Hace 19 años, un día como hoy el fútbol boliviano vivía uno de sus momentos más gloriosos. En el estadio Soldier Field, de Chicago, un 17 de junio de 1994, Bolivia enfrentaba a Alemania en el partido inaugural del Mundial de Estados Unidos.
Ese encuentro fue el momento cumbre de un proceso que se había iniciado en 1993 con Guido Loayza como presidente de la Federación Boliviana de Fútbol y Xabier Azkargorta como director técnico del representativo nacional de fútbol.
Por primera vez en la historia del balompié boliviano, la Verde logró clasificarse a una Copa del Mundo y, como nunca antes ocurrió, tenía el privilegio de jugar el partido inaugural ante el vigente campeón: Alemania.
Hasta esa fecha, Bolivia había jugado únicamente los mundiales de Uruguay 1930 y Brasil 1950, pero su participación fue concretada por invitación de los organizadores de los torneos que se realizaron en Sudamérica.
El país entero se paralizó ese mediodía del 17 de junio de 1994, para ver en acción a un equipo que había logrado unir a todos los bolivianos.
Alemania logró el triunfo gracias a una picardía de Jurgen Klinsmann, que neutralizó el intento de la defensa nacional de dejarlo en posición adelantada, para marcar el único gol del partido, aprovechando, además, un resbalón del arquero Carlos Trucco, a los 16 minutos del segundo tiempo. Bolivia inició ese lance con Trucco, Miguel Ángel Rimba, Gustavo Quinteros, Marco Sandy, Luis Cristaldo, Vladimir Soria, Milton Melgar, Julio César Baldivieso, Erwin Sánchez, Carlos Borja y William Ramallo.
Jaime Moreno ingresó en lugar de Baldivieso y Marco Antonio Etcheverry por Ramallo. A tres minutos de haber entrado al juego, el Diablo fue expulsado por agredir a Lothar Mathaus.
Más allá de la derrota, la Verde había puesto a Bolivia en un sitial de preferencia ante los ojos del mundo.
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