El Colegio Militar los distinguió con su máximo galardón. Después de 48 años, volvieron al lugar donde se concentraron y decidieron ganar el Sudamericano.
Los jugadores de la Selección de fútbol que en 1963 le regalaron al país el título que hasta el momento es el mayor éxito deportivo de los bolivianos recibieron ayer el testimonio de agradecimiento del Colegio Militar de Ejército “Gualberto Villarroel”. La entidad distinguió a los campeones con el Castillo de Oro, el mayor reconocimiento que la institución entrega a personalidades destacadas en Bolivia.
En el acto desarrollado ayer también fueron distinguidos los periodistas deportivos que a través de la radio llevaron a todo el país las incidencias del certamen que concluyó el 31 de marzo de ese año con el triunfo de Bolivia 5-4 sobre Brasil. Tito de la Viña, Remberto Echavarría, Mario “Cucho” Vargas y Lorenzo Carri fueron reconocidos.
Isaac Álvarez, Ramiro Blacut, Roberto Cainzo, Wilfredo Camacho, Carlos Cárdenas, Arturo López, Hugo Palenque, Édgar Quinteros y Eulogio Vargas —en ese orden— fueron los presentes en la ceremonia y recibieron el Castillo de Oro entre aplausos de los cadetes de esta institución.
El reconocimiento también fue otorgado a Jesús Herbas, Alberto Tórrez, Abdul Aramayo, Ausberto García, Renán López, Oswaldo Villarroel, Máximo Alcócer y Fortunato Castillo, que por distintas razones no pudieron asistir.
Luego se rindió un homenaje póstumo a Eduardo Espinoza, Mario Zabalaga, Víctor Agustín Ugarte, Max Ramírez y Antonio Aguirre. “Es en vida que se tiene que hacer este tipo de homenaje a estos héroes que lograron que cinco millones de habitantes puedan unirse y palpitar con la Selección”, aseguró Luis Fernando Alcázar, comandante del Colegio Militar de Ejército, quien fue el encargado de entregar la distinción a cada uno de los campeones y periodistas deportivos.
Por su parte, el periodista Mario “Cucho” Vargas rememoró que “la Selección Nacional se concentró en las aulas del Colegio Militar y fue en este lugar donde decidieron ganar el Sudamericano,” y luego añadió que “este es el máximo logro que conquistó el deporte boliviano, ni siquiera la clasificación al Mundial 1994 podría igualarse a esta hazaña”.
A nombre de los futbolistas, Wilfredo Camacho agradeció el gesto de la institución militar y manifestó que “al país hay que darle y no pedirle”.
Las frases
"Lo veo y no lo puedo creer, luego de medio siglo seguimos recordando y viviendo esta hazaña. Ellos son unos ídolos y el deporte boliviano necesita de este tipo de ídolos para que se formen nuevos campeones”.
Tito de la Viña / Periodista deportivo
"No esperábamos pisar otra vez estos lugares donde concentramos. Recuerdo especialmente ese espíritu que se formó en la Selección en los cuatro meses que estuvimos aquí compartiendo con los cadetes y oficiales”.
Ramiro Blacut / Selección Bolivia 1963
Víctor Quispe Perca
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