Xabier Azkargorta es sinónimo de éxito, es un símbolo del mejor momento vivido por el fútbol boliviano en las dos últimas décadas y convertido en el principal ícono que dejó la selección nacional de fútbol clasificada hace 20 años para el Mundial de Estados Unidos de 1994, su imagen hoy —a pesar del tiempo transcurrido— aún es valorada por un puñado de empresas para realizar sus campañas publicitarias.
Monopol lanzó la última de ellas promocionando su nuevo logotipo, con Azkargorta como actor principal, compartiendo escenario con otras personalidades, como la conductora de televisión Justa Canaviri, el pintor Mamani Mamani y un grupo de modelos de Las Magníficas.
Las estrategias de marketing toman al vasco como una figura publicitaria potente y como un ícono de unidad nacional, pues bajo su dirección, la selección boliviana unió a todo el país en 1993, en las recordadas eliminatorias mundialistas.
Si bien cuando volvió a conducir a la Verde, a media eliminatoria para Brasil 2014, no le fue bien y el equipo terminó en el penúltimo lugar, no se le atribuye a él toda la responsabilidad sobre el más reciente fracaso.
“Creo que Azkargorta es querido en el país porque no sólo es un director técnico, sino que su figura es sinónimo de éxito y representa más de lo que es. A pesar del fracaso actual es un símbolo de una etapa histórica de la selección”, según Federico Alonso, director general creativo de la agencia de publicidad Kevlar, que tuvo a su cargo la grabación más reciente de Monopol.
Desde su punto de vista, “el boliviano en general es futbolero y Azkargorta es un ícono” de ese mundo, por eso es una figura para transmitir los mensajes publicitarios.
El español aparece en varias campañas publicitarias, incluidas las solidarias. Por ejemplo, el haber asumido el compromiso de ser un “Amigo de la infancia de Unicef” o su adhesión a la lucha contra el cáncer de mama, le llevan a efectuar spots, aunque en estos casos sin recibir a cambio ninguna compensación económica.
“La publicidad juega mucho con las aspiraciones de la gente, nos reflejamos en los exitosos cualquiera sea su actividad. Como humanos tenemos ideales: ‘esto quiero ser’, ‘llegaré a ser como’ y el técnico de la selección es un modelo dentro del deporte. La publicidad se vale mucho de estas figuras para llegar al consumidor porque hay seguridad de que van a comprar tu marca, tu producto”, dijo Alonso.
El publicista considera al estratega una persona carismática y como es reconocido en el país la gente le tiene un cariño especial, que se traduce en los anuncios publicitarios. “En Bolivia uno siente afinidad y apego por él, cuando lo ves en pantalla o en la calle es la misma persona”.
Azkargorta cobra por sus servicios publicitarios a la empresa privada en general, y en los sitios de grabación se comporta como todo un profesional; además cumple los guiones cabalmente y con total naturalidad.
Alonso, que trabajó por vez primera con él, contó que en la filmación realizada en Santa Cruz, el vasco se manejó como pez en el agua. “Nos preguntó ‘qué debo hacer’ y le dimos las líneas de interpretación, y así lo hizo. Es una persona que se ubica muy bien en las grabaciones y sabe cómo resolverlas”.
‘Mi actuación es espontánea’
— ¿En cuántas campañas ha participado, tanto de publicidad como de solidaridad?
— No recuerdo en cuantas, pero habrá sido alrededor de una decena. La lista es larga.
— ¿Por qué cree usted que su imagen sigue siendo un gancho en el país para la publicidad?
— No es una pregunta para mí, sino para los que me llaman. Puede que sea porque todavía hay gente que tiene memoria y es agradecida conmigo.
— ¿Cómo se siente al hacer un anuncio publicitario en los sitios de grabación?
— Lo hago sin ningún problema pues he hecho teatro y miles de programas de televisión de cara al público.
— ¿Es una fuente de ingreso económico para usted o lo hace por colaboración?
— Cuando me piden instituciones para ayudar a la juventud, gente necesitada, cáncer de mama, lucha contra la droga, Unicef, lo hago sin ninguna retribución. Si es para empresas privadas tengo mis tarifas; y hay una tercera, que es cuando hago publicidad para los patrocinadores de la selección, en ese caso tampoco cobro nada, pues es compromiso de la FBF.
— ¿Tiene algún conocimiento de cómo actuar? ¿Pasó cursos para grabar los anuncios?
— No, nunca. Mi manera de actuar es espontánea.
— ¿De las que hizo, tiene alguna campaña preferida?
— La campaña de Avon contra el cáncer de mama me encantó por el dibujo que hice yo mismo y mi eslogan que decía: “Yo camino por no dejar de avanzar nunca, un golazo por la vida”, y aparecía un muñeco que fue dibujado por mí y pateando un balón.
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