Era su final, estaba más inspirado que nunca y cuando le tocó patear el quinto y decisivo penal, no dubitó. Corrió hacia la pelota y con un soberbio derechazo cruzado fusiló al meta Fernández, provocando el delirio entre sus hinchas. Aurora por fin gritaba ¡campeón! y el plantel en la cancha era puro euforia. Villalba se vistió de héroe y los miles de cochabambinos que desafiaron al frío de Sucre, con granizo incluido, ‘enloquecieron’ con el primer título liguero del ‘equipo del pueblo’ conseguido a costa de Blooming.
Abrazos y lágrimas se veían por todos lados entre las caras de felicidad, y el grito de “dale campeón, dale campeón...” retumbaba en un estadio Patria que volvió a ser sede de una vuelta olímpica, aunque esta vez con invitados ajenos. Pero ganar el Clausura 2008 y asegurarse la segunda plaza a la Copa Libertadores del próximo año no fue fácil, porque cuando parecía que Blooming arrollaba con un plantel más experimentado y con ‘más cancha’, supo levantarse y asestar el golpe certero para liquidar a un rival que no encontró explicación a lo sucedido.
El partido, antes de llegar a los penales, fue emotivo. Primero porque Blooming intentó llevar la iniciativa con Verduguez punzante por izquierda y con Boyero poniendo en aprietos a la zaga. Pero cuando parecía que el gol llegaba, un preciso centro de Federico Bongioanni (uno de los mejores en la cancha) encontró la cabeza de Villalba (8’), que golpeó y la pelota fue a parar a las redes. El 1-0 se firmaba para Aurora y aunque faltaba mucho, los cochabambinos se daban cuenta de un detalle fundamental: en los centros cruzados al corazón del área Blooming sufría bastante.
Era obvio que la academia no se iba a quedar con los brazos cruzados, y si quería reaccionar, debía hacerlo de inmediato, antes de que el aire y las piernas comenzaran a faltar por la altitud chuquisaqueña (2.750 msnm). Y así lo hizo. A los 10’ Vieira avisó con un zurdazo cruzado, pero a los 14’ llegó el ansiado empate. Dulcich despejó corto un centro de Verduguez y como la pelota le cayó en los pies a Mojica, éste no hizo más que empujarla. El 1-1 levantó al equipo de Gustavo Quinteros, que luego, con otra gran jugada de Mojica, que se sacó de encima a Gutiérrez, levantó el centro y apareció Boyero (19’) para poner de cabeza el 2-1 parcial.
De ahí en más dio la impresión de que Blooming tenía controlada la situación, pero el complemento fue otra historia. Apenas 4’ se habían jugado del reinicio cuando Villalba, tras mala salida del meta Fernández, aprovechó el desconcierto y puso el 2-2. La final subió de temperatura y Aurora lo pudo liquidar con jugadas de Bongioanni y Castellón. A la academia le faltaba aire y cuando Quinteros mandó a la cancha a Saucedo se intentó tener presencia, pero no fue suficiente. Aurora tuvo garra y el título se lo llevó en la definición por penales, en la que Dulcich tapó el remate de Vieira y Rivero pateó al horizontal.
El ojo crítico
Caído del cielo
Federico Bongioanni / Volante
Gran labor en el medio
Bongioanni fue otra de las figuras del partido. Su despliegue por las bandas le dio a Aurora una opción más en la ofensiva. Pudo haber marcado, pero falló. Fue el mejor, después de Villalba.
El duro
Herman Soliz / Defensor
Brusco y sin argumentos
Soliz no jugó bien y en más de una ocasión jugó al filo. Pateó sin balón a Bongioanni y en las pelotas cruzadas, subió la pierna por demás. Pese a ello, ni siquiera fue amonestado.
Premio limón
Equipo de Blooming
Desperdició la oportunidad
Volvió a repetir los errores de la final en Cochabamba. Los centros al corazón del área dejaron en evidencia la falta de coordinación en la zaga. Era el favorito, pero dejó escapar la chance.
La figura
Aquilino Villalba
Labor casi impecable la del delantero de Aurora. Fue la figura por dos aspectos:
1.- Marcó los goles con los que su equipo empató en tiempo reglamentario.
2.- Fue el líder de su equipo, el hombre que levantó al plantel cuando estaba abajo. Puso en jaque a Schiapparelli y Blanco.
Abrazos y lágrimas se veían por todos lados entre las caras de felicidad, y el grito de “dale campeón, dale campeón...” retumbaba en un estadio Patria que volvió a ser sede de una vuelta olímpica, aunque esta vez con invitados ajenos. Pero ganar el Clausura 2008 y asegurarse la segunda plaza a la Copa Libertadores del próximo año no fue fácil, porque cuando parecía que Blooming arrollaba con un plantel más experimentado y con ‘más cancha’, supo levantarse y asestar el golpe certero para liquidar a un rival que no encontró explicación a lo sucedido.
El partido, antes de llegar a los penales, fue emotivo. Primero porque Blooming intentó llevar la iniciativa con Verduguez punzante por izquierda y con Boyero poniendo en aprietos a la zaga. Pero cuando parecía que el gol llegaba, un preciso centro de Federico Bongioanni (uno de los mejores en la cancha) encontró la cabeza de Villalba (8’), que golpeó y la pelota fue a parar a las redes. El 1-0 se firmaba para Aurora y aunque faltaba mucho, los cochabambinos se daban cuenta de un detalle fundamental: en los centros cruzados al corazón del área Blooming sufría bastante.
Era obvio que la academia no se iba a quedar con los brazos cruzados, y si quería reaccionar, debía hacerlo de inmediato, antes de que el aire y las piernas comenzaran a faltar por la altitud chuquisaqueña (2.750 msnm). Y así lo hizo. A los 10’ Vieira avisó con un zurdazo cruzado, pero a los 14’ llegó el ansiado empate. Dulcich despejó corto un centro de Verduguez y como la pelota le cayó en los pies a Mojica, éste no hizo más que empujarla. El 1-1 levantó al equipo de Gustavo Quinteros, que luego, con otra gran jugada de Mojica, que se sacó de encima a Gutiérrez, levantó el centro y apareció Boyero (19’) para poner de cabeza el 2-1 parcial.
De ahí en más dio la impresión de que Blooming tenía controlada la situación, pero el complemento fue otra historia. Apenas 4’ se habían jugado del reinicio cuando Villalba, tras mala salida del meta Fernández, aprovechó el desconcierto y puso el 2-2. La final subió de temperatura y Aurora lo pudo liquidar con jugadas de Bongioanni y Castellón. A la academia le faltaba aire y cuando Quinteros mandó a la cancha a Saucedo se intentó tener presencia, pero no fue suficiente. Aurora tuvo garra y el título se lo llevó en la definición por penales, en la que Dulcich tapó el remate de Vieira y Rivero pateó al horizontal.
El ojo crítico
Caído del cielo
Federico Bongioanni / Volante
Gran labor en el medio
Bongioanni fue otra de las figuras del partido. Su despliegue por las bandas le dio a Aurora una opción más en la ofensiva. Pudo haber marcado, pero falló. Fue el mejor, después de Villalba.
El duro
Herman Soliz / Defensor
Brusco y sin argumentos
Soliz no jugó bien y en más de una ocasión jugó al filo. Pateó sin balón a Bongioanni y en las pelotas cruzadas, subió la pierna por demás. Pese a ello, ni siquiera fue amonestado.
Premio limón
Equipo de Blooming
Desperdició la oportunidad
Volvió a repetir los errores de la final en Cochabamba. Los centros al corazón del área dejaron en evidencia la falta de coordinación en la zaga. Era el favorito, pero dejó escapar la chance.
La figura
Aquilino Villalba
Labor casi impecable la del delantero de Aurora. Fue la figura por dos aspectos:
1.- Marcó los goles con los que su equipo empató en tiempo reglamentario.
2.- Fue el líder de su equipo, el hombre que levantó al plantel cuando estaba abajo. Puso en jaque a Schiapparelli y Blanco.
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