El clásico fue para el mejor, de eso no hay duda. Bolívar fue más que The Strongest, aunque se impuso con un apretado 2-1 y sufriendo más de la cuenta. No debió ser así, si se toma en cuenta lo ocurrido sobre todo en la primera etapa, en la que la superioridad “celeste” fue abismal en todos los sentidos, menos en el score.
El “Tigre” equilibró el juego en determinados pasajes del segundo tiempo, en especial después de haber logrado el gol del empate; pero si de dominio con criterio, con mejor manejo de la pelota, y de presencias en el área se trata, de ésas que son tomadas en cuenta como opciones de gol, fue la “Academia” el equipo que siempre estuvo más cerca.
El clásico paceño número 162 no fue uno de los mejores de los últimos tiempos, le faltó condimento —tuvo algo de suspenso, pero pocas emociones, y menos entrega de parte de los planteles que en ocasiones anteriores—, y de paso fue marcado por un arbitraje horrible en el que no sólo Óscar Maldonado estuvo involucrado, sino toda la terna.
En lo estrictamente futbolístico, ganó Bolívar a partir de unas líneas mejor acomodadas, pero sobre todo la de la mitad de la cancha, que no sólo se adueñó del balón, sino que supo abastecer a su ofensiva.
Eso no ocurrió, en cambio, en el lado stronguista. Sobre todo en la primera mitad, porque Vázquez y Menacho —más allá del entusiasmo de éste— estuvieron huérfanos, sin alguien que les pusiera una pelota decente, ya que el encargado de esta tarea, Limberg Gutiérrez, estuvo en otra, y en lo que toca a la recuperación del balón, Herman Soliz y Arévalo no cumplieron una buena labor.
Casi siempre dio la impresión de que Bolívar tenía un hombre más en la cancha, porque siempre tenía uno libre que recibía con comodidad el esférico, y ahí comenzó a desequilibrar las acciones. En The Strongest, en cambio, cada pase era un apuro más, nunca de mitad de cancha para arriba sus jugadores podían tener el esférico sin complicarse. Con ese panorama, no fue extraño ver con qué facilidad la “Academia” generaba opciones. En los tres primeros minutos hubo dos, y a los 12" la primera gran incursión, un remate de Ovando que tras rebotar en la zaga stronguista, el balón le quedó a Reinoso, y el disparo de éste fue al travesaño.
A vuelta de hoja (13"), Menacho pudo abrir la cuenta luego de eludir a Schiapparelli, remató fuerte y exigió a Arias. Quizás lo que debió hacer Martín fue buscar a Vázquez que estaba solo en el medio.
Hasta que llegó el primer gol de Bolívar, todo fue celeste, no con mucha profundidad, pero el equipo de Quinteros había logrado borrar al de Toresani.
El 1-0 (29") fue producto de una bonita jugada, Ferreira le dio un gran pase a Ovando, cuya esforzada corrida rindió sus frutos, hizo un quiebre para sacarse a un rival y punteó el esférico para vencer a Grosso.
El arquero “atigrado” fue clave para que en esa etapa no llegaran más goles de Bolívar. Le tapó a García un fuerte disparo, otro a Ferreira, le ganó un mano a mano a Abdón y volvió a poner las manos ante un nuevo ataque de Ignacio.
El “Tigre” nada, salvo un centro de Colque para Vázquez, que Arias descolgó bien.
El segundo periodo fue otra cosa. Bolívar siguió siendo el de la iniciativa, pero ya no con tantas libertades como antes. La recuperación “atigrada” se notó con una mejor disposición de sus líneas, y se refrendó con el gol del empate a los 10 minutos, un penal bien ejecutado por Federico García, engañando a Arias.
Para que llegara esa pena máxima, la jugada la elaboraron Coelho, que metió un gran pase, y Gutiérrez, eludiendo al guardameta hasta que éste lo tumbó. Nada que discutir.
Luego de la igualdad, el “Bomba” apareció por lo menos con disparos de pelota parada, a los 13 minutos uno y a los 19" el otro, en ambos casos magníficamente conjurados por Arias.
Ese “cuarto de hora” de The Strongest duró poco, Bolívar retomó su juego y, aunque con poca llegada, la sensación siempre fue la misma, que eran los “celestes” los que estaban más cerca del tanto del triunfo.
A la media hora (30"), un gran taco de Ferreira para Leonel hizo que éste diera dos pasos y definiera, la pelota —con Grosso vencido— dio en el travesaño, y del rebote Villalba, de cabeza y solo, puso su rúbrica y la definición del score.
En esos últimos 15 minutos, dos tapadas más del golero argentino impidieron que el resultado fuera mayor, mientras que el “Tigre” se perdió el empate cuando Arévalo —tras un centro de Gutiérrez— cacheteó el balón, pero no con mucha fuerza y lo mandó a las manos de Arias.
El resultado metió a Bolívar de nuevo en el lote de los de arriba, no lo sacó del todo a The Strongest, que aún tiene su chance, pero con un calendario en contra. Los dos siguen ahí, uno con más opciones que el otro, pero a seis y siete puntos, respectivamente, del puntero. Cerca, pero lejos.
La otra mirada
LAS DOS CARAS
Fue cordial la previa del partido. Los dos equipos, como pocas veces sucede en nuestro fútbol, se saludaron y se dieron la mano. El final, en cambio, fue de perros y gatos, todos contra todos, con agresiones verbales y también físicas.
GARCÍA, AGRESOR
Carlos Arias quería “matar” al “atigrado” Federico García al final del cotejo (le dijo “pirata” y muchas cosas más. Lo retó, incluso, a pelear en otra parte). Por lo que se vio fue cobarde la agresión del “atigrado” en contra del preparador físico de Bolívar, Rodrigo Figueroa. Primero lo abrazó y luego le propinó un golpe. Según el “académico”, no hubo provocación de su parte.
TAMBIÉN GROSSO
Todo el estadio lo vio y también el árbitro y uno de sus asistentes. El golero de The Strongest le metió un buen golpe al delantero de Bolívar Aquilino Villalba. Era para roja, pero Maldonado y compañía se hicieron de la vista gorda.
OTRA VEZ PERJUDICADO
Empezando por el presidente, Sergio Asbún, los “atigrados” volvieron a sentirse perjudicados por el arbitraje. Razones no les faltan, porque la terna fue un desastre. Si el referí hubiera expulsado a Arias por el penal en contra de Gutiérrez, quizás la historia hubiera sido otra. No le sacó ni tarjeta amarilla. Lo amonestó, eso sí, mucho después, por un reclamo airado del golero.
LOS ASISTENTES
También trabajaron mal los colaboradores de Maldonado, cobraron cualquier cosa. Wilson Arellano, el de la recta de preferencia, cortó una buena opción de The Strongest cobrando una posición adelantada inexistente. Eso sucedió dos minutos antes de que Bolívar anotara el primero. Estuvo bien, en cambio, en dar por válida la acción en la que Villalba convirtió el segundo, porque el atacante estaba bien habilitado.
UN “SALVADOR”
Villalba ya le salvó dos veces a Bolívar. Una en Potosí, cuando la “Academia” iba perdiendo y Aquilino ingresó e hizo el tanto del empate (2-2). Y anoche, al lograr el gol del triunfo tres minutos después de haber reemplazado a Reinoso, quien aparte de mandar una pelota al palo no hizo nada más. Jair se quedó con las ganas de volverle a anotar a The Strongest. Prometió dos, pero no cumplió.
SIN FLORES
Wálter Flores llegó a su quinta amarilla y no podrá jugar el domingo, cuando Bolívar se mida con el puntero La Paz Fútbol Club. En la “Academia” también fueron amonestados Carlos Arias, Miguel Hoyos y Leonel Reyes; y en The Strongest, Damián Grosso, Sandro Coelho, Percy Colque, Herman Soliz y Limberg Gutiérrez.
EL ÁRBITRO
Mal
El partido se le fue de las manos al referí Óscar Maldonado. Amigo de apelar a las tarjetas rojas (tiene más expulsados que partidos dirigidos), anoche le dio miedo mostrarlas. Mínimo los dos arqueros debían ser echados, Arias por cometer el penal contra Gutiérrez (el reglamento es claro) y Grosso por agredir a Villalba. Al margen de eso hubo un rosario de errores del árbitro y sus asistentes.
La figura
Grosso
El arquero fue determinante para que Bolívar no convirtiera más goles. Tuvo un par de espectaculares atajadas, sobre todo una en el segundo tiempo ante Villalba. Otro mano a mano arriesgando el físico, sin que eso le importara. Y en la mayoría de las ocasiones estuvo muy bien ubicado. El “Tigre” le debe el que el score no hubiera sido mayor.
Las frases
No jugamos bien, no estuvimos a la altura de las circunstancias y punto, hay que reconocer la derrota. Colectivamente el equipo no rindió. Cuando un plantel no juega bien, es difícil hasta empatar”
Julio César Toresani
Técnico de The Strongest
Fuimos superiores, creo que la diferencia pudo ser mayor. En el primer tiempo podíamos marcar tres o cuatro goles más. Estoy conforme con la producción, quiero que se juegue así siempre”
Gustavo Quinteros
Técnico de Bolívar
El espectáculo no fue bueno, el árbitro fue un desastre en sus apreciaciones y aquello influyó para ambos, sobre todo para The Strongest, porque en el segundo gol la pelota había salido y él no cobró”
Limberg Gutiérrez
Jugador de The Strongest
Estoy contento por haber anotado mi primer gol en clásicos, es una alegría. Me salió bien la jugada y en la definición estuve acertado. Este triunfo nos ayuda para seguir peleando por llegar al primer lugar”
Mario Ovando
Jugador de Bolívar
Síntesis
The Strongest 1
Damián Grosso
Nelvin Soliz
(25"ST Jorge Ortiz)
Doile Vaca
Sandro Coelho
Federico García
Percy Colque
Herman Soliz
Wílder Arévalo
Limberg Gutiérrez
Martín Menacho
(31"ST Carlos Saucedo)
Pablo Vázquez
DT: Julio Toresani
Bolivar 2
Carlos Arias
Miguel Hoyos
Augusto Mainguyague
Alejandro Schiapparelli
Ignacio García
Mario Ovando
Leonel Reyes
Wálter Flores
Abdón Reyes
(45"ST Luis Torrico)
Jair Reinoso
(26"ST Aquilino Villalba)
William Ferreira
(48"ST Charles da Silva)
DT: Gustavo Quinteros
Goles Min. Autor
0-1 29"PT Ovando (B)
1-1 10"ST García (TS), de penal
2-1 30"ST Villalba (B)
Estadio: Hernando Siles
Recaudación: Bs 770.435.-
Público: 32.731 entradas vendidas, 2.936 libres, 850 abonos.
Árbitro: Óscar Maldonado
Asistentes: Wilson Arellano y Juan Carlos Cardozo