El director del Sedede denunció que varios vándalos cometieron destrozos en la curva sur, al final del clásico.
Hinchas fuera de sí de The Strongest se ensañaron con algunas “nalgueras” del sector de la curva sur, las que destrozaron al final del clásico del domingo; no contentos con eso, también se las tomaron con algunas baterías de los baños del mismo sector.
El director del Servicio Departamental de Deportes, Alberto Alvarado, denunció este hecho, que lo constató al acabar el partido del domingo. Ese día, al final de la tarde, inmediatamente se contactó vía telefónica con los dirigentes de The Strongest, a quienes comunicó de todo cuanto había acontecido.
“Son 12 las baterías destrozadas, y también hay 20 sentaderas, las cuales han sido dañadas, y cuyo costo de reparación será superior a los 10.000 bolivianos. Es algo que se tiene que arreglar en el máximo de dos días, porque tenemos partidos nacionales e internacionales desde la próxima semana”, explicó Alvarado.
Una vez anoticiado de este hecho, el presidente del club The Strongest, Kurt Reintsch, confirmó a Acción que la entidad se tiene que hacer cargo de toda la reparación, por culpa de unos inadaptados que se dicen ser hinchas del aurinegro.
“Es la forma en que reacciona un grupo al que es muy difícil de calificar, por sus actos que realiza”, dijo Reintsch.
Ayer se pudo verificar los alcances de toda la destrucción, que incluyen destrozos en los tanques; además se arrancaron las tuberías de los inodoros, y algo parecido con las denominadas “sentaderas“ de la parte baja de la curva sur. “El Servicio Departamental de Deportes tiene un contrato que estipula que nosotros tenemos que dar el escenario en buenas condiciones, y quienes hacen uso del alquiler tienen que devolverlo en las condiciones que les entregamos”, agregó Alvarado ayer. De los daños ocasionados en el clásico, las “sentaderas“ serán las más difíciles de reponer, debido a que tienen determinadas dimensiones y vienen a pedido, además están hechas con un material especial.
Otro hecho que se constató fue que se introdujeron bebidas alcohólicas en el sector, porque junto a las sentaderas había varias botellas de ron y singani.
10.000 bolivianos es el costo aproximado que demandará la reparación de las sentaderas y baterías de baño.
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