Soñó, edificó y conquistó. Así fue resumida la vida como dirigente de Roberto Paz Limpias, que falleció ayer a los 72 años (18-05-37) y que durante dos décadas estuvo al mando de Blooming en los periodos de 1977-1995 y 2001-2002. En el club celeste fue jugador, socio y presidente, etapa en la que consiguió dos de sus sueños: adquirir una sede (1983) y lograr la primera corona de campeón nacional para el equipo de sus amores (1984).
‘Tito’ Paz, como lo conocían sus allegados, dejó de existir en la madrugada de ayer, por complicaciones de la diabetes que padecía, una enfermedad que lo tuvo a mal traer en los últimos años. Su último suspiro lo dio en su domicilio, ubicado en la zona del Country Club Las Palmas, donde hace tres días estaba en coma profundo. Sus restos fueron trasladados al salón Manantial del velatorio Las Misiones (canal Cotoca y segundo anillo) y desde allí hoy (16:00) partirán al Cementerio General para darle el último adiós.
Es que ‘Tito’ Paz, que también fue uno de los impulsores de la fundación de la Liga del Fútbol Profesional Boliviano, fue el que convirtió a Blooming en la gran institución que es ahora y que sus alumnos han logrado consolidarla. Precisamente en el año que asumió el mando del club celeste también nació la Liga. De ahí en más fueron varias las satisfacciones para la institución, pues el equipo en 1982 y 1983 se clasificó como subcampeón para la Copa Libertadores. Luego, en 1984, los celestes lograron su primer título nacional, después de vencer a Bolívar en Cochabamba por 1-0, tras el recordado zapatazo de Milton Melgar. Allí, Roberto Paz, producto de la felicidad, se desvaneció, para luego reaccionar y llorar de alegría. “Es que amaba a este Blooming”, recuerda Erwin Peredo, que estaba a su lado en ese momento. También con la academia logró llegar en 1985 a la segunda fase de la Libertadores, una hazaña para esa época.
Además de futbolista y dirigente de Blooming, Paz fue ajedrecista, tenista y corredor de autos. En estos dos últimos deportes logró títulos departamentales, mientras que como jugador se desempeñó de puntero derecho.
Estatua en su homenaje
Conmovidos por el dolor, el directorio de Blooming determinó hacer un monumento en honor a Roberto Paz Limpias y que la sede campestre que tiene el club al final de la avenida Beni lleve su nombre. Carlos Bendeck, presidente del club, indicó que se harán las gestiones para la construcción de la estatua de Paz Limpias en la sede, aunque resta definir la ubicación que tendrá la misma.
En la primera gestión de ‘Tito’ Paz al mando de Blooming (1977-1995), el directorio compró los terrenos de la sede con el dinero recibido por la venta de los derechos transmisión de los partidos que en 1984 jugó contra Flamengo y Gremio de Brasil. La Red O Globo pagó más de $us 100.000 por llevar la señal a su país, ya que en los rojinegros jugaba Zico. El dinero era una parte que de lo que el club adeudaba a Paz, pero él decidió invertirlo en la sede.
Anécdotas
“En dos ocasiones donó vehículos para el bingo”
“Él era propietario de Combi, una importadora de vehículos Honda y Ford, además de llantas Pirelli. Recuerdo que en dos ocasiones para el bingo de Blooming prácticamente donó los vehículos para los premios: la primera vez entregó ocho coches Mazda y en la segunda diez Ford Escort. Esto lo hizo sin recibir nada a cambio”, contó Erwin Peredo.
“Nos volcamos por no atropellar a un ciclista”
“Yo era su copiloto y una vez nos volcamos por no atropellar a un ciclista y tras cuatro vueltas, el auto quedó parado, pero yo patas pa’ arriba y gritando que el auto se iba a incendiar, porque escuchaba un ruido y le gritaba, ‘corré, corré, que esto se arde’ y desde su asiento y riéndose a carcajadas me dijo que no me asuste porque era sólo el radiador”, dijo ‘Chino’ Paz, actual gerente del club.
“El auto que me dio fue el gusto más caro de mi vida”
“Me tenía que dar una plata a cuenta de la prima y no había efectivo, así que don Tito me ofreció un auto, pero uno viejo, yo vi el Honda Civic y me encapriché, ya que recién había estado en exposición en la feria y me lo dio. Me costó, pero me lo dio y hasta la fecha ha sido el gusto más caro y más lujoso de mi vida, gracias a él”, dijo Rolando Coimbra, campeón en 1984.
Las frases
“Tito Paz hizo de Blooming la gran institución que es hoy. Él dejó huella”
Erwin Peredo / Vicepresidente de Blooming
“Fue un maestro para nosotros, un mentor de Blooming y un gran dirigente nacional ”
Carlos Bendeck / Presidente de Blooming
“Un amigo de toda una vida, con él, compartimos momentos felices y de tristeza”
Luis Ernesto Áñez / Ex presidente de Blooming
“Con Tito Paz de presidente nunca tuvimos problemas de sueldo ni uniforme”
Rolando Coimbra / Ex jugador
Para destacar
- Autoridades y personalidades
Al velatorio Las Misiones llegaron varias personalidades, entre ellas el gobernador de Santa Cruz, Rubén Costas, y las modelos Cecilia Sanabría y Andrea Herrera. Además estuvieron Carlos Chávez, presidente de la FBF, y Mauricio Méndez, titular de la LFPB.
- Los dirigentes estuvieron atentos
Los dirigentes de Blooming estaban al tanto del delicado estado de salud de Roberto Paz Limpias, incluso hubo algunos que amanecieron ayer en su casa; fue el caso de Erwin Peredo, que se quedó hasta las 6 de la mañana.
- Un día movido en la secretaría
Periodistas de diferentes medios acudieron hasta la sede del club para lograr algunas imágenes del festejo tras el título logrado en 1984, en la que ‘Tito’ Paz fue protagonista. Se observó una foto del directivo en su época de jugador.
Junto a sus ‘gladiadores’
Una de las últimas apariciones en público de ‘Tito’ Paz fue en la reunión realizada por los jugadores que salieron campeones en 1984, a fines del año pasado. Fue precisamente para festejar los 25 años de la obtención del primer título de la academia.
En esa oportunidad Paz Limpias llegó al hotel Cortez, acompañado de su familia y donde ya lo esperaban gran parte de los jugadores de ese entonces, como Roly Paniagua, Milton Melgar, Rolando Coimbra, Juan Carlos Sánchez, Silvio Rojas, entre otros. La cena fue amena y recordaron muchas anécdotas.
Ahora, luego de esa última cena, los campeones de 1984 se volvieron a juntar, pero ya no para festejar, sino para llegar hasta el salón donde velaron los restos del hombre que les dio la oportunidad de alcanzar la gloria como jugadores y los hizo sentirse como verdaderos profesionales.
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