La Prensa
El Juzgado Tercero de Sentencia en lo Penal emitió el fallo por el que condena al ex presidente de Bolívar Mauro Cuéllar Caballero a tres años de prisión en el penal de San Pedro; sin embargo, la sanción es excarcelable porque puede acogerse al perdón judicial. El abogado de la parte demandada, William Sánchez Peña, anunció que de inmediato se iniciará la apelación.
Cuéllar no acudió a la audiencia de ayer y, en cambio, presentó un memorial mediante el que argumenta razones de salud para su inasistencia.
Bolívar lo acusó por abuso de confianza, sustracción y apropiación indebida de documentos contables de la entidad de 2001 a 2006. En ese lapso, el jugador Joaquín Botero fue vendido al club Pumas de México.
Según los denunciantes, la transferencia fue por 1.200.000 dólares; mientras que durante su gestión Cuéllar aseguró que la operación fue hecha en 750.000 dólares. El mismo futbolista, sin dar montos, en varias ocasiones sostuvo que el costo de su fichaje no era el que manejaba la entidad.
“Se demostró que Bolívar tenía razón. Independientemente de que vaya a ser recluido o no, se comprobó que hubo responsabilidad penal en los malos manejos del ex Presidente. También es una muestra de que esta gestión es transparente”, afirmó el abogado Alejandro Montaño, asesor general de Bolívar Administración e Inversión Sociedad Anónima (BAISA).
El proceso por la vía legal comenzó hace cinco meses, en el que el club estuvo representado primero por Jorge Burgoa, y luego tomaron las riendas Montaño junto a Sergio Salazar.
Según el asesor, las pruebas presentadas fueron contundentes y la parte acusada poco o nada podía hacer para asumir defensa. “Fue una tarea compleja la que nos ha tocado llevar adelante; sin embargo, consideramos que con la gente que cuenta el club se puede hablar de proyectos serios, que obramos con buena fe y que pretendemos construir un club sólido”, agregó Camacho.
Cuéllar dirigió el club desde 1998 hasta noviembre de 2007, cuando llamó a elecciones presionado por las denuncias de malos manejos en la Academia presentadas por los actuales miembros del directorio y de socios que iniciaron una campaña por el cambio de mando.
La noticia de la sentencia fue conocida por el presidente del club, Guido
Loayza, cuando se encontraba en Tembladerani siguiendo la práctica del primer plantel. Fue muy poco lo que dijo. “Este proceso no hace otra cosa que hacer justicia y no dejar impunidad en el manejo de una institución a la que dejaron realmente quebrada, desecha, a un paso de desaparecer. Hoy día vemos a un Bolívar con gran hinchada, con una inmensa alegría, con vista al futuro. No era así el panorama hace dos años y medio, el Bolívar estaba a punto de desaparecer, tenía una deuda que era impagable, felizmente las cosas que se hicieron le permiten seguir viviendo. Gente tan notable de Bolívar de todos los tiempos (en referencia a los miembros del Tribunal de Honor) ha tomado a su cargo seguir el proceso contra directivos anteriores, están empezando a verse los resultados, al final, la justicia tarda pero llega”, dijo Loayza.
La defensa dice que lo de ayer fue un fallo pagado
La defensa de Mauro Cuéllar, a través del abogado Willy Sánchez Peña, apelará la sentencia de inmediato ante la
Corte Superior de Distrito, pero también denunció que el fallo emitido ayer “fue comprado”, pues considera que el proceso se ha desvirtuado.
“Nosotros tenemos la prueba idónea de que Mauro Cuéllar no se apropió de ninguna documentación, quien se favorece de esa pérdida es más bien el club Bolívar, porque todas las acreencias que tenía no está pagando, señalando que se han perdido documentos, ésa es una estrategia de Guido Loayza”, sostuvo Sánchez Peña.
Argumentó que el juicio no se llevó adelante de manera objetiva, al recordar que cuando se llevó adelante el proceso, los testigos de la parte demandante en su declaración dijeron que nunca vieron salir al acusado con documentos del Gran Centro Mario Mercado Vaca Guzmán.
El abogado agregó que las pruebas presentadas son cartas notariadas “que no son pruebas idóneas, entonces el fallo ha sido comprado desde todo punto de vista, los testigos de cargo han manifestado que nunca se hicieron inspecciones oculares y que nunca vieron salir a Cuéllar con esa documentación”.
Cuando se le preguntó si con esa afirmación pretendía señalar que el club pagó para que la sentencia saliera a su favor, el jurista respondió que prefería que las conclusiones las saque cada uno después de conocer sus argumentos. “Mi defendido se siente absolutamente mellado por este fallo, que lo consideramos comprado. No quiero hacer ningún calificativo, cada quien sacará sus propias conclusiones, ellos tienen mucha plata para hacer mil juicios si quieren. Tampoco hay notas, recibos o certificados de que los documentos se los entregaron a Cuéllar”.
Declaró también que era obligación del actual directorio solicitar los documentos al anterior presidente (Mario Lara) y no a la que le antecedió. “El club nunca presentó pruebas de ello, hay que recordar que entre la gestión de Cuéllar y Loayza hubo una Presidencia interina, que tampoco se presentó en el juicio para aclarar que cuando llegó al club no encontró documentos”.
La primera instancia de apelación es la Corte Superior de Distrito, la segunda es la Corte Suprema. Sánchez Peña confía en que una de esas instancias le dará la razón.
Las frases
"Se ha demostrado que el club tenía razón. Nuestros argumentos fueron contundentes, su defensa no pudo sustentar sus argumentos. Se hizo justicia”
Alejandro Montaño / Abogado de Bolívar
"Mi defendido se siente mellado por este fallo que lo consideramos comprado. No quiero hacer ningún calificativo, cada quien sacará sus conclusiones”
William Sánchez Peña / Abogado de Mauro Cuéllar
El Juzgado Tercero de Sentencia en lo Penal emitió el fallo por el que condena al ex presidente de Bolívar Mauro Cuéllar Caballero a tres años de prisión en el penal de San Pedro; sin embargo, la sanción es excarcelable porque puede acogerse al perdón judicial. El abogado de la parte demandada, William Sánchez Peña, anunció que de inmediato se iniciará la apelación.
Cuéllar no acudió a la audiencia de ayer y, en cambio, presentó un memorial mediante el que argumenta razones de salud para su inasistencia.
Bolívar lo acusó por abuso de confianza, sustracción y apropiación indebida de documentos contables de la entidad de 2001 a 2006. En ese lapso, el jugador Joaquín Botero fue vendido al club Pumas de México.
Según los denunciantes, la transferencia fue por 1.200.000 dólares; mientras que durante su gestión Cuéllar aseguró que la operación fue hecha en 750.000 dólares. El mismo futbolista, sin dar montos, en varias ocasiones sostuvo que el costo de su fichaje no era el que manejaba la entidad.
“Se demostró que Bolívar tenía razón. Independientemente de que vaya a ser recluido o no, se comprobó que hubo responsabilidad penal en los malos manejos del ex Presidente. También es una muestra de que esta gestión es transparente”, afirmó el abogado Alejandro Montaño, asesor general de Bolívar Administración e Inversión Sociedad Anónima (BAISA).
El proceso por la vía legal comenzó hace cinco meses, en el que el club estuvo representado primero por Jorge Burgoa, y luego tomaron las riendas Montaño junto a Sergio Salazar.
Según el asesor, las pruebas presentadas fueron contundentes y la parte acusada poco o nada podía hacer para asumir defensa. “Fue una tarea compleja la que nos ha tocado llevar adelante; sin embargo, consideramos que con la gente que cuenta el club se puede hablar de proyectos serios, que obramos con buena fe y que pretendemos construir un club sólido”, agregó Camacho.
Cuéllar dirigió el club desde 1998 hasta noviembre de 2007, cuando llamó a elecciones presionado por las denuncias de malos manejos en la Academia presentadas por los actuales miembros del directorio y de socios que iniciaron una campaña por el cambio de mando.
La noticia de la sentencia fue conocida por el presidente del club, Guido
Loayza, cuando se encontraba en Tembladerani siguiendo la práctica del primer plantel. Fue muy poco lo que dijo. “Este proceso no hace otra cosa que hacer justicia y no dejar impunidad en el manejo de una institución a la que dejaron realmente quebrada, desecha, a un paso de desaparecer. Hoy día vemos a un Bolívar con gran hinchada, con una inmensa alegría, con vista al futuro. No era así el panorama hace dos años y medio, el Bolívar estaba a punto de desaparecer, tenía una deuda que era impagable, felizmente las cosas que se hicieron le permiten seguir viviendo. Gente tan notable de Bolívar de todos los tiempos (en referencia a los miembros del Tribunal de Honor) ha tomado a su cargo seguir el proceso contra directivos anteriores, están empezando a verse los resultados, al final, la justicia tarda pero llega”, dijo Loayza.
La defensa dice que lo de ayer fue un fallo pagado
La defensa de Mauro Cuéllar, a través del abogado Willy Sánchez Peña, apelará la sentencia de inmediato ante la
Corte Superior de Distrito, pero también denunció que el fallo emitido ayer “fue comprado”, pues considera que el proceso se ha desvirtuado.
“Nosotros tenemos la prueba idónea de que Mauro Cuéllar no se apropió de ninguna documentación, quien se favorece de esa pérdida es más bien el club Bolívar, porque todas las acreencias que tenía no está pagando, señalando que se han perdido documentos, ésa es una estrategia de Guido Loayza”, sostuvo Sánchez Peña.
Argumentó que el juicio no se llevó adelante de manera objetiva, al recordar que cuando se llevó adelante el proceso, los testigos de la parte demandante en su declaración dijeron que nunca vieron salir al acusado con documentos del Gran Centro Mario Mercado Vaca Guzmán.
El abogado agregó que las pruebas presentadas son cartas notariadas “que no son pruebas idóneas, entonces el fallo ha sido comprado desde todo punto de vista, los testigos de cargo han manifestado que nunca se hicieron inspecciones oculares y que nunca vieron salir a Cuéllar con esa documentación”.
Cuando se le preguntó si con esa afirmación pretendía señalar que el club pagó para que la sentencia saliera a su favor, el jurista respondió que prefería que las conclusiones las saque cada uno después de conocer sus argumentos. “Mi defendido se siente absolutamente mellado por este fallo, que lo consideramos comprado. No quiero hacer ningún calificativo, cada quien sacará sus propias conclusiones, ellos tienen mucha plata para hacer mil juicios si quieren. Tampoco hay notas, recibos o certificados de que los documentos se los entregaron a Cuéllar”.
Declaró también que era obligación del actual directorio solicitar los documentos al anterior presidente (Mario Lara) y no a la que le antecedió. “El club nunca presentó pruebas de ello, hay que recordar que entre la gestión de Cuéllar y Loayza hubo una Presidencia interina, que tampoco se presentó en el juicio para aclarar que cuando llegó al club no encontró documentos”.
La primera instancia de apelación es la Corte Superior de Distrito, la segunda es la Corte Suprema. Sánchez Peña confía en que una de esas instancias le dará la razón.
Las frases
"Se ha demostrado que el club tenía razón. Nuestros argumentos fueron contundentes, su defensa no pudo sustentar sus argumentos. Se hizo justicia”
Alejandro Montaño / Abogado de Bolívar
"Mi defendido se siente mellado por este fallo que lo consideramos comprado. No quiero hacer ningún calificativo, cada quien sacará sus conclusiones”
William Sánchez Peña / Abogado de Mauro Cuéllar
No hay comentarios.:
Publicar un comentario