Reside en Chile, pero sigue de cerca lo que pasa en el fútbol boliviano y en Bolívar en especial. El hijo del difunto expresidente de Bolívar Mauro Cuéllar Caballero es el rostro visible de la oposición a la actual gestión. Con frecuencia ingresa en polémica utilizando la red social de twitter con el empresario Marcelo Claure. Desde su punto de vista, la gestión de BAISA SRL como administradora de los bienes y servicios del club es un fracaso. Anunció su llegada al país para enero, su intención es participar en la asamblea del club en la que pedirá un informe económico.
— ¿Qué le ha parecido la campaña que hizo el equipo en los dos torneos de este año?
— No es justo ni es decente hablar de una sola campaña. Uno tiene que vivir un proceso y entiendo que los procesos tienen que ser largos y el fútbol no tiene la capacidad de ser resultadista y manejar un tiempo limitado para mostrar resultados. Es bueno que existan resultados inmediatos, pero normalmente se dan con mucho trabajo, con una cantidad de situaciones que se necesitan planificar y manejar.
— ¿Qué puntos toma usted para el análisis?
— El análisis debe ser desde el punto de vista deportivo, luego el institucional y acabar con el económico.
— ¿Qué piensa del aspecto deportivo en Bolívar?
— En estos cinco años, lo único que logramos son dos campeonatos que han estado llenos de sufrimiento y cálculos matemáticos. En el último (2011) hubo resultados que nos favorecieron para que el club gane el título. Se ganó con la calculadora en la mano, fuimos campeones pero no como nos gusta a los bolivaristas, sufrimos en cada partido minuto a minuto. A mi manera de ver, con cinco años de gestión y dos campeonatos, el gasto que BAISA ha generado es uno de los mayores en su historia. Si se divide la cantidad de inversión que Bolívar hace en el primer equipo, con los puntos que gana el resultado es muy caro comparado con otro equipo que saca más puntaje con una inversión menor. La cantidad de plata por gol es muy alto para el Bolívar, ese es un índice que demuestra que hay una mala gestión que tiene el club.
— ¿Cómo ve a Bolívar institucionalmente?
—Normalmente Bolívar tiene la más grande hinchada de Bolivia, hoy se mantiene pero no tiene socios. BAISA ha convertido al bolivarista en un espectador que espera que vaya al estadio y apoye y lo único que haga es definir una posición contemplativa de lo que se hace en el club. Bolívar ha tenido mucha participación, eso permitió que existan dirigentes que hicieron historia en el fútbol boliviano. Eran muy ricas las asambleas con participación de todos los frentes. La gente siempre tenía las puertas abiertas, porque pagaban su derecho de socio. Hoy Bolívar no tiene masa societaria, las decisiones la toma un grupo de personas que no tiene que rendir cuentas a nadie.
— ¿Solicitó apertura del libro de socios?
— No de manera formal, esperamos el llamado para la campaña del abono. Nos damos cuenta de que con eso lo único que van a hacer es un estado comercial, quiere decir que el que quiera aportar al club debe comprar su entrada; si quiere decir que las cosas no funcionan, no tiene una instancia para hacerlo. En este momento no hay ninguna persona que pueda pedir cuentas. Por lo tanto, han generado una división entre bolivaristas de primera y de segunda clase que lo único que pueden hacer es apoyar al club. La definición de quien hace ese tipo de bolivarismo la tiene BAISA, que puede invitar a quien desee a participar en las decisiones sin importar cuál ha sido su trayectoria o qué ha aportado al club o al fútbol.
— ¿Qué quiere decir con bolivaristas de primera y segunda clase?
— Con un Bolívar de primera y segunda clase en su hinchada lo que está haciendo es matar cualquier tipo de generación de nueva dirigencia, habrá menos dirigentes y probablemente más gerentes en los próximos años. Si el club va a matar la dirigencia dentro de sí mismo es como si estuviera matando la dirigencia nacional. Al no tener asambleas, nadie sabe cómo se aprobó la venta del Gran Centro a BAISA. Una venta tan grande no fue hecha en una asamblea en la que la gente puede decir yo estuve, yo firmé. Lo único que hacen es llamar y llenar teatros con gente que no aporta al club con una cuota o mensualidad. Ellos no quieren gente que piense u opine, entonces institucionalmente también es fracaso.
— ¿Cuál es su opinión del rubro económico?
— A mí me encantaría que se pida cuentas claras. El club Bolívar tenía un déficit más o menos de 2,5 a 3 millones de dólares. Eso quiere decir que en diez años hizo un déficit de 300 mil dólares, hoy día el club teóricamente tiene una deuda con Claure de 10 millones de dólares. Eso también lo he escrito en twitter, que me diga realmente cuál fue el déficit con el que se encontró a Bolívar. Ellos manejan cifras económicas que son una injuria y calumnia, puedo abrir la parte de mi señor padre y si me demuestran que tengo un solo peso del club Bolívar en mi casa, yo lo voy a devolver.
— ¿Sabe qué es ‘Hagamos algo por Bolívar’?
— Es un grupo que no es mío pero participo, fue creado por otros hinchas que queremos al club. Para enero voy a hacer una carta solicitando se abra los libros del club para que los socios puedan votar y participar en asambleas para ver cómo se maneja el club. Necesitamos que haya asamblea y saber de alguna manera dónde está la plata que Marcelo Claure dice que puso al club y cómo se le va a pagar. Me tuiteó y me dijo que respondía con su patrimonio y le dije que lo publicara; si no se va a pagar ni un peso, haría un acto de beneficencia.
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