La Prensa
La Selección mundialista volvió a reunirse en el estadio Hernando Siles para disputar un partido en beneficio de los damnificados por el deslizamiento de La Paz. Los hinchas disfrutaron del talento de quienes le dieron al país una alegría.
La calidad sigue intacta. Quienes dieron la mayor alegría al fútbol boliviano de los últimos años se volvieron a juntar anoche por una causa solidaria. Los mundialistas de 1994 metieron un golazo a la tristeza de quienes lo perdieron todo por el megadeslizamiento de la pasada semana en La Paz.
Hace 18 años, cuando la Selección Nacional dirigida por Xabier Azkargorta encaró la eliminatoria para la Copa del Mundo de Estados Unidos 1994, La Paz fue el resumen del sentimiento de un país, que hizo realidad el sueño de llegar a un mundial por mérito propio.
El estadio Hernando Siles fue la casa de ese equipo. Anoche sus puertas se volvieron a abrir para recibir a los gestores de esa hazaña. Esta vez fueron los jugadores quienes mostraron a la solidaridad como una de sus virtudes para apoyar a quienes hoy pasan por una desgracia.
Hicieron lo que más saben, volvieron a divertirse en la cancha, como lo hicieron frente a Brasil, Uruguay, Ecuador y Venezuela. Cumplieron con ese mensaje que les daba en su momento “el Bigotón”.
El resultado es lo de menos, pero el equipo histórico se impuso 3-2 al combinado paceño formado por jugadores de La Paz Fútbol Club, Bolívar y The Strongest. El público, que respondió a la convocatoria del Viceministerio de Deportes, pudo ver de nuevo parte de las diabluras de Marco Etcheverry, la calidad de Erwin Sánchez, Mauricio Ramos y Julio César Baldivieso y el olfato goleador de William Ramallo.
También observó el notable despliegue físico de Vladimir Soria o Luis Cristaldo, el único que sigue en actividad. La fuerza de Marcos Sandy y la solvencia de Carlos Borja y Carlos Trucco, quien se llevó las mayores ovaciones de la noche.
Como para que no queden dudas de que el talento sigue intacto, los tres goles de Bolivia fueron concebidos con calidad y resueltos también con técnica.
La primera alegría de la noche llegó a los 3 minutos de comenzado el partido, Baldivieso acomodó con precisión una pelota hasta donde llegó Borja, el capitán de todos los tiempos de Bolívar lanzó un centro medido hasta donde estaba Ramallo, quien con un notable cabezazo decretó la apertura.
El empate llegó a los 11’, Yuri Villarroel remató de derecha y superó a Trucco, quien antes había protagonizado algunas tapadas de lujo que fueron premiadas con aplausos de los aficionados.
Otra vez el “goleador de América” dijo presente a los 14 minutos, “el Diablo”, como en sus mejores tiempos, le dio un pase preciso y el valluno definió de derecha.
El combinado paceño, dotado de mejores condiciones físicas, pues sus jugadores están en actividad en la Liga, volvió a nivelar las acciones en el minuto 17. Mauricio Baldivieso aprovechó un rechazo a medias de Trucco para poner el 2-2.
Después “el Diablo” sacó un remate desde unos 25 metros, pero la pelota pegó en el travesaño, luego Soria hizo lo mismo, pero esta vez Rougcher mandó la pelota al tiro de esquina.
Faltaba el último grito de la noche que lo protagonizó Erwin Sánchez con una notable definición. Otra vez “el Diablo” generó la jugada, cedió un pase como con la mano a “Platiní”, quien acomodó la pelota lejos de Rougcher.
Ahí terminó la progresión de goles, pero hubo tiempo para que el público siga disfrutando, muchos recordaron lo vivido en 1993, otros pudieron ver por vez primera a los ídolos. La noche fue alegría total, la Selección le metió un golazo a la tristeza.
Demostró, otra vez, que el fútbol une a la gente en la adversidad.
Se vendieron 32.447 boletos y se recaudaron 324.470 bolivianos
Un total de 32.447 entradas se vendieron para el partido de anoche y se recaudó la suma de 324.470 bolivianos que irán en beneficio de los damnificados por el megadeslizamiento de La Paz.
El Banco Mercantil fue el encargado de la venta de las localidades. Se dosificaron 40.000 localidades, pero por norma FIFA de vender menos el 10 por ciento del aforo del estadio, se pusieron en ventanillas 36.000 localidades.
Ingresaron libremente 1.500 personas, haciendo un total de 33.947 espectadores. Se agotaron las localidades para preferencia y recta de general y quedaron muy pocas de las curvas.
La Federación Boliviana de Fútbol informó que el único descuento que se aplicará a la recaudación de anoche es el Impuesto al Valor Agregado (13 por ciento) y el de Transacciones (3 por ciento). El estadio fue cedido gratuitamente.
El Viceministerio de Deportes, encargado de la organización del festival, hará la entrega simbólica de un cheque para los damnificados.
LA OTRA MIRADA
FUERA EL 10
El público silbó cada vez que el presidente Evo Morales, quien reforzó al equipo histórico de Bolivia, tocaba la pelota. En varios pasajes del primer tiempo, desde la tribuna de preferencia se escuchó al hincha decir “fuera el 10, fuera el 10”. Con ese número en la camiseta jugó el Primer Mandatario.
SEGURIDAD
Fuerte control para cuidar al Presidente. La alineación del equipo histórico se pudo conocer cuando los jugadores estuvieron en la cancha. Antes fue imposible, pues no se permitió a los periodistas ni siquiera acercarse al vestuario. Lo mismo sucedió al final del primer tiempo. Para la reanudación no regresó el Primer Mandatario.
SÓLO APLAUSOS
Cuando Carlos Leonel Trucco salió de la cancha, desde las cuatro tribunas del estadio bajó el “olé, olé olé, olé, Trucco, Trucco”. El ex arquero se emocionó hasta derramar lágrimas y en señal de agradecimiento regaló sus guantes a hinchas de preferencia.
CENA Y REGRESO
Después del partido, los jugadores de la Selección tenían previsto compartir una cena en un restaurante de la ciudad.
El viaje de regreso a sus distritos está programado para hoy, en diferentes turnos; la mayoría lo hará por la tarde.
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