El Deber
Estos días son de espera en la familia de Wilstermann, que reza por la salud del presidente del club, Ángel Campero, que el sábado fue ingresado de emergencia en la clínica María de los Ángeles, de Cochabamba, por un disparo en la cabeza que lo tiene en terapia intensiva y con un pronóstico reservado.
Por ahora, la Policía maneja dos hipótesis. La primera es que recibió un disparo de otra persona y la segunda es la de un probable intento de suicidio; está última hipótesis es la más fuerte, aunque se desconocen los motivos que lo llevaron a tomar esta determinación, que sucedió en la población de Santiváñez (en las afueras de Cochabamba), de donde es oriundo Campero, que estaba iniciando la fiesta de Carnaval. La bala, que ingresó por la parte derecha de la cara (por la sien), fue extraída en la cirugía.
El parte médico de ayer sostiene que hoy es un día clave en la situación delicada de Campero, que está en coma inducido desde el sábado, más allá de que sus signos vitales son estables. Según el informe, el cuarto día se forma un edema en la zona afectada que es muy peligroso y que puede determinar su estado de acá en más.
Están a la espera
La dirigencia de Wilstermann que acompaña la gestión de Ángel Campero y el plantel de jugadores están a la espera de una mejoría del titular, pues hoy por hoy es un hombre importante para la sostenibilidad de la institución.
Campero, que es uno de los más importantes empresarios de la construcción de Cochabamba, es el que hizo posible la llegada del volante español Gerardo García Berodia y también la del mediocampista Samuel Galindo, que fue repatriado desde la segunda división de España. Ambas incorporaciones significan un presupuesto importante para el club rojo, que no hubiera sido posible sin la garantía que da el titular Campero.
Por dentro
Rezan por su salud
La dirigencia aviadora pidió a los hinchas del equipo a rezar por la salud del presidente, que se debate entre la vida y la muerte.
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