ESPN
BUENOS AIRES (EFE) -- El argentino Estudiantes de La Plata goleó 4-0 al ecuatoriano Deportivo Quito en un encuentro que liquidó prácticamente en la primera parte con tres goles, con lo que se ubicó en el segundo puesto del Grupo 5 de la Copa Libertadores, liderado por el brasileño Cruzeiro.
En el debut del entrenador Alejandro Sabella, con todas las luces encendidas y un juego vertical que descompensó seriamente a su rival, Estudiantes alcanzó su mejor rendimiento en lo que va de año y superó la crisis que habían desatado dos derrotas en los primeros tres encuentros de la competición.
Mauro Boselli (ms.4, 24 y 68) y Enzo Pérez (m.44) marcaron los goles de un triunfo que revitaliza al conjunto de la ciudad de La Plata, en el que había dimitido como entrenador Leonardo Astrada la semana pasada por su bajo nivel de juego y una sucesión de resultados adversos en la Libertadores y el Clausura argentino.
La fragilidad del previsible Deportivo Quito en todos los sectores del campo colaboró con la resurrección del conjunto albirrojo.
Encendió tarde los motores el equipo quiteño y, cuando quiso arrancar, estaba abajo en el marcador con el tanto marcado de cabeza por Boselli a los cuatro minutos, tras una notable asistencia de Juan Verón, después de tres aproximaciones de los estudiantiles a los dominios del arquero Bonard García.
La formación bonaerense, dirigida por Verón y Enzo Pérez en la zona media, mantuvo la iniciativa ante un rival extrañamente impreciso con la pelota, desacertado en su recuperación y por momentos desarticulado, lo que le llevó a cometer reiteradas faltas al verse superado.
Deportivo Quito intentó reaccionar e instalarse en campo adversario, sin lograrlo, debido a lo cual los puntas Martín Mandra y Léider Preciado recibían poco juego y eran neutralizados de manera permanente.
Otra vez Boselli, atento a la mínima desatención de la formación dirigida por el argentino Rubén Darío Insúa, se despegó con facilidad de sus marcadores para aprovechar un pase en profundidad de Enzo Pérez y aumentó la cuenta a los 24 minutos.
Dos jugadas consecutivas sobre el final del primer tiempo dieron muestras claras de las diferencias entre uno y otro equipo en cuanto a concentración, compromiso con el juego y actitud.
Mantra puso en riesgo por primera vez al arco argentino a los 43 y su remate fue detenido por el portero Andújar, quien desde su área lanzó un largo pase que Pérez terminó en gol al superar a toda la defensa ecuatoriana, clavada en el piso. El 3-0 estaba ampliamente justificado.
Más relajado, el conjunto argentino mantuvo el control del partido en la segunda parte, tuvo a su cargo las jugadas más profundas y a los 68 Boselli, libre de marcajes, anotó el cuarto con un cabezazo frente a un rival que, ante la más mínima presión, perdía el balón.
Poco sentido tenía el partido a estas alturas, no sólo por la diferencia a favor del local en el marcador, sino además por la desorientación de los quiteños, que no lograban poner en aprietos en meta Andújar.
La victoria dejó al equipo argentino a cuatro puntos de distancia del líder Cruzeiro (10 contra 6) y con mejor diferencia de goles que Deportivo Quito (5), ahora tercero. El próximo partido del Pincha será en tres semanas, de local ante el conjunto brasileño.
Como suele ocurrir en el fútbol, la llegada de un nuevo entrenador renovó la confianza, en este caso de Estudiantes, que fue muy superior a un desconcentrado e irresoluto equipo ecuatoriano.
Este partido, correspondiente a la cuarta jornada del Grupo 5 de la Copa Libertadores, se disputó en el estadio Ciudad de La Plata, ante 22.000 espectadores.
En el debut del entrenador Alejandro Sabella, con todas las luces encendidas y un juego vertical que descompensó seriamente a su rival, Estudiantes alcanzó su mejor rendimiento en lo que va de año y superó la crisis que habían desatado dos derrotas en los primeros tres encuentros de la competición.
Mauro Boselli (ms.4, 24 y 68) y Enzo Pérez (m.44) marcaron los goles de un triunfo que revitaliza al conjunto de la ciudad de La Plata, en el que había dimitido como entrenador Leonardo Astrada la semana pasada por su bajo nivel de juego y una sucesión de resultados adversos en la Libertadores y el Clausura argentino.
La fragilidad del previsible Deportivo Quito en todos los sectores del campo colaboró con la resurrección del conjunto albirrojo.
Encendió tarde los motores el equipo quiteño y, cuando quiso arrancar, estaba abajo en el marcador con el tanto marcado de cabeza por Boselli a los cuatro minutos, tras una notable asistencia de Juan Verón, después de tres aproximaciones de los estudiantiles a los dominios del arquero Bonard García.
La formación bonaerense, dirigida por Verón y Enzo Pérez en la zona media, mantuvo la iniciativa ante un rival extrañamente impreciso con la pelota, desacertado en su recuperación y por momentos desarticulado, lo que le llevó a cometer reiteradas faltas al verse superado.
Deportivo Quito intentó reaccionar e instalarse en campo adversario, sin lograrlo, debido a lo cual los puntas Martín Mandra y Léider Preciado recibían poco juego y eran neutralizados de manera permanente.
Otra vez Boselli, atento a la mínima desatención de la formación dirigida por el argentino Rubén Darío Insúa, se despegó con facilidad de sus marcadores para aprovechar un pase en profundidad de Enzo Pérez y aumentó la cuenta a los 24 minutos.
Dos jugadas consecutivas sobre el final del primer tiempo dieron muestras claras de las diferencias entre uno y otro equipo en cuanto a concentración, compromiso con el juego y actitud.
Mantra puso en riesgo por primera vez al arco argentino a los 43 y su remate fue detenido por el portero Andújar, quien desde su área lanzó un largo pase que Pérez terminó en gol al superar a toda la defensa ecuatoriana, clavada en el piso. El 3-0 estaba ampliamente justificado.
Más relajado, el conjunto argentino mantuvo el control del partido en la segunda parte, tuvo a su cargo las jugadas más profundas y a los 68 Boselli, libre de marcajes, anotó el cuarto con un cabezazo frente a un rival que, ante la más mínima presión, perdía el balón.
Poco sentido tenía el partido a estas alturas, no sólo por la diferencia a favor del local en el marcador, sino además por la desorientación de los quiteños, que no lograban poner en aprietos en meta Andújar.
La victoria dejó al equipo argentino a cuatro puntos de distancia del líder Cruzeiro (10 contra 6) y con mejor diferencia de goles que Deportivo Quito (5), ahora tercero. El próximo partido del Pincha será en tres semanas, de local ante el conjunto brasileño.
Como suele ocurrir en el fútbol, la llegada de un nuevo entrenador renovó la confianza, en este caso de Estudiantes, que fue muy superior a un desconcentrado e irresoluto equipo ecuatoriano.
Este partido, correspondiente a la cuarta jornada del Grupo 5 de la Copa Libertadores, se disputó en el estadio Ciudad de La Plata, ante 22.000 espectadores.
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