¿Quién es Edwin Quisbert?
Un hombre que nació en un hogar humilde, hijo de un carpintero y de una mujer de pollera de la cual me siento orgulloso. Fui un niño que aprendió a trabajar desde pequeño, fui voceador de micros, heladero, zapatero y a mis 23 años logré abrir mi primera empresa, la que hoy se convirtió en una de las más grandes del país.
¿Qué le animó a emprender esta aventura?
Es un sueño hecho realidad, siempre soñé que la ciudad de El Alto tuviera su equipo representante en la Liga Profesional. Para mí es un regalo para la gente alteña que merece tener su propio equipo.
¿Cómo llegó a concretarse el acuerdo?
Fue fruto de un árduo trabajo, paciencia para esperar el momento adecuado y gracias a que Mauricio González abra la posibilidad de que el equipo pasara a manos de los alteños.
¿Qué puede esperar la población alteña del naciente equipo?
Una representación en la Liga Profesional del Fútbol Boliviano. Es importante que todos los alteños se sientan identificados con el equipo. Cada uno de los habitantes de esta ciudad debe tomar sus banderas y asistir al estadio cuando juegue el equipo.
¿Se puede saber el monto de la inversión?
Es un tema que lo manejo en absoluta reserva. Escuché en algunos medios que hablaban de 800 mil dólares a un millón, pero son cifras que están muy lejanas a la realidad.
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