Lionel Messi demostró mucho con poco ayer en el partido de Bolivia frente a Argentina. El rosarino no estuvo muy participativo en todo el encuentro, pero le bastaron algunas jugadas para demostrar su técnica y velocidad mental, que lo convierten en el mejor futbolista del mundo.
Messi fue recibido con un abucheo del público paceño, sobre todo en el calentamiento que realizó la albiceleste en el gramado del Siles. Sin embargo, esta situación no amilanó al astro. En el juego, el argentino plasmó su velocidad mental en los primeros 45 minutos, debido a que las jugadas de profundidad que tuvo la visita nacieron en sus pies.
En el segundo tiempo, el astro tuvo mucha más participación en la ofensiva albiceleste y se le notó más cansado, ya que en cada corrida ponía sus manos en las rodillas y le costaba recuperarse. Leo no brilló en La Paz y se quedó con la espinita de no haber anotado un gol.
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