Una de las razones por las que el fútbol profesional boliviano no mejora, es el estado de las canchas, pocas se salvan, porque en general son regulares o malas. Ésa es la conclusión de un sondeo que hizo Señor Fútbol entre los entrenadores y jugadores de los equipos ligueros que habitualmente las pisan, y que en su mayoría les otorgan nota de aplazo.
La peores canchas —según la mayoría— son las del estadio Gilberto Parada, de Montero; la del Gran Mamoré, de Trinidad, y la del Tahuichi Aguilera, de Santa Cruz. “Ya quisiera verlo a (Joseph) Guardiola, a ver qué fútbol hace aquí el Barcelona”, matizó el entrenador argentino de Blooming, Néstor Clausen, en alusión a que el considerado mejor equipo del mundo lo es porque, en parte, juega sobre buenos terrenos.
Clausen pidió que su crítica sea tomada de manera constructiva, pensando en que si las canchas del país mejoran, el fútbol boliviano también va a mejorar. “Si se habla en sentido de mejorar las condiciones de las canchas en el país, yo creo que todas tienen que ser atendidas, pero no volví a ver el (estadio Hernando) Siles, no sé cómo estará, de manera que viendo lo que hasta ahora me tocó, creo que hay un gran descuido y pienso que podrían estar mejor”.
Del mismo Blooming, el volante José Luis Chávez sostuvo que todas son “feísimas y malísimas. De verdad, y no creo que se enojen, pero aquí, en Santa Cruz, es muy dura; en otras el césped es muy crecido y de esa manera las canchas de hacen pesadas. Además, la mayoría tiene desnivel. Creo que las que más o menos se salvan para lo mínimo son las de Sucre y Oruro”.
Los futbolistas dicen que en las canchas bolivianas hay pequeños ‘pozos’ o huecos que se forman y se constituyen en un peligro para el físico de los jugadores, también observan la falta de un pasto tupido y la dureza o blandeza, según la cancha.
Para el exentrenador de The Strongest y flamante DT de Wilstermann, Mauricio Soria, ninguna está a gran nivel, pero las que están en peores condiciones son las de Trinidad y Montero, “porque son terrenos bastante duros y en algunas épocas no hay grama. Pero en general no hay cancha ideal y por eso es que se tiene que hacer mucho para mejorar desde ese aspecto”.
Son pocos quienes destacan a algunas canchas como buenas, entre ellos el entrenador paraguayo Jacinto Elizeche, de Guabirá, quien observó que el rodar de la pelota es bueno, la pelota no pica ni salta extrañamente, y eso es una muestra de que “las canchas reúnen las condiciones para jugar. Ahora, cuando un campo de juego está mal, también se nota y los reclamos se multiplican”. El entrenador considera que la cancha del Gilberto Parada, donde juega su equipo, es buena.
Eduardo Flores, administrador del estadio Hernando Siles, afirmó que las condiciones del césped miraflorino son buenas desde que regresó la empresa Agrint para su mantenimiento, la misma que le dio un gran impulso. Recordó que el césped del estadio miraflorino se mantiene pese a que data de hace 35 años, desde que fue reinaugurado en 1977, aunque también aclaró que ya hay la necesidad de pensar en un cambio sustancial.
Los datos
Dura o blanda
Las canchas, dicen los entrevistados, no deben ser ni muy duras ni muy blandas. En el país no encuentran una que reúna las mejores condiciones.
Huecos
Los mayores problemas que hay en los terrenos son los huecos. Los futbolistas corren riesgos de lesiones si pisan mal uno de ellos.
El clima
Mucho tiene que ver el frío, el calor o la humedad, según la ubicación del escenario. Además, el mantenimiento.
Frente a frente
Mauricio Soria - Para el técnico de Wilster, ninguna de las gramas donde se juega la Liga está en buenas condiciones
No hay estadio en Bolivia que cuente con un buen gramado para jugar a buen nivel. “No se salva ninguna. Es posible que la del Hernando Siles se salve un poco, pero es muy blanda y eso ‘mata’ las piernas. La verdad, no hay canchas como para jugar a un gran nivel y eso hace que también el nivel del fútbol no sea bueno”, según el DT de Wilster. El técnico considera que todas las canchas en las que se juega fútbol liguero tendrían que cambiar piso, desde la tierra, hasta el césped mismo. “Sin duda que las de Montero y Trinidad son las peores. Son duras y el pasto es muy ralo, disperso”.
Sergio apaza - El entrenador de Universitario destaca el buen nivel de las canchas de Potosí, Oruro y Sucre
Sergio Apaza, el entrenador de Universitario de Sucre, piensa diferente porque considera que hay buenas canchas en el país, que permiten que se practique buen fútbol. La cancha del Víctor Agustín Ugarte de la Villa Imperial es “la mejor” para Apaza, porque tiene buen pasto y su corte es “bajito”, muy similar a lo que sucede en el Jesús Bermúdez de Oruro, y la Patria de Sucre “está linda para jugar; aunque hace poco tiempo estaba larga y la hicimos cortar”. Para el DT, ese tipo de campos “con el pasto bajo y bien nivelado”, son los que permiten desarrollar “un fútbol veloz”.
Montero, donde la presión es máxima
El estadio Gilberto Parada, conocido como la ‘Caldera del diablo’, hace honor a ese denominativo, pues —según los entrenadores y jugadores consultados— es el escenario donde más se siente la presión que ejerce el público. El motivo es la proximidad de las graderías con el campo de juego.
Juan Carlos Paz García, entrenador de Nacional Potosí, y antes jugador de muchos clubes, asegura que “la gente está muy cerca, incluso te llegan los escupitajos, se escuchan los insultos y hasta te dicen de qué te vas a morir”. Apunta que también en Santa Cruz las barras de Oriente Petrolero y de Blooming, presionan mucho; “pero muchas veces pasan de lo que significa ser un hincha más casi al vandalismo”.
En La Paz, en cambio, si bien existe la misma euforia por lo que significa el fútbol, las hinchadas son más pasivas”. Gualberto Mojica, jugador de Oriente Petrolero, coincidió con que en “Montero es un estadio muy pesado para jugar porque se escucha todo y la gente hasta te puede tocar la espalda en un lateral”.
El bloominista José Luis Chávez anotó que en el Gilberto Parada “el aficionado es enardecido, será porque para ellos cada partido es duro”. En cambio Sergio Apaza, DT de Universitario, aseguró que en Oruro “es donde más se siente la presión del público, faltando cinco minutos siguen apoyando, en cambio en Montero es diferente, los hinchas presionan, pero cuando le meten el primer gol empiezan a insultar a sus jugadores”.
La opinión de:
Miguel Hoyos: ‘La pinta es una, la realidad otra’
De arriba se ve una cosa, pero pisándola y jugando la realidad es diferente. La pinta es una, la realidad otra. En el Tahuichi es como un cemento, y en Trinidad hay diversas gramas. La verdad es que la diferencia con las de afuera es bastante. Creo que afuera ya no pondríamos excusas. La del Siles puede ser la más regular.
Gualberto Mojica: ‘En general no son buenas’
Puede ser en Montero la peor, pero en realidad todas las canchas tienen sus dificultades, porque no las veo parejas, en general no son buenas. La del Tahuichi, de La Paz u Oruro no están bien, al menos al nivel de otros países. Creo que la única que se salva es la de Sucre, por la comodidad de cómo uno se siente al correr”.
A. Andaveris: ‘Cada una tiene sus dificultades’
En mayor o menor medida cada una tiene sus dificultades, pero las más ásperas me parece que son las de Trinidad y Montero. No sé cuál será la mejor, sin embargo, en lo personal me gustan mucho las de Sucre y Potosí. Lo extraño es que, a veces, a una la encuentras bien y en la siguiente ocasión mal, no sé por qué.
Darwin Peña: ‘En Trinidad hay todo tipo de terreno’
La más complicada es nomás la del Beni y entre las mejorcitas están la del estadio de La Paz y la de Oruro. En Trinidad hay todo tipo de terreno eso es lo raro, hay partes suaves y otras no, entonces eso se nota en la bola y su forma de cómo va en la cancha. A veces pica muy fuerte.
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