ESPN
El Internacional brasileño exhibió sus galones de campeón de la Copa Santander Libertadores al ganarle con autoridad por 3-0 al Wilstermann boliviano, que quedó sin opciones de clasificación en el Grupo 6.
Oscar, en un rebote en la primera parte, el argentino Andrés D'Alessandro y Zé Roberto, en la segunda, sellaron la fácil victoria de los 'gaúchos' en Porto Alegre.
La goleada le permitió al conjunto brasileño alzarse hasta los 10 puntos, una cifra con la que lidera cómodamente la zona, por delante del Emelec ecuatoriano, que suma siete enteros, y el Jaguares mexicano, que cuenta con seis unidades.
Wilstermann, que encajó su cuarta derrota seguida y se despidió de la Libertadores, resistió en el estadio Beira-Río apenas diez minutos, el tiempo que le costó al Internacional bajar la pelota al piso y resquebrajar el frágil sistema defensivo de los bolivianos.
Los ataques de los brasileños partieron en mayor medida del flanco izquierdo, donde Kléber no encontró oposición para sus internadas durante todo el partido.
El carrilero distribuía el juego y conectaba a placer con quien fuera a asistirle, a veces D'Alessandro y en otras ocasiones Oscar, quien estuvo muy activo y fue uno de los jugadores que más peligro creó en toda la noche.
El gol inicial partió precisamente en una combinación por la izquierda entre D'Alessandro y Kléber, que culminó Oscar con el estómago, después de dos rebotes.
En el resto de la primera parte, el Internacional se conformó con jugar al trote y con explorar una y otra vez la herida abierta por el flanco izquierdo, el más frágil del Wilstermann, aunque sin demasiado acierto, en gran medida por la buena actuación del guardameta Mauro Machado.
Después del descanso, el Internacional subió un punto las revoluciones, lo justo para terminar de desequilibrar a un Wilstermann muy poco consistente, que hizo justicia en la cancha a su posición en el fondo de la clasificación.
El segundo gol salió en una internada de Oscar hasta la línea de fondo, desde donde le sirvió una asistencia a D'Alessandro, que esperaba solo en el centro del área grande para rematar la jugada.
La impotencia derivada de la certeza de la eliminación llevó al defensor Lucas Fernández a propinarle una patada fuera de tiempo a D'Alessandro, una acción que le valió la tarjeta roja y dejó a su equipo aún más desahuciado si cabe.
Si ya se había sentido cómodo el Inter hasta ese momento, con un jugador más convirtió el partido en una exhibición de tiro, para el deleite de sus aficionados.
Un remate a bocajarro de Zé Roberto, a pase de Kléber, supuso el tercero y definitivo para los brasileños, que aún continuaron atacando, pero no pudieron ampliar la ventaja gracias a la entrega del arquero rival.
Este partido de la cuarta jornada del Grupo 6 se jugó en el estadio Beira-Río, de la ciudad de Porto Alegre, ante 35.000 espectadores.
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