El estadio Hernando Siles cuenta con 11 vigilantes que conforman un moderno sistema de circuito cerrado, que funciona en cada programación de fútbol y es capaz de captar de cerca las imágenes. Un tumulto, una agresión, etcétera, puede ser visto nítidamente a través de las pantallas instaladas e identificar con facilidad a las personas.
Una hora antes de que comience el partido, tres oficiales de Inteligencia de la Policía Boliviana toman el mando de la cabina de monitoreo, ubicada en el quinto piso del recinto, y realizan la labor de vigilancia y control, sobre todo de los espectadores. Los policías tienen contacto vía intercomunicadores con los efectivos ubicados en los accesos, tribunas y campo de juego, en caso de que sea necesario que actúen de forma inmediata.
En cumplimiento del Decreto Supremo 1515 de seguridad en los escenarios deportivos, el Servicio Departamental de Deportes (Sedede) de La Paz ha sumado tres cámaras a las ocho que estaban dispuestas anteriormente. Las más recientes son de industria americana, de última generación, y traídas exclusivamente para el escenario. Con los uniformados de la Policía trabaja Javier Fernández, encargado de informática del Sedede de La Paz, quien realiza la labor de mantenimiento de los equipos.
“Ocho son analógicos y tres digitales, los primeros son fijos, los últimos movibles. Tienen capacidad de acercamiento para identificar a alguien en una multitud al instante; su compresión para el archivo es mínima, pero al momento de extraerlas se puede convertir a cualquier formato de video. Su capacidad de memoria es de dos terabytes, unidad de gran capacidad de almacenamiento”, detalló.
Hasta ahora no hubo ningún pedido, pero a requerimiento fiscal los encargados del soporte técnico pueden entregar la cantidad de copias que sean solicitadas para fines de investigación.
“Es el único escenario en el país que cumple con las normas de seguridad de acuerdo con lo que pide la FIFA y lo que determina el Decreto Supremo 1515. Hemos avanzado en procura de hacer más efectivo el control durante los espectáculos deportivos”, anotó Alberto Alvarado, director del Sedede.
Después del fallecimiento del joven hincha Kevin Beltrán, en Oruro, durante el partido de San José con Corinthians por la Copa Libertadores de América, el Ministerio de Gobierno impulsó la norma para brindar garantías a la gente en las tribunas y también a los protagonistas. “Hemos comprado un nuevo equipo para sumar al que teníamos; la inversión fue de 50.000 bolivianos y con certeza podemos afirmar que el estadio cumple con esa obligación”.
El ejecutivo adelantó también que para 2014 se instalarán más cámaras en pasillos y accesos a las tribunas para que el control sea más riguroso. Los partidos de gran convocatoria como los clásicos o los de la selección obligan a aumentar los dispositivos también en el área de parqueo.
De acuerdo con la autoridad, dos hechos ya fueron resueltos gracias a las cámaras: el primero, el intento de robo de una billetera en la curva sur, pues en las pantallas se observó algo anormal en la tribuna y de inmediato hubo un mensaje vía intercomunicadores a efectivos desplazados en la zona para ubicar a la persona que intentaba sustraer la cartera.
El segundo se dio en el partido de eliminatorias entre Bolivia y Ecuador. Un aficionado nacional en estado de ebriedad burló los controles de acceso y se ubicó cerca de la barra visitante, en la tribuna de preferencia, y comenzó a insultar. Fue identificado y retirado del escenario de inmediato.
El sistema también cumple función social, hallando niños reportados por sus familiares como perdidos. “A la gente le pedimos que no se comporte mal, que no ponga en riesgo el espectáculo deportivo, porque la estamos vigilando y tendrá que atenerse a las consecuencias”, dijo Alvarado.
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