Era su tarde y no podían fallar. Las circunstancias los llevaron a la titularidad en un partido por demás de caliente para la selección boliviana y para su entrenador, Gustavo Quinteros, pero como grandes expertos respondieron a las expectativas de todos los que se dieron cita al estadio Hernando Siles. Gabriel Valverde, Rony Jiménez, José Carlos Barba y Alcides Peña mostraron su temple ahí donde las ‘papas queman’.
El peso que representa la presencia de Nelson Haedo Valdez, del Rubín Kazán de Rusia, y la habilidad del exgoleador de Oriente Petrolero y actual atacante de Olimpia, Pablo Zeballos, en la ofensiva del seleccionado guaraní, no fueron algo que intimide a los jugadores cruceños, que de una u otra forma se las ingeniaron para anticiparse y despejar las situaciones de peligro, y cuando no lograron ganar el balón, estuvieron ahí para impedir que los delanteros paraguayos generen situaciones de gol.
Desde el primer minuto de juego, los debutantes tuvieron en Sergio Galarza y Wálter Flores a dos personas que les hablaron en todo momento para orientarlos en sus posiciones, aunque más que todo para brindarles confianza.
Escribir que no estaban nerviosos sería faltar a la verdad, pues en el primer tiempo se notaba que la pelota les quemaba cuando les llegaba a sus pies, pero los ‘chicos’ no se ‘ataron’, no hicieron nada que pudiera complicarlos, pues supieron dominar y tocar de primera a sus compañeros abriendo la cancha y dejando mal parados a los delanteros paraguayos que intentaban presionarlos en procura de algún error. Poco a poco se fueron soltando y eso les permitió mostrarse sólidos en la última línea.
Jiménez, que recién el jueves por la tarde vio la posibilidad de debutar tras la lesión de Luis Méndez, no reculó y supo marcar bien a Zeballos, que ante la imposibilidad de deshacerse del boliviano optó por abrirse, hasta que lo sacaron.
Quinteros habló con él en el hotel y las palabras del entrenador fueron bien asimiladas, ya que supo mantener la línea y se apoyó en el lateral derecho Cristhian Vargas, con quien se abrazó al final del partido, pues no era para menos, ya que la comunicación entre ambos les permitió frenar los avances del delantero de Olimpia y de Eduardo Aranda, que también intentaba llegar por esa zona.
No muy lejos el camireño Valverde, que si bien a los 15 minutos enmudeció al Siles al descolocar a Galarza con un pase sin ver que el arquero salía, de ahí en más cumplió su función y anuló a Haedo Valdés, que al final del partido solo le quedó estrecharle la mano al boliviano que lo había anulado en todo el partido.
Por izquierda estaba Barba, que mostró seguridad en la marca, pues Osvaldo Martínez y el mismo Haedo no pudieron ingresar por ese carril. En la recta final del partido le metieron algunos pelotazos a las espaldas que supo resolver.
Otro que mostró que está para ser tomado en cuenta fue Alcides Peña, que por primera vez comienza de titular y fue un verdadero dolor de cabeza para la defensa guaraní, que en muchas ocasiones optó por la falta para pararlo. Pero no solo mostró sus condiciones en ataque, ya que también bajó hasta mitad de la cancha para ayudar en la marca a sus compañeros.
Quinteros no guardó elogios para ninguno de ellos, en plena conferencia de prensa dijo estar más que satisfecho por el rendimiento que tuvieron, es más, manifestó que la solvencia mostrada en defensa y la inteligencia en el ataque fueron clave para ganar.
“Los ‘chicos’ respondieron como pensábamos y mostraron que están listos para jugar, y eso me deja tranquilo”, señaló el DT.
El debut siempre es complicado; fue clave el apoyo de todos”
R. Jiménez/Bolivia
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