Duro golpe en la "Caldera2. Universitario asestó una bofetada a Guabirá en Montero al ganarle por 2-1 en un duelo que los capitalinos supieron manejar más allá de que los rojos pudieron igualar tras un penal sobre el final. Esta vez los azucareros carecieron de fútbol, de proyección por las bandas y de efectividad.
La victoria fue merecida, por la solvencia en la última línea liderada por Rolando Barra y por la dinámica que imprimieron jugadores como Mauricio Saucedo, Rubén de la Cuesta y Matías Manzano. Pero, además, y cuando Guabirá presionó (logró el empate parcial), mucho mérito tuvo el DT Javier Vega al introducir a Gustavo Pinedo para descomprimir la presión asfixiante.
Es la primera etapa Guabirá deambuló, sin solvencia por los costados y sin fútbol claro para hacer daño por la poca participación de Matías García y Miguel Ríos. Pablo Ceballos y Julio César Pérez no tenían ni proyección ni marca férrea, y en el medio Nicolás Suárez no fue el equilibrio que se esperaba. Las únicas tres jugadas de riesgo se generaron con remates de cabeza; a los 10´ a través de Henry Justiniano y a los 17´ y 26´ del "Negro2Castillo.
Con las falencias de frente, Universitario se fue asentando y creció de la mano de De la Cuesta, Manzano y Saucedo. A los 14´ Exequiel Gaviglio avisó con un testarazo que se fue apenas desviado tras falla en la marca de los centrales, pero a los 19´ la visita acertó. Gran jugada entre Ballivián y Manzano, este último centró y solo apareció De la Cuesta para marcar el 1-0 con remate frontal, para dejar sin chance al meta Roberto Cronenbold.
Tras el gol, la "U" creció y los remates de De la Cuesta (24´) y Manzano (26´) volvieron a dejar aún más frío el ambiente en la "Caldera", pero el meta reaccionó bien para evitar otra caída. Universitario jugaba mejor y encima la labor del meta Robledo y de los zagueros Alan Loras y Rolando Barra era férrea. Guabirá no encontraba la llave y el técnico tuvo que buscar variantes.
Para el complemento introdujo a Antonio Torres por Suárez y a Juan Maraude por el "Negro" Castillo. Pero antes de que estos jugadores se volvieran protagonistas, Universitario falló el segundo. Gran contragolpe generado por Saucedo, le cedió el balón a De la Cuesta, el español habilitó a Gaviglio que, solo ante ante Cronenbold, remató al palo (49´). Los visitantes se lamentaron.
La reacción
No se hizo esperar porque desde los 65´ el partido fue de Gaubirá. Torres manejó mejor el balón y la proyección de Pérez y García mejoró. Encima, Claudio Chacior introdujo a Gil Antonio Parada y con él se ganó en peso.
Con Maraude "viviendo en el área vinieron las mejores opciones como aquel remate que Robledo le sacó a Maraude (65´) y la otra jugada de Justiniano (67´) que salió apenas desviado. El gol colgaba hasta que Guabirá lo consiguió (71´) a través de Maraude que remató de frente tras falla en la salida visitante.
Pero la alegría duro poco porque en un contragolpe Manzano punteó ante la salida de Cronenbold (83´) y la pelota ingresó. El 2-1 dejó sorprendido a los azucareros porque llegó justo en el momento en que creyeron tener fuerzas para darle la vuelta. Los hinchas, cuyos reclamos no fueron tan airados como otra veces producto del frío, atinaron solo a mirarse ante al festejo capitalino.
Pero Guabirá lo pudo empatar a los 90´ tras discutido penal cobrado de Loras sobre Maraude; lo pidió García y Robledo se lo tapó. El 2-1 no se movió y fue como hacer justicia en un partido en el que los de Javier Vega merecieron ganar. Algo que al final terminó sucediendo
Guabirá decreció tras un buen inicio
Cuarto partido de Guabirá y apenas tres puntos en la bolsa. Comenzó ganándole a Oriente pero las últimas tres derrotas (ante Blooming, Nacional Potosí y Universitario) ya preocupan al directorio que preside Rafael Paz. Él mismo reclamó actitud luego de la caída en el Tahuichi ante la academia cruceña.
Pero, además el equipo no ha sido el mismo pese a contar con un plantel de buenos jugadores. Los laterales Ceballos y García tienen altibajos y en la mitad de la cancha falta mayor precisión en la entrega. A ello se agrega que Juan Pablo Rioja, que jugó como lateral en la Cine Center, ahora aparece como central junto a Ojeda dejando relegado a Herman Soliz . Ayer fue notoria la falta de coordinación entre ambos, algo que ya habían ganado Ojeda y Soliz.
Los tiros libres de Miguel Ríos ya no llevan peligro; quedó en el recuerdo aquel golazo a Carlos Arias de Oriente. El de Okinawa ayer ejecutó dos veces y con deficiente definición. Encima, los jugadores que deben crear fútbol como Matías García y el propio Ríos deambulan, intercambiar posiciones del medio hacia el costado pero no terminan de explotar.
Guabirá está obligado a reaccionar ya que como es equipo recién ascendido jugará toda la temporada con el fantasma del descenso a cuesta. Es más, su promedio comienza a comprometerse tras las derrotas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario