Los Tiempos
Un monumento labrado en piedra y las imágenes de los héroes dispuestas en el piso del ingreso al estadio Félix Capriles, fue el último acto de homenaje realizado ayer por las autoridades políticas a los Campeones Sudamericanos de 1963, que consiguieron el único título internacional de Bolivia hasta la fecha.
En un acto plagado de emoción por el simbolismo y la implicancia del logro de los jugadores de la década de 1960, el capitán de la Selección Nacional de 1963, Wilfredo Camacho, y el presidente de la Asamblea Legislativa Departamental, José Ivankovic, descubrieron el monumento ubicado justo donde están los mástiles de las banderas en el ingreso de la tribuna de preferencia del Capriles.
En seguida, los campeones de hace 50 años, autoridades, familiares y amigos caminaron apenas unos pasos para encontrar cada uno de los rostros de los héroes dispuestos en el piso de entrada del principal escenario deportivo del departamento de Cochabamba; tal como sucede en los paseos de la fama de las estrellas del cine mundial.
Fue especialmente emotivo cuando cada uno de ellos se descubría plasmado en una fotografía; era el momento cuando familiares y conocidos (o no) se apegaban a las estrellas del ayer para requerir una foto, un autógrafo, un recuerdo, con el que testimoniar que evidentemente estuvo ahí.
Emoción
Poco antes de descubrir el monumento conmemorativo, habló el capitán de la selección de 1963; en sus palabras se notaba la emoción plena.
Camacho hizo esfuerzos para no llegar a las lágrimas, aunque nadie hubiera puesto en duda que la ocasión daba exactamente para una expresión tan humana y visible.
“Deseamos agradecer este gesto de las autoridades y de la población hacia nosotros”, sostuvo Camacho, en medio del aplauso de la gente aglomerada en la parte sur este del estadio Capriles.
“Un orgullo”
“Es para nosotros y para todos los bolivianos un orgullo homenajear a los campeones de 1963”, afirmó Edmundo Novillo, gobernador del departamento de Cochabamba, la máxima autoridad política presente en el homenaje de ayer, ante la ausencia del presidente Evo Morales Ayma.
Novillo recordó que cuando Bolivia conquistó el título de 1963 “yo contaba con dos meses de vida, pero en el transcurso de mi existencia me di cuenta de la importancia del logro del campeonato sudamericano”.
“Me sorprendí gratamente cuando supe que los actos principales de homenaje a los campeones de esa época iban a desarrollarse en Cochabamba, creí que iban a ser en La Paz”, complementó.
En tanto que Pablo Groux, viceministro de Culturas, resaltó las virtudes de los hombres que conquistaron el único título sudamericano para Bolivia.
En el césped, como antes
Los campeones de 1963 ingresaron al césped del estadio Capriles, donde hace 50 años derrotaron en la final a Brasil por 5 a 4, para alzarse con el título continental.
“En aquel tiempo el pasto no era tan bien cuidado como ahora”, contó uno de los campeones de aquella gesta heroica.
OPINIONES
Fortunato Castillo. Delantero de 1963
“Fue una fecha de gloria para Bolivia”
”El título que obtuvimos en 1963 fue una fecha de gloria para Bolivia. Era un equipo de jóvenes convencidos de que se podía ganar, de se podía llegar a lo más alto. Aún con el paso de los años, el recuerdo permanece muy presente en la mente y los corazones de todos quienes fuimos parte de una selección formada por los mejores”
Ramiro Blacutt. Delantero de 1963
“La unidad fue el factor clave”
”Creo que la más grande lección que podemos sacar del campeonato de 1963, es que el logro fue porque nos unimos todos los bolivianos; no hubo ninguna distinción de edades, tampoco regionalismos.
Esa lección es la que deben aprender las nuevas generaciones porque de lo contrario, con un país dividido, nada se puede conseguir”.
Wilfredo Camacho. Capitán de 1963
“Un regalo para el fútbol boliviano”
”El título de 1963 es el mejor regalo que pudimos ofrecer al fútbol boliviano. Fueron días de euforia, de mucha entrega de los jugadores de la Selección Nacional, y de alegría de la gente que nos apoyó durante el campeonato.
Hoy agradecemos el homenaje que nos hacen las autoridades y el pueblo”.
Alberto Tórres. Defensor central de 1963
“Jugábamos sólo por la camiseta”
”Los jugadores de antes jugábamos sólo por la camiseta, no teníamos ningún interés por el dinero, nuestro único objetivo era llevar en alto el nombre de Bolivia y así lo hicimos.
Yo llegue de Tarija al club Municipal, de La Paz, base de la selección; todos mis compañeros se esforzaban por ser convocados a la Verde.
Bolivia 1994
La Selección Nacional que clasificó y jugó el Mundial de Estados Unidos 1994, disputó ayer en el estadio Félix Capriles, un partido ante el Equipo Presidencial comandado por el presidente de Bolivia, Evo Morales Aima.
El encuentro se enmarcó dentro del homenaje que se le hizo a los Campeones Sudamericanos de 1963 en el principal escenario de Cochabamba.
Marco Etcheverry, el cerebro de aquella selección histórica que clasificó al Mundial por méritos futbolísticos, se lució nuevamente en un césped oficial.
Al final del compromiso, los héroes de 1963 dieron la vuelta olímpica por la pista de tartán del Capriles, ante el aplauso de los espectadores.
Hace 50 años, Víctor Paz Estenssoro, presidente de Bolivia, aplaudía desde el palco de honor el paso de los campeones, una hazaña que al principio tenía más pesimistas que optimistas, debido a los escasos méritos del fútbol nacional.
Cainzo presente
Uno de los campeones del sudamericano de 1963, Roberto Cainzo, dio un susto.
La noche del sábado, cuando en el hotel Cochabamba se realizaba la cena homenaje a los Campeones Sudamericanos, se dio la alarma porque no estaba y nadie conocía de su paradero.
Después de unos minutos de espera, la búsqueda comenzó a la par que sus familiares alertaron a la Policía.
Al promediar las 11:00 de ayer, el Campeón fue hallado por su familia y la Policía en un hotel de la avenida Aroma. Una vez constatado su buen estado de salud, se lo condujo hasta al estadio Félix Capriles para que participe del homenaje preparado.
“La memoria me jugó una mala pasada, no fueron momentos gratos, pero todo pasó”, explicó ayer Cainzo al borde de la cancha del estadio Capriles.
El exjugador fue uno de los más entusiastas en el homenaje oficial.
Poco público
Pese a la relevancia del homenaje, un hecho que no pasó despercibido fue la escasa cantidad de espectadores que asistió al acto de homenaje.
Las tribunas del estadio Félix Capriles lucieron prácticamente vacías, a no se por aquellas personas que eligieron la sombra que se proyecta en la tribuna de preferencia, que contó con la mayor cantidad de espectadores.
De manera colateral, los grandes perjudicados fueron los conocidos y habituales revendedores de entradas para los espectáculos deportivos; vendieron boletos a mitad de precio.
La asistencia no se pareció ni por cerca, a la de un clásico cochabambino.
Pese a esto, los campeones agradecieron la presencia de las personas que asistieron al principal campo deportivo de Cochabamba y dijeron saber que permanecen en el corazón de miles de bolivianos que conocen de su hazaña.
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