El fallo de la comisión Disciplinaria de la FIFA es resultado de los incidentes que se produjeron el pasado viernes 6 de septiembre en el estadio Nacional de Lima, donde el visitante, Uruguay, se impuso por dos goles contra uno y dejó a Perú sin la menor posibilidad de clasificarse a la Copa Mundial de Brasil 2014.
El árbitro argentino Patricio Loustau fue sindicado por los aficionados locales de ser responsable de la derrota del equipo albirrojo y, consecuentemente, de su eliminación. Instantes después de concluir ese encuentro, el hincha José Alberto López Aguilar saltó el vallado que separa tribunas del campo de juego para, como él mismo dijo, increpar al juez, con “la voz de 30 millones de peruanos”, por su accionar durante el encuentro, mientras una gran cantidad de botellas caía sobre la pista atlética y la cancha.
Días después, el aficionado en cuestión confesó al diario El Comercio, de Lima, que “sé que la reacción que tuve no fue la correcta, yo sólo quise decirle sus verdades, no agredirlo. Espero que esto no repercuta. Lo de la lluvia de botellas fue porque la gente estaba indignada”, sin embargo, afirmó también que “no me arrepiento de nada, me he quedado con ganas de decirle muchas más cosas. Pero me quedo tranquilo porque sé que el árbitro no se va olvidar de las cosas que le he dicho. Su conciencia lo va atormentar toda la vida”.
Según la comisión Disciplinaria de la FIFA, “la Federación Peruana de Fútbol es declarada culpable” de las acciones y “se sanciona al equipo representativo de Perú a jugar su próximo partido en casa de la Competición Preliminar de la Copa Mundial de la FIFA Brasil 2014, es decir, el partido de Perú contra Bolivia del 15 de octubre de 2013, a puerta cerrada”.
En forma paralela, se multó a la Federación Peruana de Fútbol (FPF) a pagar una multa de 20 mil francos suizos, pagaderos en el plazo perentorio de un mes, además de cubrir las costas del proceso, que fueron tasadas en 2.000 francos suizos. Ambas sumas equivalen a unos 24.200 dólares.
La comisión Disciplinaria advirtió, además, a la FPF, “en caso de futuras infracciones al Código Disciplinario de la FIFA, la comisión Disciplinaria de la FIFA podrá imponer sanciones más severas”.
Esta instancia de la FIFA es presidida por el suizo Claudio Sulser, presidente, e integrada por Martín Hong, de Hong Kong, y Peter Campbell, de Islas Caimán.
La decisión de la matriz mundial del balompié no sancionó al estadio Nacional, en el que se produjeron los incidentes, sino a la FPF, por lo que el castigo deberá cumplirse en el escenario deportivo de Lima, la sede registrada por Perú para las eliminatorias, que se elija para este encuentro.
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