La Prensa
Argentina, el local, jugará el segundo cotejo del torneo que reúne a las futuras estrellas del área.
Brasil, dueño de 11 títulos sudamericanos en la categoría sub-20, es el enemigo futbolístico número uno en la región para nueve selecciones que lucharán a partir de hoy por un título y cuatro pasajes al Mundial de Turquía.
Argentina tendrá el desafío de alcanzar en casa su quinta consagración, en tanto que Uruguay, que atesora siete campeonatos juveniles, llega con la misión de extender a esta categoría el buen momento que vive la selección absoluta.
El campeonato juvenil se iniciará con el lance entre Paraguay y Colombia (19.00). Luego jugarán Argentina y Chile por el grupo A. Bolivia tendrá fecha libre y recién debutará el viernes ante Chile.
Mañana se iniciará el grupo B con los cotejos entre Brasil y Ecuador y Perú contra Uruguay. Queda libre Venezuela.
Ésta es la vigésima sexta edición del torneo, que nació en 1954 con el nombre de Juventud de América. Se jugó por primera vez en Venezuela y consagró a Uruguay.
Argentina acogerá el certamen por cuarta vez. La primera fue en 1988, con Brasil como campeón y Colombia como segundo.
Brasil, que se alzó en las últimas tres ediciones (2007, 2009 y 2011), alzó su primera copa juvenil sudamericana en Chile, en 1974. Luego impuso una seguidilla entre 1983, 1985, 1988, 1991, 1992, 1995 y 2001.
Argentina se consagró en cuatro ocasiones: 1967, 1997, 1999 y 2003, pero en 1979 y 2005 mostró a las dos más grandes joyas de su fútbol, aunque ninguno de ellos se alzó con el título.
La celeste uruguaya apuntaló sus éxitos en 1954, 1958, 1964, 1975, 1977, 1979 y 1981 con figuras como Enzo Francescoli, Carlos “el Patico” Aguilera, Hebert Revetria, Carlos Amaro Nadal, y Abel “la Joya” Hernández.
Colombia, que obtuvo sus dos títulos en propio suelo, vio nacer en esta competición a Radamel Falcao García, Hugo Rodallega, Wason Rentería, Freddy Guarín y hasta René Higuita.
Dos bajas
Bolivia. Alex Pontons y Carlos Áñez están suspendidos para el primer partido debido a la acumulación de dos tarjetas amarillas que les fueron computadas en el sub-17 de Ecuador 2011, lo que sorprendió al cuerpo técnico de Bolivia.
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