Abogados, ingenieros, economistas, auditor y otros profesionales que en su mayoría también son empresarios, son el común denominador de los 12 presidentes de clubes de la Liga del Fútbol Profesional Boliviano, quienes tienen a su cargo la conducción de sus respectivas instituciones.
De los 12 mandamases, actualmente ocho tienen actividades empresariales propias al margen de sus profesiones, los otros cumplen labores en sus carreras elegidas, ya sea en entidades locales o rubros particulares.
Alfonso Gorayeb, presidente de Real Mamoré; Miguel Antelo, de Oriente; Kurt Reintsch, de The Strongest; Mauricio González, de La Paz FC; Rudy Acevedo, de Aurora; Wálter Mamani, de San José, Guido Loayza, de Bolívar, y Ricardo Tarabillo, de Blooming, cuentan con labores empresariales.
Tarabillo, ganadero bloominista, sostiene que la participación de los empresarios en los clubes se debe a que el fútbol en Bolivia es deficitario y se necesita de esas personas con recursos suficientes como para solventar los gastos. “Dirigir un club lo primero que exige es tener plata y luego el resto”.
“Ser presidente es una gran responsabilidad con tu club y tu región. Uno pretende que la gestión sea positiva; sin embargo, se pasa muchos sinsabores, que amargan a uno y lo más duro es que la afición no entiende y más bien critica, por eso no es fácil ser dirigente el fútbol boliviano”, explicó Rodolfo Acevedo, titular del valluno Aurora.
Cuando se le consultó cuánto invirtió de su peculio personal en el club, el dirigente respondió con una sonrisa y un silencio, y luego, a manera de broma, sostuvo: “si en casa se enteran se enojan conmigo. Es así con todos los presidentes, porque sería imposible vivir con la plata que da el fútbol boliviano”. Los presidentes Eduardo Salamanca, de Real Potosí; Gerardo Rosado, de Guabirá; Gastón Moreno, de Nacional y Wálter Arízaga, de la U de Sucre, trabajan en sus profesiones en entidades importantes.
Entre los dirigentes más experimentados están González, Loayza y Antelo, quienes hicieron una verdadera carrera dirigencial; en tanto, otros tienen un destino diverso, como Reintsch o Moreno, quienes no tenían en planes entrar al mundo del fútbol pese a ser hinchas de corazón de sus clubes.
“En realidad el presidente debió ser el señor Wilfredo Condori luego de que se fue Emilio Alave, pero no quiso, se excusó, entonces yo casi fui obligado a asumir la conducción y lo hice con gusto”, según Gastón Moreno, quien aún recuerda la alegría del ascenso a la Liga.
“Hay de todo, alegrías y tristezas, pero como somos apasionados en el fútbol es que estamos aquí. Uno hasta tiene que ser un poco loco porque no es una empresa que rinda superávit”, manifestó el presidente atigrado Kurt Reintsch.
González, el ‘decano’ de los presidentesExtraordinaria es la carrera dirigencial que siguió en el fútbol boliviano, porque ocupó diversas y destacadas carteras en el ámbito asociacionista, en el liguero y en el federativo, se trata de Mauricio González, el presidente de La Paz FC.
Es el titular más antiguo en un club de la Liga, porque está en el cargo hace nueve años, desde que el azulgrana ascendió; obviamente tiene la ventaja de ser el dueño y Mecenas del club; sin embargo, pese a ello, lleva ya una trayectoria dirigencial desde 1983, cuando de jovencito presidió Chaco Petrolero.
González fue presidente de club asociacionista como Chaco, dirigió a la Asociación de Fútbol de La Paz, fue presidente de la Asociación Nacional de Fútbol, luego del Club Atlético González que se transformó en La Paz FC, del cual es dueño.
Sin embargo, antes fue presidente de The Strongest, también es hincha, siendo uno de los pocos en presidir a dos clubes profesionales ligueros. Actualmente es tesorero federativo y reúne todas las condiciones para ser un presidente federativo.
“Estoy cansado, son nueve años manteniendo al club en la Liga. Es duro porque el dinero sale de uno solo”, se queja.
Bolívar tiene el colchón BAISA y Nacional, de grupo minero
Las características internas de ambos clubes hace que los presidentes de Bolívar y Nacional Potosí sean liberados de aportar con recursos propios, pues tienen una estructura que deja a sus presidentes pensar sólo en lo deportivo. En el caso de la Academia está el sostén financiero que BAISA SRL otorga al equipo, que tiene seguros sus ingresos.
“Ése es el mérito de esta presidencia, al hacer una alianza con Marcelo Claure se fundó BAISA. Tenemos metas y mi misión es qué club dejaré hacia adelante. No nos preocupamos de dinero, sino que sea un ejemplo nacional”, afirmó Loayza. Añadió que su obligación está en ver el futuro de la entidad y tener pasos seguros a seguir.
Por su parte, Gastón Moreno, de Nacional, afirmó con gran hidalguía al sostener que no aporta con recursos propios, porque cuenta con siete empresarios mineros que forman el colchón financiero con personas querendonas del club lideradas por Jorge Decormis y otros destacados. “Mi persona prácticamente no pone nada, ellos me nombraron presidente para administrar al club de la mejor manera y para que las cosas vayan bien en las cuentas, casi como un fiscal”, destacó Moreno.
A ellos también les pasa de todo
Anécdota
Hace dos años, la crisis era tal, que Gerardo Rosado salió a las calles de Montero a pedir ayuda con una caja.
Tigre
“El presidente debe administrar y pagar sueldos; los jugadores, entrenarse, jugar y ganar”, dice Reinstch.
Lo da todo
El dirigente Mamani dice que la directiva hace que uno sea muy desprendido para el club.
Fue jugador
cuando era niño, Ricardo Tarabillo estuvo en las inferiores de Blooming, donde lo entrenó Víctor Agustín Ugarte.
No se pierde
Loayza es “de los pocos presidentes que asiste a casi todos los partidos”.
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