El Deber
Era de esperarse. Brasil, el gigante mundial con Neymar y Ronaldinho incluido, vino a divertirse al Tahuichi. Jugó como local en un estadio casi repleto de camisetas amarillas y se dio dos gustos aparte: golear ayer a Bolivia por 0-4 y romper la mala racha del técnico Luiz Felipe Scolari, que no ganaba desde que asumió por segunda vez el mando de esta ‘selecao’.
El amistoso fue mero trámite para la visita; si hasta dio la impresión de que se trataba de un entrenamiento con público. Es más, luego de que Brasil prácticamente liquidara el pleito en la primera mitad, el complemento invitó al bostezo. Sin Neymar en cancha por decisión del DT, las miradas en la segunda parte se centraron en Ronaldinho, que volvió a hacer de las suyas y se fue aplaudido.
Lo de Bolivia se resumió en dos aspectos: el miedo escénico de varios jugadores y el bajo nivel que quedó a flor de piel sin tener a la altura como aliada. Solo Marcelo Martins y por momentos Edivaldo Rojas se animaron a presionar; el ‘Mono’ Galarza volvió a ser héroe pese a los goles apagando los incendios de una defensa sin jerarquía. Resultó llamativo que el DT Xabier Azkargorta la elogiara en su conferencia.
En el duelo en sí, apenas habían transcurrido 3’ del partido cuando Brasil se puso en ventaja a través de Leandro Damiao. El espigado atacante empujó un perfecto centro de Jadson dejando a mitad de camino a Edward Zenteno, que hizo pareja con Ronald Eguino en la zaga. Todo apuntaba a una goleada; Brasil había salido a aplastar a su rival y los remates de Leandro Damiao (7’) y Neymar (10’) lo ratificaban.
Pero había más, porque Ronaldinho (12’) de tiro libre y un penal no cobrado a Neymar (15’) tras falta de Zenteno hacían presumir lo peor. Y al final eso acabó pasando. El 0-2 llegó a los 30’ en una espectacular jugada de los dos mejores de la cancha: Ronaldinho habilitó a Neymar que, solo ante Galarza, definió perfecto. Bolivia era un flan en la contención y en la última línea porque ni los Bejarano, Diego y Marvin, cumplieron las expectativas generadas.
Encima, Jhasmani Campos y Juan Carlos Arce, que debían descomprimir la presión en ofensiva, perdían casi siempre, la entregaban mal y provocaban la ira de sus compañeros y del público que vistió de verde. Al descanso Bolivia se fue con un 0-3 que volvió a sellar Neymar al rematar solo un centro de Jadson (41’). El complejo de tener esa camiseta enfrente pasó una alta factura.
En el complemento
De entrada Azkargorta hizo cuatro cambios. Introdujo a Alejandro Chumacero, Jair Torrico, Rony Jiménez y Ronald García en procura de ganar presencia en la marca. Como Scolari había decidido sacar a Neymar y a Leandro Santos (lo del primero fue más por cuidarlo tras duras entradas de Zenteno reclamadas por Leandro Damiao), Bolivia mejoró, pero sin mucho riesgo.
El partido de un momento a otro decayó y los hinchas solo gritaron cuando Martins (74’) falló en una contra y cuando Ronaldiho (77’) fue remplazado por Leandro. El crack abandonó la cancha en medio de aplausos y ovación del estadio.
Y mientras los brasileños abandonaban el estadio, Leandro puso el 0-4 (91’) definitivo tras rematar solo luego de un centro cruzado. Ese gol fue un buen cierre para la visita, una selección que ratificó su condición de grande.
PARA DESTACAR
Neymar regaló una camiseta al presidente Morales
El presidente del Estado pidió a José María Marín la camiseta de Neymar y se la consiguió con una dedicatoria.
Otra más de Evo. Confirmó que se reanudarán los trabajos en el estadio de la ACF. “Es a pedido de los del 93”.
Martins y Edivaldo, que son conocidos en Brasil, fueron saludados por varios de los jugadores brasileños.
Inmediatamente después del partido, la delegación de Brasil regresó al aeropuerto y emprendió el retorno.
Pugna. Anderson, Martins, Jean Moreira y Campos, en plena lucha aérea por el balón. Los brasileños fueron casi impasables por arriba
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