Lejos están los tiempos en que el fútbol boliviano traía jugadores extranjeros que por su paso dejaron huella y enseñanzas. Hoy son contadas las figuras que vienen de afuera y se destacan, la mayoría pasa desapercibida después de un periodo efímero en el país, pues más tarda en llegar que en marcharse.
Hace años los “grandes” clubes del país traían figuras con trayectoria, ahora es imposible pensar en esa posibilidad y son contadas las excepciones; por ejemplo, los uruguayos William Ferreira y Federico Elduayen y el atigrado Pablo Escobar.
Gente ligada al fútbol coincide en que el factor económico es el principal obstáculo para traerlos. Otra razón, no menos importante, es que el balompié nacional no es atractivo. Tito de la Viña, de mucha trayectoria en el periodismo, recuerda que antes había más contacto de los dirigentes con los jugadores, les hacían seguimiento en directo antes de contratarlos y hubo buenos resultados.
“Eso no ocurre ahora, se manejan con los intermediarios cuyas referencias muchas veces son erradas, porque primero ven sus intereses económicos, su porcentaje. Antes había mucho ojo, los dirigentes no eran cómodos”, según De la Viña.
Pero no es sólo eso, también el rubro económico pesa, pues es muy complicado competir con países donde el fútbol mueve más dinero. “Bolivia está en total desventaja sólo tomando en cuenta a Sudamérica. Con clubes con poca disponibilidad económica es muy difícil competir y vemos que en la Liga están rotando futbolistas”.
El periodista hizo un recuento y citó a jugadores como Jairzinho, Daniel Valencia, Carlos Ángel López y Thomas N’kono, que llegaron y dejaron enseñanzas. “Jugaron y mostraron sus cualidades porque no estaban acabados. Fueron de muy buena talla. A ellos se suman otros como Jorge Hirano, Juan José Urruti, Sergio Luna, Ricardo Fontana, Jorge Olaechea, Eusebio Acazuso y Alejandro Giuntini”.
Antes de la Liga ya estaban Fernando Bastida, Víctor Hugo Romero, Mario Di Meglio, Juan Américo Díaz y Juan Farías, entre otros. Javier Ortuño, dirigente de Bolívar, dice que la época dorada fue cuando Mario Mercado era presidente de Bolívar y estuvo a un paso de traer al país nada más y nada menos que a Diego Armando Maradona. “Todo se cayó a último momento”.
Recuerda que la última gestión que hizo para vincular a un jugador de trayectoria y quedó en nada fue la del argentino Ariel Arnaldo Ortega. “Fue hace unos nueve años, pero me pidió mucha plata, unos 25.000 dólares de sueldo. Ningún club boliviano está en condiciones de pagar esa cifra y ahora sucede lo mismo porque no hay plata en nuestro balompié, ésa es la realidad”.
Carlos Casso dirige el Comité de Fútbol de The Strongest. Hace diez días viajaron con el presidente del club, Kurt Reintsch, a Colombia para tratar de cerrar la permanencia de Harold Reina, pero su intento quedó en eso por lo caro del futbolista (500.000 dólares por el 50% de su ficha); así que acordaron la llegada de dos delanteros a prueba.
“El fútbol se ha inflacionado en todo el mundo. Uno quisiera traer al mejor jugador, pero se encuentra con una realidad completamente diferente, y es que su valor está fuera del alcance de cualquier economía”.
De hecho es muy complicado aguantar una planilla salarial actual. “Ellos (los jugadores) quieren venir con un contrato firmado y nosotros no podemos hacer eso porque la geografía del país es complicada”, en alusión a que podrían tener complicaciones para adaptarse.
Para colmo, el fútbol boliviano no es atractivo para los jugadores y los clubes manejan como estrategia la vitrina que puede significar jugar las Copas internacionales. Según Casso, hay que realizar un trabajo a mediano y largo plazo en divisiones inferiores. Así los clubes tendrán menos urgencias para conformar sus equipos.
Los datos
Época dorada
A finales de la década del 80 y principios del 90 Bolívar hacía estremecer el mercado de pases.
Esfuerzos
Los otros clubes no se quedaban atrás y también se esforzaban por traer verdaderos refuerzos.
‘Dirigentes y técnicos desconfían mucho’
Jesús Rodríguez es un empresario y agente de jugadores bolivianos, forma parte del grupo Sivori y Asociados que preside el exfutbolista argentino Néstor Omar Sivori. Desde su punto de vista, no sólo es cuestión económica o de un fútbol poco atractivo lo que impide traer jugadores de primer y segundo nivel a la Liga. Asegura que hay otros factores como la desconfianza de los entrenadores y dirigentes, que primero quieren que el jugador pase una prueba.
“Los entrenadores tienen sus preferencias a la hora de las contrataciones, eso es normal. Pero no quieren arriesgar con otros y piden que los futbolistas pasen una prueba y aquellos que tienen un nivel importante por su trayectoria no lo aceptan”, dice Rodríguez.
Como experiencia contó que hace un tiempo ofreció a los clubes jugadores de selecciones nacionales, que estuvieron un tiempo parados, pero los dirigentes pusieron sus reparos y no los consideraron.
“Pensaron que estaban lesionados, me preguntaban qué había pasado para que ellos se fijen en el fútbol boliviano o advirtieron que por problemas de indisciplina estaban sin jugar. Había una desconfianza total, no sé otros, pero la agencia en la que trabajo no ofrece cualquier cosa”, concluyó.
Llegaron al país y se quedaron
Memoria
El periodista De la Viña cuenta que en 1945 el argentino Raúl Botafogo Fernández se convirtió en el primer naturalizado que vistió la camiseta de la selección nacional.
Lista larga
También recuerda a destacados que se naturalizaron: Roberto Capparelli, Antonio Greco, Eduardo González, Ramón Guillermo Santos, Roberto Cainzo, Eulogio Vargas, Eduardo Espinoza, Juan Américo Díaz, Juan Farías, Mario Rojas, Arturo y Luis Galarza, Eligio Martínez, Juan Carlos Sánchez, Ricardo Fontana, Leonardo Fernández. Darío Rojas, Gustavo Quinteros, Luis Cristaldo y Carlos Trucco.
Un caso especial
Eugenio Calla llegó de su natal Argentina al fútbol boliviano, pero fue aquí en donde se hizo conocer por su notable capacidad goleadora. Entonces, la selección de su país lo convocó para la competencia internacional.
Categoría
Jairzinho (Brasil) y Daniel Valencia (Argentina) vinieron después de ser campeones del mundo; Luis Gregorio Gallo llegó de Vélez Sarsfield a Bolívar; Osvaldo Potente, de Boca a The Strongest.
Otros
Juan José Urruti llegó de Rosario Central; Carlos López de Millonarios; Jorge Olaechea, Sporting Cristal; y Javier Zeoli militó en River Plate antes de aterrizar en La Paz.
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