La Selección Boliviana de fútbol Sub-15 fue recibida ayer por el presidente Evo Morales. Por la tarde, en Santa Cruz, la dirigencia de la FBF también homenajeó a los jóvenes.
Ajenos a las diferencias que hay entre la dirigencia del fútbol nacional y el Estado por el tema impositivo, los chicos de la Selección Sub-15 de fútbol que ganaron la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de la Juventud de Singapur fueron homenajeados ayer por separado por el Gobierno y la Federación Boliviana de Fútbol.
El avión que los trajo de vuelta al país aterrizó en el Aeropuerto de El Alto a las 06.00. Luego se fueron al Palacio, donde los aguardaba el Primer Mandatario, con quien compartieron el desayuno. Café, galletas y jugos de fruta estaban dispuestos en la mesa para el acto.
Morales conversó con ellos, les contó que sólo vio los primeros goles del partido por el oro contra la selección de Haití; los elogió a todos por haber dado una alegría al país.
El capitán del equipo, Pedro Galindo, le entregó una camiseta de la Selección autografiada por todos lo jugadores y el balón del cotejo final.
“A Dios amamos, a la familia amamos, a Bolivia amamos... carajo”. Así gritaron los jóvenes jugadores de la Selección Sub-15, tras el reconocimiento de que fueron objeto en el Palacio.
Mientras ello sucedía en la plaza Murillo, en el Aeropuerto de El Alto los esperaban el titular de la Asociación Nacional de Fútbol, Jorge Justiniano, y el gerente general de la Federación Boliviana de Fútbol, Alberto Lozada, quienes prefirieron quedarse en la terminal aérea argumentando que no tenían invitación para ingresar en el Palacio.
Por la tarde, a las 16.00, en Santa Cruz, la Federación Boliviana de Fútbol rindió su homenaje, distinguió a los jóvenes campeones con medallas, diplomas y una plaqueta que será colocada en uno de los lugares privilegiados de la Asociación Cruceña de Fútbol.
Los chicos y el cuerpo técnico compartieron un churrasco con la dirigencia. Carlos Chávez agradeció el esfuerzo de cada uno y elogió al técnico Douglas Cuenca.
El capitán Pedro Galindo sintetizó el sentimiento del grupo. “Somos unidos, cada uno de nosotros nos apoyamos, y por eso la medalla de oro. A los dirigentes les pido que nos sigan apoyando, que nos den más prioridad, que la juventud es lo que vale”.
Sabja llora al ver a su madre
El juvenil Jorge Sabja no pudo contener las lágrimas cuando ni bien salió del Aeropuerto de El Alto, y a través de un monitor de la unidad móvil de la Red televisiva Uno, vio a su madre, Patricia Áñez, quien desde la capital oriental le dio la bienvenida.
El mediocampista fue considerado como uno de los mejores jugadores del torneo de fútbol de los Juegos de la Juventud de Singapur. Contó que lloró de emoción porque su madre también cumplió el papel de padre en procura de que él y sus cuatro hermanos tengan una vida feliz debido a que su progenitor se marchó de su hogar cuando él era muy pequeño.
“Yo no vivo con mi padre, toda la vida he estado al lado de mi madre. A ella es a quien agradezco el apoyo que me ha dado, todo lo que soy se lo debo a mi madre. La quiero, hace mucho tiempo que no la veía, la extrañé mucho”, señaló.
Carlos, el mayor de los hermanos Sabja, llegó al fútbol profesional.
El año pasado jugó en Blooming y esta temporada milita en Real Mamoré. Lo considera su principal referente.
Él y sus hermanos menores juegan en la Academia Tahuichi Aguilera, de la que esperan salir a clubes grandes de la Liga y luego del exterior.
“Soy hincha de Oriente Petrolero, pero quisiera jugar fuera del país. En cualquier equipo de Europa: Inter, Barcelona, Real Madrid”.
La frase
"El deporte no debe ser un pasatiempo, sino parte de la formación de cada una de las personas. Ellos deberían mantenerse tan disciplinados que no se les suban los humos a la cabeza. Pensar que ya son campeones y listo”
Ajenos a las diferencias que hay entre la dirigencia del fútbol nacional y el Estado por el tema impositivo, los chicos de la Selección Sub-15 de fútbol que ganaron la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de la Juventud de Singapur fueron homenajeados ayer por separado por el Gobierno y la Federación Boliviana de Fútbol.
El avión que los trajo de vuelta al país aterrizó en el Aeropuerto de El Alto a las 06.00. Luego se fueron al Palacio, donde los aguardaba el Primer Mandatario, con quien compartieron el desayuno. Café, galletas y jugos de fruta estaban dispuestos en la mesa para el acto.
Morales conversó con ellos, les contó que sólo vio los primeros goles del partido por el oro contra la selección de Haití; los elogió a todos por haber dado una alegría al país.
El capitán del equipo, Pedro Galindo, le entregó una camiseta de la Selección autografiada por todos lo jugadores y el balón del cotejo final.
“A Dios amamos, a la familia amamos, a Bolivia amamos... carajo”. Así gritaron los jóvenes jugadores de la Selección Sub-15, tras el reconocimiento de que fueron objeto en el Palacio.
Mientras ello sucedía en la plaza Murillo, en el Aeropuerto de El Alto los esperaban el titular de la Asociación Nacional de Fútbol, Jorge Justiniano, y el gerente general de la Federación Boliviana de Fútbol, Alberto Lozada, quienes prefirieron quedarse en la terminal aérea argumentando que no tenían invitación para ingresar en el Palacio.
Por la tarde, a las 16.00, en Santa Cruz, la Federación Boliviana de Fútbol rindió su homenaje, distinguió a los jóvenes campeones con medallas, diplomas y una plaqueta que será colocada en uno de los lugares privilegiados de la Asociación Cruceña de Fútbol.
Los chicos y el cuerpo técnico compartieron un churrasco con la dirigencia. Carlos Chávez agradeció el esfuerzo de cada uno y elogió al técnico Douglas Cuenca.
El capitán Pedro Galindo sintetizó el sentimiento del grupo. “Somos unidos, cada uno de nosotros nos apoyamos, y por eso la medalla de oro. A los dirigentes les pido que nos sigan apoyando, que nos den más prioridad, que la juventud es lo que vale”.
Sabja llora al ver a su madre
El juvenil Jorge Sabja no pudo contener las lágrimas cuando ni bien salió del Aeropuerto de El Alto, y a través de un monitor de la unidad móvil de la Red televisiva Uno, vio a su madre, Patricia Áñez, quien desde la capital oriental le dio la bienvenida.
El mediocampista fue considerado como uno de los mejores jugadores del torneo de fútbol de los Juegos de la Juventud de Singapur. Contó que lloró de emoción porque su madre también cumplió el papel de padre en procura de que él y sus cuatro hermanos tengan una vida feliz debido a que su progenitor se marchó de su hogar cuando él era muy pequeño.
“Yo no vivo con mi padre, toda la vida he estado al lado de mi madre. A ella es a quien agradezco el apoyo que me ha dado, todo lo que soy se lo debo a mi madre. La quiero, hace mucho tiempo que no la veía, la extrañé mucho”, señaló.
Carlos, el mayor de los hermanos Sabja, llegó al fútbol profesional.
El año pasado jugó en Blooming y esta temporada milita en Real Mamoré. Lo considera su principal referente.
Él y sus hermanos menores juegan en la Academia Tahuichi Aguilera, de la que esperan salir a clubes grandes de la Liga y luego del exterior.
“Soy hincha de Oriente Petrolero, pero quisiera jugar fuera del país. En cualquier equipo de Europa: Inter, Barcelona, Real Madrid”.
La frase
"El deporte no debe ser un pasatiempo, sino parte de la formación de cada una de las personas. Ellos deberían mantenerse tan disciplinados que no se les suban los humos a la cabeza. Pensar que ya son campeones y listo”
Nila Heredia / Ministra de Salud y Deportes
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