La Prensa
El futuro de Bolívar quedará rubricado esta tarde (17.30), cuando la Asamblea Extraordinaria de Socios, que se reunirá en el Gran Centro Mario Mercado Vaca Guzmán, considere y apruebe el poder legal mediante el cual cederá la administración del club por los próximos 20 años a Bolívar Administración e Inversiones Sociedad Anónima (BAISA).
En septiembre, la asamblea aprobó la creación de una sociedad anónima y ahora debe dar su visto bueno al poder notariado que facultará a BAISA para “hacer y deshacer” en Bolívar hasta el 2028, con el compromiso de —en ese lapso— dotarle al club de un ingreso anual de por lo menos un millón de dólares y mejorar su actual patrimonio.
Con el poder en sus manos, la empresa presidida por el millonario boliviano Marcelo Claure se hará responsable —una vez que sea constituida la sociedad anónima— de los negocios, las operaciones, transferencias y ventas de los bienes que sean de propiedad del Bolívar.
En su más reciente visita al país, el pasado fin de semana, Claure —quien radica en los Estados Unidos— admitió que para equilibrar la economía del club y hacer viable la sociedad, lo más probable es que se proceda a la venta de una parte del patrimonio, aunque ello merecerá primero un análisis de mercado, explicó.
Según dio a entender Claure, el Gran Centro, el bien inmueble mejor posicionado del club, pasará a la historia y BAISA construirá en esos terrenos —de unos 2.500 metros cuadrados— un edificio que le reditúe beneficios a la sociedad.
El empresario aseguró que las inversiones que hará la sociedad anómina harán de Bolívar la institución más grande del país.
El vicepresidente “celeste”, Jorge Iturralde, informó ayer que uno de los proyectos de más urgente ejecución dotará al club de un complejo, de principio con dos canchas de fútbol y una residencia para las concentraciones en los terrenos de Cotahuma. Además, el estadio Simón Bolívar, de Tembladerani, se convertirá en un moderno escenario donde jugará el primer plantel sus partidos oficiales.
La Academia tiene en Cotahuma unos 40.000 metros cuadrados de terreno apto para construir. Allí ya se ha concluído el levantamiento topográfico, el cual garantiza en distintos niveles la construcción de hasta tres canchas de fútbol y una casa de concentraciones, que servirá tanto para el primer plantel como para las divisiones inferiores y la escuela de fútbol. “En principio se harán dos canchas”, sostuvo Iturralde.
Según el dirigente, ese proyecto debe marchar a pasos apresurados, pues debe estar terminado para cuando se decida echar abajo el estadio Simón Bolívar y se construya un moderno escenario en el mismo sitio, que además contará con un edificio en el que funcionarán las oficinas del club.
“La puesta en marcha de los proyectos va a depender de lo que decida BAISA a partir de la entrega del poder para que administre el club”, recalcó el directivo.
El directorio “celeste”, presidido por Guido Loayza, continuará al mando del club y se hará cargo de toda la parte deportiva, que incluye la conformación del primer plantel, el mantenimiento de las divisiones menores y de la escuela de fútbol, aunque con recursos de la sociedad.
Cumplidos los 20 años, BAISA deberá devolver al Bolívar una suma igual al patrimonio que tiene el club en el momento de la suscripción del contrato, más una tasa de interés anual.
La otra mirada
ORDEN DEL DÍA
De cinco puntos consiste el orden del día de la Asamblea Extraordinaria de Socios convocada para hoy.
I. Lectura del acta de la Asamblea del 19 de septiembre ; II. Consideración y aprobación del poder para la suscripción del contrato con Bolívar Administración e Inversión Sociedad Anónima; III. Necesidad de modificación de los estatutos frente a la nueva estructura del club; IV. Ratificación de los miembros designados a la Comisión Disciplinaria; V. Resoluciones de la Asamblea General.
SÓLO UN PRESIDENTE
Guido Loayza Mariaca quedará como único presidente del Club Bolívar, pues Marcelo Claure dejará de ejercer la copresidencia para pasar a ser presidente de Bolívar Administración e Inversión Sociedad Anónima (BAISA). “La presidencia del club será independiente de la sociedad”, según Claure. Dicha medida transparentará el manejo de ambas instancias.
El club vivirá con el dinero de BAISA
Bolívar Administración e Inversiones Sociedad Anónima (BAISA) se hará cargo de absolutamente todos los manejos económicos de Bolívar mientras dure el contrato de administración. Eso significa que por los próximos 20 años los directivos del club dejarán de lado las penurias económicas, pues tendrán quién sostenga el funcionamiento del primer plantel.
Con recursos de la sociedad anómina, mínimo de un millón de dólares anuales, según reza el compromiso, el club podrá conformar su primer plantel para afrontar los torneos de la Liga y los certámenes internacionales a los que se clasifique.
Sin embargo, a cambio no percibirá ningún ingreso por concepto de publicidad, participación en torneos internacionales o por recaudaciones; tampoco por transferencias de jugadores. Todo ingreso financiero será directamente administrado por BAISA.
Al mismo tiempo, el directorio dejará de tener responsabilidad directa en el pago de salarios al cuerpo técnico y jugadores, pues de eso se hará cargo la sociedad. De hecho, con la firma del poder se regularizará el cumplimiento al primer plantel.
La sociedad se encargará, asimismo, de cubrir las deudas, además de asumir remuneraciones, indemnizaciones a futuro, suscripción y disolución de contratos.
El futuro de Bolívar quedará rubricado esta tarde (17.30), cuando la Asamblea Extraordinaria de Socios, que se reunirá en el Gran Centro Mario Mercado Vaca Guzmán, considere y apruebe el poder legal mediante el cual cederá la administración del club por los próximos 20 años a Bolívar Administración e Inversiones Sociedad Anónima (BAISA).
En septiembre, la asamblea aprobó la creación de una sociedad anónima y ahora debe dar su visto bueno al poder notariado que facultará a BAISA para “hacer y deshacer” en Bolívar hasta el 2028, con el compromiso de —en ese lapso— dotarle al club de un ingreso anual de por lo menos un millón de dólares y mejorar su actual patrimonio.
Con el poder en sus manos, la empresa presidida por el millonario boliviano Marcelo Claure se hará responsable —una vez que sea constituida la sociedad anónima— de los negocios, las operaciones, transferencias y ventas de los bienes que sean de propiedad del Bolívar.
En su más reciente visita al país, el pasado fin de semana, Claure —quien radica en los Estados Unidos— admitió que para equilibrar la economía del club y hacer viable la sociedad, lo más probable es que se proceda a la venta de una parte del patrimonio, aunque ello merecerá primero un análisis de mercado, explicó.
Según dio a entender Claure, el Gran Centro, el bien inmueble mejor posicionado del club, pasará a la historia y BAISA construirá en esos terrenos —de unos 2.500 metros cuadrados— un edificio que le reditúe beneficios a la sociedad.
El empresario aseguró que las inversiones que hará la sociedad anómina harán de Bolívar la institución más grande del país.
El vicepresidente “celeste”, Jorge Iturralde, informó ayer que uno de los proyectos de más urgente ejecución dotará al club de un complejo, de principio con dos canchas de fútbol y una residencia para las concentraciones en los terrenos de Cotahuma. Además, el estadio Simón Bolívar, de Tembladerani, se convertirá en un moderno escenario donde jugará el primer plantel sus partidos oficiales.
La Academia tiene en Cotahuma unos 40.000 metros cuadrados de terreno apto para construir. Allí ya se ha concluído el levantamiento topográfico, el cual garantiza en distintos niveles la construcción de hasta tres canchas de fútbol y una casa de concentraciones, que servirá tanto para el primer plantel como para las divisiones inferiores y la escuela de fútbol. “En principio se harán dos canchas”, sostuvo Iturralde.
Según el dirigente, ese proyecto debe marchar a pasos apresurados, pues debe estar terminado para cuando se decida echar abajo el estadio Simón Bolívar y se construya un moderno escenario en el mismo sitio, que además contará con un edificio en el que funcionarán las oficinas del club.
“La puesta en marcha de los proyectos va a depender de lo que decida BAISA a partir de la entrega del poder para que administre el club”, recalcó el directivo.
El directorio “celeste”, presidido por Guido Loayza, continuará al mando del club y se hará cargo de toda la parte deportiva, que incluye la conformación del primer plantel, el mantenimiento de las divisiones menores y de la escuela de fútbol, aunque con recursos de la sociedad.
Cumplidos los 20 años, BAISA deberá devolver al Bolívar una suma igual al patrimonio que tiene el club en el momento de la suscripción del contrato, más una tasa de interés anual.
La otra mirada
ORDEN DEL DÍA
De cinco puntos consiste el orden del día de la Asamblea Extraordinaria de Socios convocada para hoy.
I. Lectura del acta de la Asamblea del 19 de septiembre ; II. Consideración y aprobación del poder para la suscripción del contrato con Bolívar Administración e Inversión Sociedad Anónima; III. Necesidad de modificación de los estatutos frente a la nueva estructura del club; IV. Ratificación de los miembros designados a la Comisión Disciplinaria; V. Resoluciones de la Asamblea General.
SÓLO UN PRESIDENTE
Guido Loayza Mariaca quedará como único presidente del Club Bolívar, pues Marcelo Claure dejará de ejercer la copresidencia para pasar a ser presidente de Bolívar Administración e Inversión Sociedad Anónima (BAISA). “La presidencia del club será independiente de la sociedad”, según Claure. Dicha medida transparentará el manejo de ambas instancias.
El club vivirá con el dinero de BAISA
Bolívar Administración e Inversiones Sociedad Anónima (BAISA) se hará cargo de absolutamente todos los manejos económicos de Bolívar mientras dure el contrato de administración. Eso significa que por los próximos 20 años los directivos del club dejarán de lado las penurias económicas, pues tendrán quién sostenga el funcionamiento del primer plantel.
Con recursos de la sociedad anómina, mínimo de un millón de dólares anuales, según reza el compromiso, el club podrá conformar su primer plantel para afrontar los torneos de la Liga y los certámenes internacionales a los que se clasifique.
Sin embargo, a cambio no percibirá ningún ingreso por concepto de publicidad, participación en torneos internacionales o por recaudaciones; tampoco por transferencias de jugadores. Todo ingreso financiero será directamente administrado por BAISA.
Al mismo tiempo, el directorio dejará de tener responsabilidad directa en el pago de salarios al cuerpo técnico y jugadores, pues de eso se hará cargo la sociedad. De hecho, con la firma del poder se regularizará el cumplimiento al primer plantel.
La sociedad se encargará, asimismo, de cubrir las deudas, además de asumir remuneraciones, indemnizaciones a futuro, suscripción y disolución de contratos.
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