El clásico cruceño del domingo sigue originando debates y reflexiones, no por lo que sucedió en el partido mismo, que terminó empatado 1-1, sino por los petardos que se lanzaron desde la curva donde se asientan los barrabravas de Blooming y que afectaron al entrenador de Oriente (Erwin Sánchez) y dos de sus dirigidos (Rubén Carballo y Alejandro Meleán). El clima que se vivió tras el final de ese partido de Liga fue candente, pues al calor del momento Sánchez se la agarró con el árbitro, el secretario general de la Liga (Róger Bello) fue increpado por el abogado de Oriente (Víctor Hugo Pérez) con palabras irreproducibles y, por si fuera poco, los barrabravas de Oriente incendiaron todo lo que vieron a su paso en la curva del sector poniente.
Informe del árbitro y comisario será decisivo. Los afectados por la violencia después del partido del domingo ahora están a la espera del informe del árbitro (Peter Guerrero) y del comisario del encuentro (Enrique Conde) para que lo observado por ambos en la planilla de control pase al Tribunal de Justicia Deportiva.
Mil dólares de multa. Osvaldo Paz, miembro del directorio de Blooming, considera que su club debe pagar mil dólares de multa por el hecho violento en el "Tahuichi", acogiéndose al artículo 42 del Código de Disciplina Deportiva de la Liga. "Es lo que debe darse", dijo Paz, quien además adelantó que acordó pagarle Bs 7 mil al Servicio Departamental de Deportes por la quema de papel y banderas en la tribuna de los barrabravas refineros.
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