Edu Dracena adelantó al Santos en un córner en la primera mitad y Neymar amplió el resultado en la segunda etapa, en un partido con poco juego, estropeado por la intensa lluvia que cayó en Sao Paulo.
El partido fue un monólogo del Santos, aunque tuvo pocas ocasiones y escaso atractivo debido al trabajo defensivo del equipo peruano, cuya única intención fue evitar una goleada más abultada, y también por el temporal que dejó encharcadas amplias zonas de la cancha.
El Santos concluyó con nueve puntos, seguido por el Internacional de Porto Alegre y el The Strongest boliviano, ambos con siete enteros, y por Juan Aurich, que con cuatro derrotas en cuatro jornadas, ya no tiene opciones de clasificarse.
El fuerte aguacero se desató sobre el Pacaembú casi coincidiendo con el pitido inicial, para dificultar el juego de toque del Santos, que pasó casi quince minutos sin tirar al arco, hasta que Edu Dracena aprovechó un mal rechace del arquero Diego Penny en un córner para convertir el primer tanto de la noche.
El gol no inmutó a los peruanos en su estrategia ultradefensiva, que pasaba por parapetar cinco defensas y cuatro volantes en su propio campo, con las líneas juntas y un marcaje duro sobre todos los brasileños y en especial, sobre Neymar, objetivo de muchas las faltas.
Sin fluidez en el juego interior y con Neymar muy vigilado por la expeditiva zaga peruana, el Santos encontró grandes dificultades para acercarse al área rival durante el resto de la primera mitad.
La intensa lluvia causó un apagón en dos torres de iluminación, que prolongó el descanso 42 minutos, y también dejó el terreno de juego prácticamente inundado, impracticable en varias zonas durante toda la segunda parte.
Con dificultades para llegar al área por el estado de juego, el Santos exploró los tiros desde la frontal, por medio de Paulo Henrique Ganso y Arouca.
Pero fue Neymar, la estrella del equipo, quien marcó el gol de la tranquilidad para los brasileños, con un tiro raso desde la frontal del área.
Borges a punto estuvo de anotar el tercero en dos ocasiones seguidas, primera en un tiro dentro del área, después de esquivar bien a dos rivales a pesar de los charcos, y después en un remate de cabeza que se fue fuera por poco.
Este encuentro de la cuarta jornada del Grupo 1 se jugó en el estadio Pacaembú de Sao Paulo, ante 26.000 espectadores. Dos torres de iluminación se apagaron por un aguacero en el descanso, que duró 42 minutos.
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