Carlos Chávez, presidente de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), Mauricio Méndez Roca, titular de la Liga del Fútbol Profesional Boliviana (LFPB), y Jorge Justiniano, presidente de la Asociación Nacional de Fútbol (ANF), siguen al frente, y así será por un año más, hasta que concluya su mandato.
Esto pese a que la reciente eliminación de la Selección Nacional del Mundial de Brasil 2014 reflotó la crisis deportiva, institucional y económica en la que se debate el balompie boliviano desde hace por lo menos 20 años.
En 1994 hubo un pequeño paréntesis debido a la clasificación de Bolivia al Mundial de Estados Unidos, de la mano (los pies) de una camada única de jugadores, cuya ausencia hoy se advierte y se lamenta.
Tras la hazaña, que culminó con el empate a un gol ante Ecuador, en Quito, la Verde cosechó flores, muchas de las cuales fueron a parar a manos de los dirigentes ligueros, federativos y hasta de la ANF, vista hoy con excesivos poderes y votos, pero con cero aporte al crecimiento del fútbol nacional.
AHORA SON LADRILLOS
La derrota por 3 a 1 ante Chile, en la última fecha de la actual Eliminatoria, convirtió las flores de 1994 en auténticos ladrillos para los dirigentes del fútbol y los jugadores de la representación boliviana.
“Boten a todos, hay que convocar a jóvenes de 15 años”, sostuvo Álvaro García Línera, vicepresidente de Bolivia, tras el empate de la Verde a un gol, ante Venezuela, en el estadio Hernando Siles, de La Paz.
La declaración del segundo dignatario del Estado Plurinacional sorprendió por su tono, pero, sobre todo, porque se sabe que García Linera no es aficionado al fútbol ni a otro deporte.
Así de sorprendido por estas aseveraciones se mostró el director técnico de la Selección Nacional, el vasco Xabier Azkargorta, el recordado héroe de la clasificación al Mundial de Estados Unidos en 1994.
Su segundo ciclo al mando del combinado boliviano, no tiene un derrotero ni final feliz.
“Recomendaría al Vicepresidente de Bolivia que lea el libro ‘Fútbol: la dinámica de lo imposible’”, fue la respuesta de Azkargorta a las palabras de García Linera. Esa fue la polémica futbolística.
Porque en lo institucional, el viceministro de Deportes, Miguel Ángel Rimba, y el presidente del Estado, Evo Morales Ayma, atizaron el fuego al anunciar y pedir, respectivamente, una injerencia directa y el cambio de dirigentes de la ANF, la Liga y la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), por considerar que esta tricefalia es el origen de los males del balompié nacional. La ingerencia está prohibida por las normas de la FIFA.
“El Presidente sabe que no se puede intervenir, eso sólo lo dice el viceministro Rimba”, sostuvo Mauricio Méndez, presidente de la Liga.
UNA SOLA CABEZA
Con el paso de los días y tras una primera declaración en la que insinuaba que se debía cambiar a todos los dirigentes, el presidente del Estado, Evo Morales Ayma, cambió el cariz de su parecer.
“Que bueno sería que hubiera una nueva estructura en la dirigencia del fútbol boliviano, con una sola cabeza”, postuló Morales Ayma, en alusión a la FBF, la ANF y la Liga, en partes iguales.
“Este libro no sirve para nada”
Dante Panzeri era un periodista famoso en las décadas de 1960 y 70, cuando la revista El Gráfico, donde trabajaba, era la referencia del periodismo deportivo argentino y mundial.
Panzeri es el autor del libro “Fútbol: la dinámica de lo impensado”, considerado algo así como la Biblia del fútbol, por periodistas, entrenadores, futbolistas e hinchas.
“Este libro no sirve para nada”, advierte Panzeri (foto) a los lectores de su obra.
Y “este libro que no sirve para nada” le recomendó leer el director técnico de Bolivia, Xabier Azkargorta, al vicepresidente Álvaro García Linera, en medio de los duros cuestionamientos entre el Gobierno, la dirigencia del fútbol boliviano y la Selección Nacional.
La médula del libro argumenta que “el fútbol para ser serio debe ser un juego” y no lo que es hoy, un negocio multimillonario y transnacional.
En su análisis, Panzeri expone que aunque dirigentes o empresarios quieren encasillar al fútbol en moldes formales, este deporte no se rige por reglas fijas, sino por las acciones, más o menos afortunadas, de los futbolistas dentro del campo de juego.
Las magistrales jugadas de genios del fútbol como Pelé, Maradona o Messi pueden cambiar el curso de un partido. Es la dinámica de lo impensado.
A partir de ahí, de acuerdo a Azkargorta, puede explicarse la debacle de Bolivia en las Eliminatorias para Brasil 2014.
Una cumbre
La Liga del Fútbol Profesional Boliviano (LFPB) convocó desde el 8 y hasta el 12 de julio a una Cumbre del Fútbol, que tiene el propósito de analizar en detalle las circunstancias de la recesión en la que se encuentra el balompié nacional.
De acuerdo a la explicación de Mauricio Méndez Roca, titular de la Liga, a la cumbre fueron invitados dirigentes de clubes y autoridades gubernamentales,de los que se espera su aporte analítico para sacar conclusiones válidas.
“Queremos de las autoridades gubernamentales sus aportes, un intercambio de opiniones, de ninguna manera una injerencia directa”, sostuvo Méndez.
El presente tiempo político que vive el país es propicio para la realización de este tipo de encuentros, impulsados por los denominados movimientos sociales.
Esta Cumbre del Fútbol, aparentemente, puede ser la incubadora de los cambios que se exigen en el balompié nacional.
Las propuestas podrían hacerse efectivas en un congreso ordinario de la FBF, previsto inicialmente para septiembre; esta instancia es la única que puede aprobar nuevas normas en la estructura del fútbol boliviano.
La reelección es posible
En julio del próximo año fenece la gestión de Carlos Chávez, presidente de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), y Mauricio Méndez Roca, de la LFPB, que fueron elegidos en congreso y Consejo Superior, respectivamente, las dos máximas instancias orgánicas de decisión.
Pero si se toma en cuenta los estatutos de estas entidades, nada impide que sean reelectos en el cargo por sus afiliados. Por ejemplo, el artículo 30 del Estatuto de la FBF, señala que la duración del mandato del presidente es de cuatro años, sin más, no menciona algún impedimento para su reelección.
El presidente del Estado, Evo Morales Ayma, hizo conocer en más de una ocasión su desacuerdo con la reelección sin límites de los dirigentes del fútbol; propugna más bien un cambio, esta parece ser la condición sine qua non para apoyar al balompié profesional.
Pero la aseveración de Morales Ayma, un reconocido aficionado al fútbol, fue rechazada por los dirigentes, quienes le hicieron notar al Jefe de Estado que él mismo busca la reelección para ejercer un nuevo mandato al frente del Órgano Ejecutivo.
Impuestos, una pesada mochila
La Federación Boliviana de Fútbol (FBF) tiene sobre sí no sólo el peso del fracaso futbolístico de la Selección Nacional, sino también la carga impositiva por diferentes conceptos.
Hace tres meses honró una deuda de 15 millones de bolivianos por concepto de la venta de 12 mil entradas para el Mundial de Estados Unidos 1994; la primera cuota correspondió a 5.727.000 bolivianos y a partir de ahí cubrió 36 cuotas en igual número de meses.
Pero casi de inmediato, el Servicio de Impuestos Nacionales (SIN) le cayó con otra deuda, esta vez de 16,5 millones de bolivianos por concepto del Impuesto al Valor Agregado (IVA) y el Impuesto a las Transacciones (IT), por la venta de derechos de televisación de las Eliminatorias para el Mundial de Alemania, en 2006.
“Es un cobro injusto”, declaró el presidente de la FBF y argumentó que en criterio de la entidad, la venta de los derechos televisivos está exenta a impuestos.
“Los dirigentes del fútbol sólo buscan al Gobierno para ayudarles a pagar impuestos y para que se le otorgue un avión en los viajes de la selección”, dijo el presidente Morales.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario