevarse un triunfo sin merecerlo, fue en la última acción de Joselito, desperdiciada; aunque cuando el árbitro pitó el final, esas opciones pasaron a ser una anécdota para la visita, que siquiera se llevó una unidad; en cambio, todo lo que se perdió Bolívar se transformó en un tormento para sus integrantes, que en su mejor partido jugado aquí en la temporada no pudieron regalarle a su afición una victoria.
Otra mirada
REY DE LOS EMPATES
Bolívar recuperó el rótulo de “rey de los empates”. La de anoche fue su sexta igualdad en lo que va del torneo, de 11 partidos que ha jugado. En cinco ocasiones empató en La Paz y sólo una afuera (con el líder Universitario).
DIO IGUAL
La “Academia” jugó anoche toda la primera mitad sin su goleador Joaquín Botero (ocho tantos en el torneo), a quien sancionó de esa manera por una falta disciplinaria. A los 30 minutos de ese periodo la gente empezó a impacientarse y a pedir al técnico Habegger que pusiera al artillero. Éste entró en el segundo tiempo, pero no cambió nada, más bien se falló un gol increíble.
BUENA PROMESA
La actuación del joven delantero Rodrigo Vargas provocó una buena impresión. El chico sub-20 actuó por primera vez en La Paz (ya lo había hecho frente a Guabirá en Montero) y el buen manejo de la pelota y su velocidad no pasaron desapercibidos. Alguna gente hubiera preferido que él permaneciera en el campo en el segundo tiempo e hiciera dupla con Botero en el ataque bolivarista, pero Habegger pensó de otra manera.
CON EL PIE CAMBIADO
Daner Pachi tuvo una mala noche y para colmo de males, por segunda vez consecutiva emergió de su parte una torpeza contra el adversario. El referí le sacó ayer tarjeta amarilla por entrar muy fuerte contra un rival. El domingo, cabe recordarlo, le fracturó el tabique a Joel Escobar, de Aurora.
¿QUÉ PASA, CARRARIO?
La reaparición del veterano delantero argentino Silvio Carrario en filas “celestes” no fue nada afortunada sobre el terreno de juego. Pero más desafortunada fue la agresión de palabra, que casi llega hacerse efectivo de hecho, que protagonizó contra uno de nuestros periodistas en la zona de vestuarios y sin que medie motivo alguno. Los insultos contra el enviado de este medio a la cobertura de Bolívar anoche y su actitud tan agresiva (que la pueden certificar miembros del propio club) merecen al menos una explicación suya.
Las frases
El equipo generó varias opciones de gol, pero no supo anotar. Los jugadores cayeron en la ansiedad de anotar. A pesar del resultado, creo que se hizo un buen partido”
Jorge Habegger
Técnico de Bolívar
Lastimosamente no pudimos convertir las opciones que tuvimos en todo el partido. Este empate no es lo conveniente para nuestras aspiraciones, lo ideal era ganar las tres unidades”
Daner Pachi
Jugador de Bolívar
Pudimos haber ganado. Si bien el primer tiempo no jugamos bien, en el segundo mejoramos y tuvimos dos opciones de gol muy claras. Éste es un resultado que vale mucho”
Gustavo Quinteros
Entrenador de Blooming
Reyes se enojó con el árbitro
Acabó el partido y el capitán de Bolívar, Leonel Reyes, descargó su molestia contra el juez Raúl Orozco.
Efectivos de la Policía tuvieron que proteger al referí del enojo del jugador de la “Academia”.
El Árbitro
Bien
Raúl Orozco dirigió con bastante precisión, y estuvo —cosa que amerita ser subrayado— muy bien secundado por sus asistentes, que tuvieron mucho trabajo. El referí no exageró en la cantidad de tarjetas amarillas para sancionar a los jugadores que se pasaron de la raya. Cometió pocos errores, ninguno que hubiera sido determinante.
La figura
Pablo Lanz
Es cierto que los jugadores de Bolívar fallaron harto en la definición, pero también se toparon con una noche inspirada del arquero de Blooming, que estuvo acertado en algún mano a mano, en remates de larga distancia (tapó estupendamente uno de Valentierra en el primer tiempo) y además le ayudó mucho su buena ubicación.
Síntesis
Bolívar 0
Carlos Arias
Carlos Camacho
Luis Torrico
Ronald Arana
Emilio Martínez
Abdón Reyes
Leonel Reyes
Daner Pachi
Arnulfo Valentierra
Rodrigo Vargas
(1’ST Joaquín Botero)
Pablo Rivera
(12’ST Silvio Carrario)
DT: Jorge Habegger
Blooming 0
Pablo Lanz
Wílder Zabala
Sergio Jáuregui
Alejandro Schiaparelli
Rosauro Rivero
José González
Marcos Andia
Ricardo Verduguez
Joselito Vaca
Óscar Araúz
(16’ST Raúl Gutiérrez)
(42’ST Richard Coca)
Patrick Alves
(29’ST Eduardo Rivera)
DT: Gustavo Quinteros
Sin goles
Estadio: Hernando Siles
Recaudación: Bs 76.685
Público: 5.919 entradas vendidas, 934 abonos y 1.717 libres
Árbitro: Raúl Orozco
Asistentes: Remberto Cruz e Ismael Terceros
Según el dicho, tantas veces va el agua al cántaro, que éste se rompe, pero anoche eso no ocurrió. Bolívar jugó mejor que otras veces, sin embargo su pecado fue no embocar unas cuantas de las innumerables ocasiones de las que dispuso, de manera que tuvo que resignarse con un empate sin goles frente a un Blooming que vino a defenderse, y que de contragolpe por poco se lleva un premio mayor.
La “Academia” fue un equipo distinto a partidos anteriores por varias razones: experimentó una notoria actitud de cada uno de sus integrantes por mejorar futbolísticamente, y mostró varias virtudes combinadas entre el rendimiento físico y el juego colectivo, que lo hicieron a ratos muy superior a Blooming; empero, con una carencia de definición que pasó por errores propios muy notorios, como también, algunas otras veces, por la buena performance del guardameta Lanz de la visita.
Los que en los vestuarios al final del partido dijeron que la victoria pudo ser para cualquiera tenían razón. Lo pudo ganar Bolívar por tantas veces que llegó con claridad hasta el área contraria, incluyendo alguna pelota que pegó en el palo, como para también atribuir el resultado a la mala fortuna. Lo pudo ganar Blooming, porque, aunque fueron muchas menos sus oportunidades, hubo alguna demasiado clara que la desperdició cuando lo más sencillo parecía ser que el esférico llegaba al fondo del arco.
Bolívar debió terminar la primera fracción con al menos dos goles a favor, como para marcar un equilibrio entre lo que hizo ofensivamente y el resultado, pues virtualmente tuvo a su oponente cruceño contra las cuerdas. Ese dominio, la fuerza con la que pasó por encima a su rival y las posibilidades ante el arco de enfrente debieron haberle dado algún rédito en el marcador.
Sus mejores ocasiones fueron un remate del chico Vargas, que no fue gol porque el balón fue desviado por un zaguero; dos entradas de Valentierra, ambas atajadas por Lanz, y la última de Pachi, que con el pie cambiado remató alto. Pero hay que recalcar que llegó bastante más.
En esa primera fracción Bolívar extrañó a Botero, que miró el partido desde el banco, y cuando al goleador le tocó entrar en la segunda mitad, las presunciones apuntaban a que las cosas cambiarían; empero, el tiempo fue pasando, como también se fueron desperdiciando las oportunidades.
Martínez, mediante un cabezazo, hizo creer que la pelota iba por fin hacia la red; no contaba con un manotazo de Lanz, que desvió el esférico ligeramente, ni con el parante izquierdo, donde rebotó y se fue de la cancha.
¿Cuál había sido el mérito de Blooming hasta entonces para mantener el marcador en cero? Quizás el orden táctico del que no se salió nunca, aunque esto tal vez se hubiera desbaratado por completo si los “celestes” paceños embocaban.
Tampoco tuvo puntería el brasileño Patrick Alves a los 17 minutos del complemento, cuando solito frente a Arias, lo pescó a éste en mitad del camino, pero su remate de derecha increíblemente se fue al lado del parante. Blooming se lo perdió.
Medio minuto después, Valentierra remató muy débil y Lanz contuvo el esférico, y cuando justo se cumplía la media hora, Abdón Reyes escapó por la izquierda, eludió al arquero que había salido lejos de su área, y cuando mandó el centro no encontró un oportuno receptor.
El convencimiento de que no era un partido para los goles llegó a los 38", con Botero bien proyectado, solo frente al golero, y una definición que a todos les pareció que era como para que por fin se abriera la cuenta; sin embargo, el balón no entró.
Blooming se perdió una chance más para llevarse un triunfo sin merecerlo, fue en la última acción de Joselito, desperdiciada; aunque cuando el árbitro pitó el final, esas opciones pasaron a ser una anécdota para la visita, que siquiera se llevó una unidad; en cambio, todo lo que se perdió Bolívar se transformó en un tormento para sus integrantes, que en su mejor partido jugado aquí en la temporada no pudieron regalarle a su afición una victoria.
Otra mirada
REY DE LOS EMPATES
Bolívar recuperó el rótulo de “rey de los empates”. La de anoche fue su sexta igualdad en lo que va del torneo, de 11 partidos que ha jugado. En cinco ocasiones empató en La Paz y sólo una afuera (con el líder Universitario).
DIO IGUAL
La “Academia” jugó anoche toda la primera mitad sin su goleador Joaquín Botero (ocho tantos en el torneo), a quien sancionó de esa manera por una falta disciplinaria. A los 30 minutos de ese periodo la gente empezó a impacientarse y a pedir al técnico Habegger que pusiera al artillero. Éste entró en el segundo tiempo, pero no cambió nada, más bien se falló un gol increíble.
BUENA PROMESA
La actuación del joven delantero Rodrigo Vargas provocó una buena impresión. El chico sub-20 actuó por primera vez en La Paz (ya lo había hecho frente a Guabirá en Montero) y el buen manejo de la pelota y su velocidad no pasaron desapercibidos. Alguna gente hubiera preferido que él permaneciera en el campo en el segundo tiempo e hiciera dupla con Botero en el ataque bolivarista, pero Habegger pensó de otra manera.
CON EL PIE CAMBIADO
Daner Pachi tuvo una mala noche y para colmo de males, por segunda vez consecutiva emergió de su parte una torpeza contra el adversario. El referí le sacó ayer tarjeta amarilla por entrar muy fuerte contra un rival. El domingo, cabe recordarlo, le fracturó el tabique a Joel Escobar, de Aurora.
¿QUÉ PASA, CARRARIO?
La reaparición del veterano delantero argentino Silvio Carrario en filas “celestes” no fue nada afortunada sobre el terreno de juego. Pero más desafortunada fue la agresión de palabra, que casi llega hacerse efectivo de hecho, que protagonizó contra uno de nuestros periodistas en la zona de vestuarios y sin que medie motivo alguno. Los insultos contra el enviado de este medio a la cobertura de Bolívar anoche y su actitud tan agresiva (que la pueden certificar miembros del propio club) merecen al menos una explicación suya.
Las frases
El equipo generó varias opciones de gol, pero no supo anotar. Los jugadores cayeron en la ansiedad de anotar. A pesar del resultado, creo que se hizo un buen partido”
Jorge Habegger
Técnico de Bolívar
Lastimosamente no pudimos convertir las opciones que tuvimos en todo el partido. Este empate no es lo conveniente para nuestras aspiraciones, lo ideal era ganar las tres unidades”
Daner Pachi
Jugador de Bolívar
Pudimos haber ganado. Si bien el primer tiempo no jugamos bien, en el segundo mejoramos y tuvimos dos opciones de gol muy claras. Éste es un resultado que vale mucho”
Gustavo Quinteros
Entrenador de Blooming
Reyes se enojó con el árbitro
Acabó el partido y el capitán de Bolívar, Leonel Reyes, descargó su molestia contra el juez Raúl Orozco.
Efectivos de la Policía tuvieron que proteger al referí del enojo del jugador de la “Academia”.
El Árbitro
Bien
Raúl Orozco dirigió con bastante precisión, y estuvo —cosa que amerita ser subrayado— muy bien secundado por sus asistentes, que tuvieron mucho trabajo. El referí no exageró en la cantidad de tarjetas amarillas para sancionar a los jugadores que se pasaron de la raya. Cometió pocos errores, ninguno que hubiera sido determinante.
La figura
Pablo Lanz
Es cierto que los jugadores de Bolívar fallaron harto en la definición, pero también se toparon con una noche inspirada del arquero de Blooming, que estuvo acertado en algún mano a mano, en remates de larga distancia (tapó estupendamente uno de Valentierra en el primer tiempo) y además le ayudó mucho su buena ubicación.
Síntesis
Bolívar 0
Carlos Arias
Carlos Camacho
Luis Torrico
Ronald Arana
Emilio Martínez
Abdón Reyes
Leonel Reyes
Daner Pachi
Arnulfo Valentierra
Rodrigo Vargas
(1’ST Joaquín Botero)
Pablo Rivera
(12’ST Silvio Carrario)
DT: Jorge Habegger
Blooming 0
Pablo Lanz
Wílder Zabala
Sergio Jáuregui
Alejandro Schiaparelli
Rosauro Rivero
José González
Marcos Andia
Ricardo Verduguez
Joselito Vaca
Óscar Araúz
(16’ST Raúl Gutiérrez)
(42’ST Richard Coca)
Patrick Alves
(29’ST Eduardo Rivera)
DT: Gustavo Quinteros
Sin goles
Estadio: Hernando Siles
Recaudación: Bs 76.685
Público: 5.919 entradas vendidas, 934 abonos y 1.717 libres
Árbitro: Raúl Orozco
Asistentes: Remberto Cruz e Ismael Terceros
No hay comentarios.:
Publicar un comentario