El presidente es señalado como el principal artífice de los éxitos deportivos más recientes del Tigre, a partir de haberle puesto solución a los problemas económicos más álgidos. Kurt Reintsch dice que seguirá adelante, aunque con pies de plomo, sin ambicionar una nueva corona. — ¿Cree que será más complicado ganar el título?
— Por supuesto, es que los otros equipos se armaron bien, la acera del frente (en alusión a Bolívar) está bien. El equipo que subió a la Liga, Petrolero de Yacuiba, tiene jugadores de experiencia, y los planteles cruceños, al igual que Wilstermann, San José o los de Potosí, tienen sus aspiraciones.
— ¿Se imagina de aquí a unos meses festejando el tricampeonato?
— Es que soñar con eso significaría de alguna manera pedir ya demasiado. Lo único que quisiera es estar en los primeros lugares para mantener a mi equipo lejos de la tabla del descenso.
— Pero la inversión que está haciendo es para mucho más que eso…
— No somos los únicos. Todos peleamos por ser campeones para ganar los 360 mil dólares que significa clasificarse a una Copa Libertadores, o al menos los 100 mil de la Sudamericana, que, con recaudaciones incluidas, ayudaría a solventar en un 30% o 40% el valor de la planilla. Todos los que estamos peleando arriba tenemos planillas mensuales de unos 100 mil dólares, más o menos.
— ¿Qué fue lo más duro en este tiempo?
— En este año y medio, pagar deudas de gestiones pasadas. Hubo de todo: cooperativas, bancos, etcétera. Sólo en jugadores de gestiones anteriores pagamos cerca de un millón de dólares, todo debidamente documentado. Las recaudaciones ayudaron a solventar una temporada que no fue barata.
— ¿Y sigue poniendo plata?
— Es que de alguna manera esto (el fútbol) es un barril sin fondo, porque le metes 100 y se lo traga los 100 y más. Ganas por Copa Libertadores, recaudaciones y todo eso, pero igual tienes que pagar premios, viajes, etcétera, así que queda muy poco.
— ¿El Complejo representa también una carga?
— No. Nos sentimos contentos y orgullosos por cómo está nuestro Complejo. Hoy mismo se está jugando ahí un torneo de tenis que hace 25 años no se realizaba en La Paz, y no-sotros podemos hacerlo. Es otro tipo de impulso.
— ¿Cuánto más va a crecer The Strongest?
— Este año vamos a regalar terrenos en El Alto, uno en la carretera a Viacha, unas cuatro hectáreas; y el otro camino a Oruro, donde tenemos como meta organizar el funcionamiento de las escuelas de fútbol. Quiero regalar eso al club, pero que estos centros de enseñanza lleven mi nombre para que algún día mis hijos y mis nietos sepan que contribuimos como familia al club de mis amores.
— ¿Seguirá siendo el presidente atigrado por mucho tiempo?
— Seguiré trabajando con la idea de dejar a mi club completamente saneado, que no le deba ni un centavo a nadie. Ahorita está encaminado y calculo que en tres o cuatro años será el club más rico del país. Voy a dejar todo en orden y me iré seguro de que nadie vendrá a servirse, sino que vendrá a servirle.
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