Los Tiempos
El Gobierno nacional considera que mientras no participe activamente en el manejo del fútbol profesional boliviano, no es posible exigirle un aporte concreto para la superación de la actual crisis deportiva y económica.
El criterio fue hecho conocer por el viceministro de deportes Miguel Ángel Rimba, en relación a la debacle deportiva de la Selección Nacional de fútbol, que empató el viernes ante Venezuela y, una vez más, sepultó sus aspiraciones de clasificarse a un Mundial de Fútbol, esta vez al de Brasil 2014.
“Todos los hermanos países que mejoraron su fútbol sustancialmente, ha sido porque fueron intervenidos por sus Gobiernos.
Mientras no tengamos esa posibilidad será imposible invertir, estaríamos dándole más dinero de lo que tiene a la Liga, Federación y ANF”, manifestó Rimba.
La norma de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) establece la prohibición de cualquier injerencia externa en los asuntos del fútbol profesional de un país afiliado, menos aún por parte de un Gobierno.
De ocurrir una cosa así, la Federación nacional es pasible a duras sanciones, desde una suspensión temporal y prohibición para participar de los torneos oficiales, hasta la suspensión definitiva, lo que implica no intervenir en ninguna Eliminatoria mundialista.
Las expresiones de Rimba, exseleccionado de Bolivia en el Mundial de Estados Unidos 1994, se enmarcan dentro del enfrentamiento entre la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) y el Gobierno central, a raíz de la eliminación de la selección del Mundial 2014. "Nosotros tenemos proyectos, pero no podemos ponerlos en práctica porque no hay injerencia del Estado en la Federación y la Liga”, acotó el viceministro de deportes.
La FBF afirma que el Gobierno nacional no aporta nada al fútbol profesional boliviano.
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