La semana anterior se convirtió en la primera mujer que dirige un plantel profesional en ese país: el Hijos de Acosvinchos de la Segunda División, con el que firmó un contrato por una temporada.
Fue “la noticia” de la semana, requerida por medios de comunicación de varios países de Sudamérica; por ese motivo estaba extrañada por que no la llamen de Bolivia. “Los mismos periodistas aquí (en Lima) me dijeron que ‘es muy raro que los periodistas de su país no se pronuncien’. Pensé que no había cariño; pero ahora estoy feliz”.Su formación en España y en otros países, además de la pasantía en el FC Barcelona durante más de cuatro años, fueron las razones por las que el club peruano se fijó en ella. También el apoyo de la Universidad Alas Peruanas de Lima coadyuvó para su llegada. “Esa Universidad ha hecho los esfuerzos para que yo esté presente, está apoyando bastante”.
Las autoridades de esa casa de estudios habían contactado a Ibáñez el año pasado para dirigir a su equipo universitario; pero la entrenadora rechazó la oferta porque tenía interés en hacerse cargo de un equipo profesional. Ahora que la ‘U’ auspicia al Hijos de Acosvinchos se hizo posible su llegada.
De a poco va conociendo el plantel con el que cuenta, apenas ha dirigido unas cuantas prácticas; pero tiene los objetivos claros en la que es su primera experiencia con un plantel profesional. “La idea es ascender, ese es el reto que compartimos con los dirigentes y los jugadores. Como profesional he venido a aportar la experiencia que he adquirido en Europa y en otras partes del mundo”.
No conoce la fecha del debut por los problemas que atravesó el fútbol peruano en el último tiempo: “probablemente sea a finales de abril”.
Más allá del objetivo inmediato, su mayor “sueño” es dirigir a la selección boliviana absoluta de varones. Esa es la principal motivación por la que decidió dedicarse a la dirección técnica, “por eso decidí capacitarme, he estudiado bastante. He intentado adquirir capacidad y experiencia para dirigir a la selección”.
Recuerda que desde niña siguió de cerca lo que hacía la Verde: “siempre renegaba, era una mujer futbolera, entonces decía ‘esto llegó a buen tamaño’ porque veía a mi selección perder. Esa fue una motivación para dedicarme a la dirección técnica”.
Nelfi Ibáñez, por tanto, aspira a retornar en algún momento a Bolivia y dirigir aquí.
“Soy boliviana, amo mi país, amo mi gente, estoy trabajando fuerte para llevar en alto el nombre de Bolivia”.
Su llegada al Perú generó opiniones diversas. “Te dicen que Bolivia a nivel futbolístico no ha hecho nada, que nunca ha llegado a un Mundial y cómo puede ser que una entrenadora boliviana pueda venir hasta este país a dirigir, y cosas así. Yo quiero probar lo contrario, demostrar que nosotros, los bolivianos, somos buenos profesionales, que tenemos grandes capacidades e inteligencia”.
No se siente menos que un varón, reconoce que el fútbol es un deporte que está dominado por los hombres; sin embargo, gracias “a mi capacidad y valentía he llegado hasta donde estoy, a mí nadie me regaló nada”.
Sus estudios de dirección técnica los inició en La Paz, en el ISEF, aunque es una etapa que prefiere no recordar, “porque surgieron algunos problemas, por eso tuve que ausentarme a Asunción”.
En 2000 continuó el curso en Paraguay, donde le convalidaron varias materias. “Como yo había iniciado en Bolivia, directamente seguí el segundo año allá”.Se recibió en 2001, y paralelamente a sus estudios dirigió al equipo femenino del Club Nacional, “con el que, por cierto, salimos campeonas”.
Con orgullo expresa que “me abrieron las puertas y me dieron mi lugar; además por las notas que había obtenido me valoraron bastante”.
Después regresó al país, no recuerda bien el año. “Voy a revisar eso, todo pasó tan rápido. Me parece que fue en 2003”. Su vuelta coincidió con la presidencia de Abraham Ovando en la Asociación de Fútbol de La Paz (AFLP) y se hizo cargo de la selección juvenil paceña de damas. “Había regresado con un título, con muchos recortes de periódicos de las notas que me hicieron en Paraguay”.
Su buen trabajo le permitió asumir la selección nacional femenina, en los Juegos Bolivarianos de 2005 en Colombia (Armenia y Pereira), y al año siguiente (2006), en el Sudamericano Sub-20 de Chile.
En 2007 comenzó su experiencia “europea” como entrenadora. Gracias a una gestión del Comité Olímpico Internacional (COI).
Estuvo seis meses en el Centro de Alto Rendimiento de San Cugat de Ballés, en Barcelona; para realizar un curso de Ciencias Aplicadas al Deporte. También estudió en la Federación Catalana de Fútbol “donde realicé un curso de técnica”.
Quizás su mayor logro a nivel de su formación fue en la Universidad de Montjuic, también de Barcelona, donde pasó el Master Internacional de Entrenadores de Élite. “Eso lo hice durante dos años”.
En medio de su periplo español, pasó por muchos cursos internacionales de la FIFA “en Tegucigalpa, Honduras; en Texas, Austin (Estados Unidos); también en Asunción, Cochabamba y en Lima”.
Después de eso “quería valorarme como entrenadora de fútbol profesional, entonces decidí hablar con Frank Rijkaard, técnico del Barcelona, para hacer un seguimiento al primer plantel y me aceptó. Tomaba notas de todos los entrenamientos desde el principio hasta el final. En ese tiempo (2008) se fue Frank y se quedó Pep Guardiola; pero di continuidad a mi trabajo hasta cuando me tocó viajar a Lima. “Estuve durante más de cuatro años observando los entrenamientos del Barcelona, y me otorgaron un certificado”.
Cuando se le pregunta cómo una mujer maneja un vestuario de varones, responde: “cuando estás ahí adentro y todos los chicos están en cortos y no sé que yo estoy haciendo mi trabajo, a partir de que soy una profesional. Yo sé lo que me interesa, quiero llegar lejos y no puedo desconcentrarme”.
En esos momentos “estoy muy ocupada con la charla técnica. Si los jugadores se están cambiando o haciendo sus cosas personales, es problema de ellos”.
“Yo hago lo que requiere mi profesión, lo demás no es nada, porque si fuera así, les tendríamos que decir a los médicos hombres que no atiendan a las mujeres. Ellos trabajan a nivel profesional y yo también. No le veo nada raro”.
Finaliza asegurando que no es difícil manejar un vestuario de varones, pues tiene sus complicaciones igual que uno de mujeres.
Messi le dijo que siga adelante
Chuquisaqueña
Nelfi nació el 12 de septiembre de 1968, es chuquisaqueña. Tiene dos hijos: Iver Mauricio, estudia economía en la UCB, y Álvaro de Jesús Pérez Ibáñez, jugador de fútbol en La Paz.
Con el mejor
Conoció a Lionel Messi en el Barcelona. “Al principio se sorprendió, luego me dijo que estaba bien, que siguiera en mi carrera”. Conoce a todas las figuras de ese plantel.
En españa
En Barcelona dirigió al Cultural Deportivo (tercera regional de la Liga Catalana), y a la selección de residentes bolivianos.
Es una entrenadora ofensiva
Sus varios años en el Barcelona han hecho de Nelfi Ibáñez una entrenadora ofensiva, por eso le gusta plantear sus equipos con un sistema de 4-3-3, muy similar al que utiliza Pep Guardiola en el azulgrana.
No obstante del planteamiento parecido, dice que “es muy difícil copiar” el juego del Barcelona. “Por eso aquí (en el Perú) les dije a muchos medios de comunicación que soy una entrenadora original y depende mucho de los jugadores de tu plantel para terminar de definir el planteamiento”.
Anticipa que los Hijos de Acosvinchos será un equipo ofensivo, porque “me gustan que los cuadros a mi cargo ataquen bastante, no me agrada quedarme atrás y contragolpear, prefiero salir”.
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