Cobarde agresión a réferi

El Diario

Los resultados de los partidos se pretenden modificarlos fuera del campo de juego por unos cuantos inadaptados al agredir a equipos, jugadores y últimamente los árbitros, quienes son blanco de estos malos hinchas.

Eso ocurrió cuando el árbitro paceño Wilson Estrada, que dirigió a los equipos de Wilstermann y Ciclón por el cotejo de vuelta del descenso indirecto, se aprestaba a tomar el vuelo de retorno a la Sede de Gobierno e intempestivamente apareció un supuesto hincha de Wilstermann que comenzó a agredirlo cobardemente.

El juez estaba en la sala de espera del aeropuerto Jorge Wilstermann queriendo comprar un periódico, cuando se le acercó un individuo que le propinó un cabezazo en la nariz que le provocó un sangrado nasal.

Este hecho sucedió de manera sorpresiva porque dejó atónitos a sus compañeros que estaban con el mismo propósito de volver a La Paz, comentó Estrada.

“Se acercó un individuo de aproximadamente un metro ochenta, supongo de unos ochenta y cinco kilos, muy fornido y me sorprendió cuando me dio un cabezazo en la nariz, me lanzó amenazas diciendo que Wilstermann no iba a descender nunca. Pedí auxilio, pero es increíble que en un aeropuerto internacional no haya ningún policía que nos resguarde, después de un tiempo aparecieron unos guardias de seguridad privada que muy gentilmente me ayudaron a llegar a la posta médica donde me atendieron”, dijo Estrada.

Para el juez paceño, este es un hecho delictivo y premeditado, porque a su parecer, nadie espera a las personas para agredirlas en el aeropuerto a las seis de la mañana, y lo que más le preocupa es que este tipo de hechos pueden agravarse, porque anteriormente ya le sucedió a Marcelo Ortubé en Tarija, “puedo dejar que pase el que me hagan recuerdo a mi madre, a mi padre y a todos mis ancestros, pero esto va más allá, porque en cualquier momento pueden llegar incluso a agredirnos con una pistola”. A esto agregó que “esta persona una vez que me agredió se salió corriendo y se subió a su auto para escapar y nadie estaba para detenerlo”.

Algo que molesta al réferi, es que ni la Liga del Fútbol Profesional Boliviano, ni la Asociación Nacional de Fútbol, se pronunciaron para apoyarlo en un momento tan difícil para su curación, y recién el pasado lunes se pudo comunicar con el presidente de la Comisión de Árbitros, Alfonso Seligmann, quien le brinda todo el apoyo posible, pero de las dos instituciones que se encontraban interesadas en ese encuentro, ningún dirigente se pronunció, “nadie me ayudó para la curación ni para los exámenes, con lo que me pagó Wilstermann por el partido no me alcanzó para nada”.

Lastimosamente, Wilson Estrada no pudo elevar ninguna denuncia, porque le pidieron que vuelva al día siguiente, a las 9 de la mañana, para sentar la misma, pero por el hecho de que debía volver para reincorporarse a su trabajo, no pudo quedarse en la capital valluna y emprendió el retorno a La Paz.

“No podía quedarme en Cochabamba, porque debía volver a mi trabajo, me dieron un permiso especial para ir a Cochabamba a dirigir el partido entre Wilstermann y Ciclón, entonces no podía volver a Cochabamba, porque tendría problemas en mi trabajo, y lastimosamente con lo que gano en el arbitraje no me alcanza para vivir, entonces esa es una causa por la que no pude iniciar ningún proceso”.

El examen que se le hizo Estrada, determinó que sufrió la rotura de los huesos propios de la nariz por un golpe fuerte, de acuerdo a la radiografía que se le tomó, el mismo que tuvo que ser atendido de emergencia con una reducción en ese momento para evitar que el daño sea mayor, “ahora tengo que esperar los resultados de mis exámenes para ver si no voy a tener problemas de respiración o de la vista”.

El réferi, pide a los dirigentes del fútbol nacional que les brinden mayor seguridad y garantías para evitar este tipo de hechos que cada vez que suceden tienen mayor intensidad, poniendo en peligro la vida de quienes deben aplicar las reglas de juego en el campo.