La Patria
A dos fechas para el final del torneo Apertura The Strongest está a un paso de salir tricampeón, pero en estas dos últimas jornadas también se definirá al jugador más efectivo en la Liga del Fútbol Profesional Boliviano (LFPB) y van por este satisfacción Carlos Saucedo (33 años), de San José, y Pablo Escobar (33), de The Strongest, quienes están en la punta cada uno con 19 goles.
Saucedo y Escobar son los jugadores más temidos en el fútbol boliviano por su efectividad cuando tienen el balón de frente al pórtico y hasta la última fecha se definirá al goleador. En el tercer puesto está Juan Eduardo Fierro (25), de Universitario, con 11 cuya efectividad aumentó en los recientes compromisos.
La manera en la cual Saucedo vulnera los pórticos en todo el país es por lo general con definiciones dentro del área, donde tiene la frialdad para colocar su rúbrica en cada jugada. Asimismo, cuenta con un disparo potente y un buen juego aéreo.
En el Clausura 2012 de la Liga el atacante cruceño ya fue el goleador con 17 goles que le permitieron volver a la Selección Nacional y vivir la alegría de anotar tres conquistas contra Uruguay (4-1). Saucedo ahora es una opción principal para el técnico Xabier Azkargorta.
Escobar, por su lado, tiene la particularidad de superar a los arqueros con disparos de larga distancia, no sólo con la pierna izquierda que es la más utilizada, sino también demostró que la derecha tiene fuerza y puntería.
El paraguayo naturalizado boliviano fue el segundo en la tabla de goleadores en el Apertura 2011 con 14 tantos, dos menos que el uruguayo William Ferreira, de Bolívar. Desde ese certamen el Tigre ha iniciado una etapa de triunfos en la Liga junto a Escobar.
A este buen momento de Escobar se agrega su participación en la Selección Nacional, en su regreso este año al cuadro verde anotó dos goles para la victoria de Bolivia 3-1 sobre Paraguay, pero por motivos personales renunció a las futuras convocatorias y está centrado en el club oro y negro.
Y qué se le da al goleador en la Liga boliviana? NADA. Entonces, a quién le importa eso?
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