"¡Sigan, no paren, presionen en todos los sectores!", vuelve a gritar a sus jóvenes futbolistas que acatan sin protestar las indicaciones de esta mujer de 43 años, que viste falda en los entrenamientos y es una de las pocas en el mundo que entrena a hombres.
De cara al próximo inicio del torneo de segunda división del fútbol peruano, uno de los torneos más duros del país, Nelfi somete al equipo a fuertes sesiones de entrenamientos, con frecuencia en las playas de Lima, donde reparte órdenes con firmeza pero sin perder su femineidad.
Oriunda de Chuquisaca (sudeste), madre de dos hijos, no dudó en venir al Perú cuando un representante de la universidad privada Alas Peruanas la contactó en España para ofrecerle un contrato para dirigir al club 'Los Hijos de Acosvinchos', al cual auspicia.
"Había en cartera 20 técnicos nacionales, pero al conocer el currículum de la profesora con estudios en Bolivia, Paraguay, en la FIFA, en España, y además con trabajos en el Club FC Barcelona, no lo pensamos dos veces y nos pusimos en contacto con su representante", relata Jaime González, gerente y delegado de la institución.
En Bolivia, entrenó al club Regatas -de la tercera división- al que sacó campeón, también dirigió en Paraguay, luego se perfeccionó en el club FC Barcelona, donde entrenó en divisiones menores.
"Por eso no me llama la atención entrar al vestuario si los jugadores se están cambiando, ese problema es de ellos, yo estoy muy ocupada con la charla técnica", dice a la AFP.
"Si tengo que decirles palabras fuertes, se las digo y no pasa nada, me gusta el respeto, no acepto indisciplina, ellos lo saben", agrega mientras un grupo de jugadores la mira de soslayo.
Su cuerpo técnico y dirigidos reconocen su experiencia: "La señora conoce mucho de fútbol, es ofensiva, le gusta la marca, sabe lo que quiere y nos cuadra (llamar la atención) cuando nos equivocamos", dice Yetro García, 21 años, que juega como delantero y por primera vez es dirigido por una mujer.
César Vidal, 56 años, asistente técnico, indica que en el mes que trabaja con la profesora "hablamos el mismo idioma, buscamos el ataque y el buen juego, vamos a ser la sensación del torneo".
Se define como entrenadora ofensiva que aplica como estrategia el 4-3-3 o el 4-4-2, con presión en todo el campo, buen toque en el medio sector, pero siempre mirando el arco rival.
"No me gusta tirarme hacia atrás para defenderme, eso es no tener capacidad. Me parece que ese sistema le quita belleza al fútbol, por eso no creo en el antifútbol", reflexiona, moviendo las manos como si estuviera distribuyendo a sus jugadores en el campo de juego.
En Perú, ella tendrá que hacer frente a un campeonato de alto voltaje, aguerrido, en el que las barras bravas se enfrentan dentro y fuera del estadio.
Pero no le teme; lo considera un reto y asegura que en medio de esa presión sacará campeón a los llamados 'rojos' del distrito limeño de Ate-Vitarte (este).
El club fue fundado en 1946 por oriundos del distrito de Acosvinchos, en el departamento andino de Ayacucho (sudeste), una de las regiones más azotadas por la violencia política que vivió Perú entre 1980 y 2000.
Entonces la zona fue asolada por el grupo maoísta Sendero Luminoso, lo que llevó a emigrar a Lima a muchos de sus habitantes que se asentaron en el distrito de Ate-Vitarte, donde fueron auxiliados por el club.
"Esa historia me da más fuerza, poner mi experiencia y conocimiento para que la institución logre el sueño de llegar a la profesional", dice Ibáñez, que se entristece cuando recuerda que sus dos hijos, uno economista y el otro con ambiciones de futbolista, se quedaron en Bolivia.
Bajo la dirección de Ibáñez, los 'Hijos de Acosvinchos' han realizado tres amistosos, consiguiendo un empate y dos triunfos.
En el futuro, en tanto, ella sueña con llegar a dirigir la selección de fútbol de Bolivia, que sólo en 1994 llegó a un Mundial a través de eliminatorias, mientras que en 1930 y 1950 lo hizo como invitado.
"Es mi mayor sueño, para ese cargo estoy preparada", asegura.
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