El Club Guabirá de Montero cumplirá mañana medio siglo de vida, 50 años de vida institucional con éxitos y también derrotas, pero con un presente difícil de afrontar. Desde su fundación, el 14 de abril de 1962, ha sido el club deportivo orgullo del norte cruceño, se ha metido en el corazón de niños, jóvenes y adultos de la región que siguen sus pasos.
Sin embargo, es un club que no ha podido crecer. En Sus Bodas de Oro no goza de un sostén económico más allá de los recursos que le otorga el ingenio azucarero Guabirá, de manera que transita de la mano de quienes coyunturalmente pueden darle una mano.
“Institucionalmente se podría decir que el club creció, porque se metió en gran parte de los corazones montereños, pero la verdad es que esto (del fútbol) es poniendo (dinero) y como no se le apoya en la magnitud que necesita, pues el club pasa apuros como los de ahora, que nos tiene muy preocupados”, afirma Cástulo Gutiérrez, un exjugador del club azucarero en los años 70.
Con medio siglo de vida, es poco de lo que puede jactarse Guabirá en cuanto a infraestructura, pues la entidad no tiene bienes inmuebles consolidados. “Para qué nos vamos a mentir, no tenemos patrimonio físico. Hay unos terrenos donde sólo están los arcos, no tenemos masa societaria y ni jugadores propios. Hay mucho por trabajar para lograr estabilidad”, admitió el actual presidente Gerardo Rosado.
Dice que al ser Guabirá un patrimonio de Montero, merecería gozar de mayor apoyo de parte de las instituciones de esa ciudad, pero no ocurre ello. “Sufrimos por lo económico, situación que nos priva de muchas metas y objetivos que nos propusimos”. El club casi siempre vivió al día, planificó muy poco su futuro y a sus 50 años no tiene mucho que celebrar.
“Yo crecí casi al lado del club desde que llegué a Bolivia y pienso que está pendiente una gran tarea, que es elaborar un proyecto para que viva, pero que viva bien por muchos años más”, afirma Waltersillo Rodrigues, exjugador y técnico de los llamados Diablos Rojos.
La carencia de patrimonio y los apuros económicos que arrastra lo llevan a tener dificultades en sus emprendimientos deportivos, por eso hoy por hoy Guabirá está en zona del descenso indirecto, lejos de los hitos obtenidos: el título nacional de 1975, el subtítulo liguero de 1995 y la corona AeroSur de 2010. “Hoy por hoy —dice el exfutbolista Hugo Villarroel— el mejor regalo en estos 50 años de la institución sería que el equipo salve la categoría y a partir de ahí se trace nuevas metas”.
Los datos
Ingenio
En 1953, el presidente de la República Víctor Paz Estenssoro firmó un decreto para que Santa Cruz tuviera un ingenio azucarero.
Guabirá
Nueve años después y luego de haber armado y competido con muchos equipos, los trabajadores del ingenio fundaron Guabirá.
Fundadores
Sixto Hurtado fue el primer presidente; le acompañaron otros dirigentes como Antonio Medina, Manuel Núñez y Saturnino Paredes.
Tres hitos
Al margen de sus títulos cruceños, Guabirá logró el Nacional en 1975, un subtítulo profesional en 1995 y la AeroSur del Sur de 2010.
Es el club orgullo del norte cruceño
‘El pueblo es su patrimonio’: Gerardo Rosado, presidente de Guabirá
‘Infraestructura o propiedad grande no tenemos, no se pudo construir por la economía. El pueblo es su patrimonio y por eso llegó a esta edad a la que no muchos llegan’.
‘Más efectivo y menos palabras’: Germán Parada, exjugador
‘Antes, el club no tenía tantos problemas como ahora, porque había el ingenio que apoyaba; ahora hace falta más recursos, más dinero y eso significa más efectivo y menos palabras’.
‘Crecimos con Guabirá’: Tito Saavedra, exfutbolista
‘Quién de los norteños no lleva en el corazón a Guabirá, porque casi todos, desde chicos, crecimos con el club. Casi toda mi carrera jugué en el equipo y ojalá salga del mal momento’.
Rosado dice que urge recibir aportes
La planilla salarial de Guabirá es el 25% de la que tienen los clubes grandes de Bolivia, por eso mismo su equipo es limitado, no ha tenido buenos resultados en el torneo Clausura y corre el riesgo de irse al descenso. El presidente Gerardo Rosado sostiene que la situación económica es difícil y pide a los hinchas “de verdad” que cooperen dando dinero de su bolsillo.
Según su versión, el club recibe aportes voluntarios del ingenio azucarero, de los trabajadores y los cañeros, pero no es suficiente si la idea es formar un plantel fuerte que pelee por los sitiales de privilegio en el certamen. Textiles San Jorge, Sinteplas, Agua cero, Paceña, AeroSur, Alcaldía de Montero, colegio René Moreno, Cosmol, Poder y Placer, son algunas empresas que de una y otra manera colaboran.
“La verdad es que pese a los aportes aún nos falta apoyo. Guabirá es una entidad sin fines de lucro, propiedad de los montereños y de las provincias del norte. Algún día será grande si los propietarios meten la mano al bolsillo”. Desde su punto de vista, urge generar un plan para salir de la incómoda situación. “Creo que es una tarea no sólo de empresarios, sino transportistas, comerciantes y todos. Nuestro problema es económico básicamente”, dijo.
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