Los 12 clubes de la Liga del Fútbol Profesional Boliviano (LFPB) son iguales. Todos merecen el mismo trato y nadie debe ni puede ser tratado de manera diferente al resto, eso es lo que en esencia reza el estatuto de la entidad que rige el fútbol profesional en Bolivia.
Felipe Rodríguez, presidente del Comité Técnico de la Liga, confirmó que en los documentos que sustentan la vida institucional liguera no existe ninguna cláusula ni acápite especial que señale una división entre los denominados clubes “grandes” y “chicos” del país. Eso siempre estuvo establecido así y no se cambió el espíritu de la norma.
La explicación viene al caso debido al conflicto suscitado entre los dirigentes de los siete clubes “chicos”, que rechazaron la distribución de los recursos económicos que pagó Entel, por los derechos de transmisión de los partidos de la Liga correspondientes a esta gestión.
Los “chicos”, Aurora, Real Potosí, San José, Guabirá, Universitario, La Paz FC y Real Mamoré, en voz del presidente de Aurora, Rodolfo Acevedo, se sienten discriminados por los “grandes”, Bolívar, The Strongest, Blooming, Oriente, Wilstermann, porque reciben una cantidad pequeña de la “torta” entregada por Entel.
El “bocado” es de $us 1.350.000 por la transmisión de los tres torneos de 2010: Apertura, Torneo de invierno y Clausura.
Por este concepto los clubes grandes obtuvieron $us 120.000, los “chicos” $us 75.000 cada uno. De acuerdo al presidente de Aurora, los “grandes” se aumentaron $us 10.000 y los chicos $us 1.000.
El presidente del Comité Técnico ratificó que no existe en el estatuto ninguna disposición que separe a los 12 clubes.
“Antes y ahora, ante la Liga, y de acuerdo a sus estatutos, todos los clubes son iguales como instituciones, no hay ninguna disposición que señale una manera selectiva de distribución de los recursos económicos de la televisación”, sostuvo Rodríguez.
Un pacto de caballeros
Ante la ausencia de un artículo estatutario específico, los dirigentes de clubes optaron por entrar en acuerdos intangibles (sin firmar documentos) con el fin de zanjar la cuestión de los porcentajes de distribución de Entel, ahora, y antes ,de Unitel.
Según el titular del Comité Técnico, de estas reuniones surgió la idea de otorgar a cinco clubes un monto determinado y a los siete restantes uno distinto.
Este “pacto de caballeros” se rompió este año, por los acontecimientos observados, debido a que los denominados “grandes” se incrementaron de manera inconsulta “entre gallos y medianoche”, según el presidente de Aurora, 10 mil dólares a los 110 mil que tenían asegurados, mientras que a los “chicos” sólo les tocó 1.000 dólares más, sobre los 74 mil iniciales.
Sobre tres argumentos
El fiscal General y ex presidente de Wilstermann, Víctor Hugo López, que nuevamente funge como titular “aviador” por la crisis interna, explicó que hace años los parámetros para calificar a los clubes “grandes” eran de acuerdo al número de la hinchada (convocatoria a los estadios), el número de títulos de Liga y cuántas veces clasificó un club a un torneo internacional, Copa Libertadores de América o Sudamericana, más recientemente.
Juan Montaño, del Comité Técnico de la Liga, se limitó a señalar que “existen algunas variables” que fueron empleadas para calificar y distinguir entre “grandes” y “chicos”, entre los 12 clubes.
Sin especificar estas variables, señaló que la calificación maneja el Comité Superior de la Liga.
El # 1 no pudo establecer contacto ayer con el presidente de la Liga, Mauricio Méndez Roca, y el secretario General, Roger Bello, para conocer de manera específica las consideraciones que se toman en cuenta para esta calificación.
Responde un “chico”
Hay “grandes” que no tienen ni cancha
“Aurora, un club al que se lo considera ´chico´ tiene un complejo deportivo propio, divisiones inferiores, escuelas de fútbol, una sede, proyectos de ampliación y comodidades; sin embargo, hay otros clubes considerados ´grandes´, que no tienen ni cancha propia para entrenar”, afirmó Óscar Maldonado, vicepresidente de Aurora, al referirse a lo que considera un trato desigual e injusto no sólo contra su club, sino también contra los restantes seis considerados pequeños, en relación al quinteto formado por Bolívar, The Strongest, Blooming, Oriente Petrolero y Wilstermann.
Como el ejemplo citado por Maldonado, hay otros. Real Santa Cruz, el club “merengue” cruceño, cuenta con sede propia, estadio, coliseo, equipo de baloncesto, divisiones inferiores y otros servicios, pero juega en la primera “A”, aunque tiene mayor infraestructura y más patrimonio físico que los tres clubes orientales de la Liga: Oriente, Blooming y Guabirá.
Las diferencias provocan conflicto entre los clubes profesionales del país.
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